Nieve

Trofeo Andros, 25 años de espectaculares carreras sobre hielo y nieve

Con la llegada del invierno, se celebra cada año desde 1990 una de las más espectaculares carreras de coches sobre nieve, el Trofeo Andros, en el que nombres como Oliver Panis, Stéphane Peterhansel o Alain Prost compiten en circuitos cubiertos de nieve y hielo.

Pasa por ser cita obligada cada invierno, un trofeo creado hace ahora 25 años y en el que acuden cada año grandes figuras del mundo del motor, con nombres tan relevantes como el francés Alain Prost, cuatro veces Campeón del Mundo de Fórmula 1 –su último título lo logró en 1993–, o Stéphane Peterhansel –el piloto con mayor número de victorias en el Rally Dakar, con 11 triunfos–, que acuden a una prueba de habilidad en las condiciones más extremas, sobre circuitos de hielo y nieve.

Cada rueda cuenta con 250 clavos, necesarios para deslizarse con garantías sobre el hielo

Un trofeo que se celebra a lo largo de siete pruebas repartidas por las más relevantes estaciones invernales de esquí, visitando lugares como Val Thorens, Alpe D`Huez, Isola 2000 o Clermont Ferrand. Fuera de territorio francés, sólo Andorra acoge desde hace 19 años una de estas pruebas, una oportunidad sin duda para el aficionado español de acercarse o aprovechar la estancia en las pistas andorranas para disfrutar de puro espectáculo sobre hielo, con carreras en las que las derrapadas son continuas y en las que la técnica al volante marca las diferencias.

El escenario está en Pas de la Casa, en el Grand Valira Circuit, en el alto del Port d´Envalira, y será este mismo fin de semana cuando se celebre la prueba, entrenamientos el viernes y las carreras el sábado, en una intensa jornada que comienza a las 9 de la mañana con la última de las carreras a las 8 de la tarde. 

Marcas como Opel, BMW, Kia o, más recientemente, Mini, acuden con modelos especialmente preparados para competir en este ambiente tan hostil, modelos dotados con tracción a las cuatro ruedas, poco más de 1.000 kilos de peso, motores de seis cilindros, 3 litros de cilindrada y más de 300 CV de potencia y, sobre todo, con 250 clavos en cada una de sus ruedas para asegurar el agarre y la direccionabilidad necesaria sobre el deslizante hielo que cubre el circuito. También, desde 2010, existe una categoría reservada a turismos eléctricos, con motores de unos 120 CV y una autonomía cercana a los 30 minutos.

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