Tú, padre o madre que deja a su hijo o hija ver la televisión sin hacer una censura previa de lo que puede o no ver. Tú, padre o madre que cree que con poner un canal dedicado exclusivamente al público infantil ya está todo a salvo. Tú, padre o madre de una niña que imita cada paso, cada movimiento y que quiere cada vestuario de Violetta. Tú, padre o madre, empieza a preocuparte.
¿Cumplen con las expectativas educativas este tipo de programas? A juzgar por lo que hacen sus protagonistas en la vida real, la respuesta parece ser que no. Los mejores ejemplos para ilustrarlo son ellas, las archiconocidas en los mejores centros de rehabilitación de Estados Unidos. Miley Cirus, Demi Lovato o Selena Gómez han protagonizado las más truculentas escenas que distan mucho de ser ejemplares para sus pequeños seguidores. De hecho, hasta ellas mismas reniegan de su pasado como estrellas Disney.
Y es precisamente Disney el lugar del que todas ellas salen. La última, y que parece ir por buen camino (al menos hasta ahora) es Violetta. Sin embargo, la trama de la serie se aleja de los estándares educativos para unas niñas que son como esponjas y absorben cada movimiento, cada paso y cada gesto de la protagonista, la argentina Martina Stoessel. Las últimas noticias del canal para promocionar la vuelta de la serie son para no parar de reír. "Violetta está angustiada por su pérdida de voz y le promete a Camila ir al médico, pero no quiere que se entere su padre. Por su parte Camila sospecha que algo le pasa a Francesca e indagará para poder ayudar a su amiga. La relación entre Diego y Violetta despertará los celos de León e intentará averiguar si hay algo más entre ellos. Por su parte, Jade quiere contarle la verdad a Germán, pero Esmeralda tratará de evitarlo".
¿Es esta la mejor manera de inculcar valores a unos niños? ¿Incitando a la mentira, los celos y la angustia? Cualquiera que tenga cerca a una niña de unos 6 o 7 años sabe de lo que aquí se habla. Viste como Violetta, habla como Violetta, canta como Violetta y todo su merchandaising copa la habitación, el armario y las carpetas del colegio. A pesar de que se trata de un producto dirigido a un público adolescente, la serie argentina se emite en Disney Channel sin censura, habituándoles a situaciones que no se corresponden con la edad que tienen.
Pero ella no es la única
Violetta no es la única que fomenta valores como la competitividad, la envidia o los celos. Basta con ver el vídeo a continuación para darse cuenta de que unas niñas de menos de 10 años no tendrían por qué ver una serie como Patito Feo. ¿Ligeras de ropa, verdad?
Serían otros tiempos, pero lo cierto es que los dibujos animados de antaño eran más instructivos que los que ahora acompañan cada día a los niños españoles en la televisión. La catapulta infernal de los hermanos Derrick ha dado más alegrías que un nimio concierto de Violetta en España. Es más, si les preguntamos a los niños de ahora quién es Oliver Aton, los curris o las criaturas del mundo exterior, su respuesta será: ