Los gritos de 'tongo' inundaron anoche las redes sociales y el plató de Gran Hermano VIP. Los espectadores, muchos de ellos, se sintieron estafados por Telecinco en lo que pareció una descarada maniobra para no perder al máximo reclamo del concurso: Belén Esteban. Si durante toda la semana, desde la propia cadena, se nos transmitió la idea de que la colaboradora era, con diferencia, la más votada de cara a la expulsión -en su propio programa, Sálvame, daban por hecho que iba a salir-, anoche los votos dieron un sorprendente vuelco en los últimos minutos y dejaron a la de San Blas dentro del concurso. ¿Es esto posible? Sin duda -cosas más extrañas hemos visto en otras votaciones-. ¿Resulta creíble? Con mucho esfuerzo. Los odios hacia Belén Esteban, al menos los que vemos en plató, son muchos y ruidosos, pero, claro, ¿toda la gente que odia a la 'princesa del pueblo' se anima a votar? ¿O solo acaban votando los fans acérrimos de la colaboradora? Mucha perversión en los tentáculos de Mediaset.
Sea como fuere, hubiese tongo o una alineación de los astros que consiguió cambiar las tornas, en el fondo, hemos ganado todos. Belén Esteban es insufrible, déspota, barriobajera, malhablada, irascible, incomprensible y agotadora, pero debemos tener en cuenta que es la única que consigue animar el concurso. La colaboradora, cual cerdito, en cuanto ve un charco de barro, acude presta a retozar, tenga o no tenga nada que ver en el asunto. Y en una edición donde la trama paralela más emocionante es la historia de (des)amor entre Fede e Ylenia, necesitamos alguien que nos anime las cuatro horas largas de gala que tenemos cada jueves. Además, ¿a quién se dedicarían a abuchear, entonces, los que cada semana acuden al plató? Si es que tenemos la diversión asegurada y nos la queremos saltar.
Pero no se preocupen, si todavía tienen sus reticencias -que les servirán de poco, ya que la concursante no está nominada esta semana-, les ofrecemos 10 motivos de peso para que vayan cambiando de idea. Todos al servicio de los lectores:
Es el foco de toda la acción
No hay trama que no pase por Belén Esteban. Alguno dirá que es cosa del concurso, que nos hace creer que la colaboradora es imprescindible y no deja fluir el resto de relaciones en la casa. Pero, ¿qué relaciones? Fede e Ylenia ni avanzan ni retroceden, Ángela y Chari solo hablan de Belén Esteban, Coman va por libre y no hay quien le entienda y Aguasantas podría confundirse, directamente, con la manta del sofá. Si la ex 'princesa del pueblo' desaparece, nos quedaremos con una casa aburrida, insulsa y desconcertante. ¡Si hasta hemos perdido a Ares! Además, los enfrentamientos de Belén Esteban en plató los vamos a tener igual, dejemos que se quede unas semanas más y divirtámonos.
Es la villana perfecta
Todo concurso necesita un villano para poder funcionar. A estas alturas de la película, ya no nos vale un reality naïf en el que todos los participantes se llevan a las mil maravillas. Esto no es la primera edición de Gran Hermano, e incluso en esa, había grandes enemigos -un saludo para María José Galera-. Belén Esteban es la villana perfecta de la edición. Todos la odian pero tratan de llevarse bien con ella. Todos quieren que se vaya pero son conscientes de que la necesitan para hacer audiencia. Y ella, mientras tanto, arremete contra todo sin ningún sentido común ni inteligencia. Lo dicho, la villana perfecta. Su papel solo podría asumirlo Ares -Ylenia se pierde por el camino- y ya está fuera de la casa.
Desvela secretos ocultos de 'Sálvame'
Gracias a la presencia de Belén Esteban en la casa hemos sabido que Kiko Hernández tiene novia, que Rosa Benito debe medio millón de euros todavía y que Ángela Portero... bueno, eso, algo de Ángela Portero. Si la dejamos un poco más, nos desvelará más secretos inconfesables de sus compañeros de Sálvame. Y puede que el precio que tengamos que pagar sea muy alto, pero las informaciones son jugosas. Cuanto más tranquila se crea en la casa, más contará. Qué pena que no haya nadie como Víctor Sandoval que se dedique a sonsacarle información. La colaboradora debe pensar que las cámaras están de adorno y que nada de eso se emite por televisión.
