La que se avecina ha llegado a los primeros cien capítulos en Telecinco. La serie, que arrancó en esta cadena tras un polémico 'trasvase' de productores, guionistas y actores desde la ficción de Antena 3 Aquí no hay quien viva ha logrado finalmente calar entre la audiencia, que vive ya con tanta naturalidad las tramas de los habitantes del supuestamente lujoso Mirador de Montepinar como lo hacía con los de los vecinos del número 21 de la calle Desengaño.
Para celebrarlo, la serie ha preparado un capítulo especial con una trama de metatelevisión que ha sorprendido a propios y extraños. Los protagonistas de la serie comienzan a notar fenómenos extraños: al portero casi se le cae un foco encima, Enrique Pastor descubre que alguien está trabajando en el portal por las noches... y todos tienen la sensación de ser constantemente observados.
Cuando descubren el pastel, esto es, que solo son personajes de ficción en una serie y que sus desgracias solo existen para divertir al público, acaban protestando y pidiendo ir a ver al mandamás de la cadena, interpretado por un actor con un sorprendente parecido físico con Paolo Vasile. El consejero delegado recibe a todos en su despacho de la carretera de Fuencarral y acaba consiguiendo que los personajes vuelvan a su plató... aunque mientras tanto nos deja algunas perlas que parecen sacadas del mismísimo responsable de los canales de Berlusconi en España: "Al público hay que darle lo que quiere, y lo que quiere es meterse en las vidas ajenas". ¡Puro Vasile!
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