Así que no lo dudes más y echa un vistazo a las rutas que te proponemos para visitar y recorrer las montañas españolas más altas.
Teide, Tenerife
Con sus 3.718 metros es el pico más alto de nuestro país. La primera vez que ves este volcán sientes como si estuvieras en otro planeta, dadas las características principales de su terreno.
Si no tienes mucha experiencia en senderismo o no te ves en buena forma física como para llegar a la cima, puedes probar a hacer una sencilla excursión de trekking por el Parque Nacional del Teide, donde encontrarás diversas formaciones geológicas, un desfile de colores ocres, grises o negros, e incluso te toparás con la nieve si vas a visitarlo en invierno.
Mulhacén, Granada
De la península ibérica es el pico más alto con 3.478 metros y está situado en el parque nacional de Sierra Nevada. Hay varias empresas que organizan rutas de senderismo en Granada pero si decides ir por libre, lo mejor es que accedas por la cara sur de la montaña, que es el lado más sencillo y apto para quienes no son expertos montañeros.
Puedes ir en un autobús que se toma en Capileira y deja a sus pasajeros en Alto del Chorrillo, a unos 2.700 metros aproximadamente y donde desde ahí podrás subir a pie por el lado sur. Es probable que durante el itinerario, además de la flora tan variada que habita en el entorno, quizá te topes en el camino con cabras montesas.
Aneto, Huesca
Situado dentro del Parque Natural Posets-Madaleta es el pico más alto que existe en Pirineos con sus 3.404 metros. Asimismo alberga un impresionante glaciar con aproximadamente una superficie de 100 hectáreas. Es probable que en unos 40 años haya desaparecido por completo debido al cambio climático, por lo que sería muy interesante que te organizaras cuanto antes si quieres ver esa maravilla.
Si lo tuyo son los paseos tranquilos hay una ruta muy sencilla, de unos 7 kilómetros, que parte del sendero de Malmarrui (ruta marcada S13) y te llevará por paisajes fáciles de transitar.
Veleta, Granada
Ubicado en uno de los enclaves más sorprendentes de Sierra Nevada y con sus casi 3.396 metros de altura sobre el nivel del mar, se pueden encontrar restos fósiles de una glaciación ocurrida hace 13.000 años.
Hay tramos que están reservados a los deportistas más experimentados pero no desesperes si quieres conocerlo y no cuentas con una experiencia adecuada para hacer trekking en su montaña, ya que entre los meses de junio y septiembre-octubre se realizan visitas guiadas en autobuses con profesionales especializados en la zona que explican a los participantes todo lo relacionado con la historia del lugar, las características del terreno y la flora y fauna que acoge, entre otras.
Pico Posets, Huesca
Tras el Aneto, es el segundo pico más alto que se halla en los Pirineos y junto a Perdiguero forman la ruta de los 3 picos. Aquí encontrarás paisajes de grandes montañas, que hacen que la mayoría de sus subidas y bajadas sean inclinadas.
Hay una ruta sencilla que parte desde el refugio Ángel Orús y que te llevará por la cara noroeste de la montaña, a través del que se pasa por valles y canales, como el Fonda, que presenta una bajada bastante pronunciada pero que merecerá la pena sin duda. Si eres un experto montañero puedes realizar la ruta por el Corredor Jean-Arlaud, pero ve bien equipado y con cuerdas como uno de los elementos imprescindibles para su ascenso.
Pico Alcazaba, Granada
Si algo tiene la cordillera Penibética que encanta a los amantes de la naturaleza y la montaña, es que cuenta con una gran variedad de picos que hacen que pasar por aquí sea de lo más satisfactorio.
Una ruta sencilla para subir al pico es la que transcurre partiendo del Cortijo de los Quejigales, donde la vegetación es abundante y que está situada muy cerca del Parque de las Nieves. El camino te llevará por una senda aunque en algún tramo es probable que debas ir por monte a través; ideal para los más aventureros.
Monte Perdido, Huesca
Es quizá uno de los lugares en el que puedes tropezar con una vegetación de lo más singular, ya que es un terreno calcáreo y, como supera los 3.000 metros de altura, no son muchas las especies que son capaces de soportar las condiciones medioambientales que se dan en este terreno.
En esta montaña se encuentra un glaciar, aunque está en retroceso debido a las condiciones cambiantes del clima de los últimos años, al igual que ocurre con los glaciares del Aneto, el Maladeta y el Ossue. Merece y mucho la pena la ascensión de este pico, siendo la mayor parte de las veces el refugio de Góriz el punto de partida.
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