Marca tendencia en la moda
Cada prenda fetiche de Belén Esteban en el concurso se ha convertido en un éxito. Desde el ya clásico pijama de leopardo morado -como declaró, al respecto, La Prohibida, cantante internacional, el estampado de leopardo es lo que une a la pija con la choni-, hasta la camiseta de 'Andrea te quiero' o la de Justin Bieber con el rayo de Bowie, todo moda que está ya en la calle y arrasa entre los seguidores del programa. ¿Quién no ha querido fabricarse una camiseta rosa como la de la concursante? Otra cosa es que lo haya hecho, pero la idea está ahí.
Revoluciona el lenguaje (para mal)
Pocas veces hemos asistido a una violación del lenguaje de estas proporciones. Que Belén Esteban no tenía muchos estudios ya lo sabíamos, pero que su falta de dominio de la ortografía llegaba hasta estos desbarajustes era inimaginable. Tras su polémica carta dirigida a sus compañeros de Sálvame, que un catedrático con muchísimo trabajo tuvo a bien de corregir, llegó el conflicto de las 'cocretas'. Por no hablar de su nulo conocimiento de geografía, cultura general o idiomas. Se quejaba Olvido Hormigos esta semana en la revista Lecturas del currículum de Belén Esteban para estar donde está. Razón lo le falta, pero el problema es que ella está en el mismo sitio.
No tiene riesgo de edredoning
En esta edición nos vamos a quedar con las ganas de edredoning. La única pareja, hasta el momento, es la formada por Fede e Ylenia, que están más preocupados por discutir que por pedir una hora sin cámaras. Con Belén Esteban no tenemos este riesgo. Si la colaboradora nos saca de quicio con sus gritos y sus lloros, entiendan que lo que menos queremos ver -o escuchar- es un momento íntimo y romántico protagonizado por la de Paracuellos. Preferimos ver a la concursante llorar por su 'Míguel' y que deje el edredoning para otros participantes.
Genera momentos impagables
Sin quererlo, Belén Esteban ha sido el motor que nos ha generado instantes tan magníficos como el vídeo de Andreíta pixelada, los lloros por la salida de Víctor Sandoval o el posado del torero emulando a los mejores it-boys del panorama nacional. Desde el comienzo de la edición, las redes sociales se han llenado de imágenes de la colaboradora en las más variadas situaciones. ¿Qué quieren dejar claro que no les apetece hacer nada? Ilustren su tweet con una captura de la concursante tirada en el sofá. ¿Qué quieren evidenciar que están muertos de hambre? Una imagen de Belén comiendo una 'cocreta'. ¿Que tienen ganas de marcha y no sabemos cómo decirlo? Un gif del momento 'Súper, estoy muy caliente'. El mejor recurso.
Ayuda a canalizar la ira
Imaginen dónde acabaría toda esa ira que descargan cada semana hablando de Belén Esteban. La colaboradora se ha convertido en una canalizadora de emociones. Los telespectadores aprovechan la emisión de la gala y el debate para dejar salir toda la bilis que llevan dentro y ya sentirse como nuevos. Si es que el Ministerio de Sanidad debería recomendar un visionado semanal de GH VIP para prevenir futuras enfermedades. Antes que guardarse el rencor y pagarlo con sus seres más queridos, desquítense con Belén Esteban, que no se va a enterar y resulta mucho más divertido. Pruébenlo y ya verán.
Potencia el papel de los concursantes
Para que una convivencia de perfiles tan distintos funcione, se necesita un nexo aglutinador y ese, sin duda, es Belén Esteban. La colaboradora tiene el don de sacar de quicio a cualquier persona que esté a su alrededor, pero también contribuye a que los espectadores veamos la verdadera cara de cada uno de los concursantes. Tras varias horas aguantando los enfados y rabietas de la de San Blas, es imposible que los demás concursantes puedan aguantar un papel o una estrategia meditada. Y eso, a nivel concurso, es de lo más interesante. Fíjense en Coman, que anoche, en un alarde de imaginación, se bajó los pantalones en el confesionario para tratar de atraer audiencia. ¿Prefieren eso o que muestra su verdadero carácter tras una bronca con Belén Esteban? Si, en realidad, nos está haciendo un favor a todos.
Puede que termine volviéndose loca
Y si nada de lo anterior les ha convencido y son de los que piensan que Belén Esteban estaría mejor fuera de la casa o, directamente, lejos de la televisión, ésta es su oportunidad de oro. Cuanto más tiempo pase la colaboradora en el concurso, peor más ganas tendrá de retomar su vida y desaparecer durante una temporada. Esta semana ya la veíamos comentar que necesitaba unas vacaciones de la televisión, así que aprovechen. Voten para que no salga nunca y de ahí se marchará directa a Benidorm y ya no la veremos más. ¡Adiós princesa del pueblo!
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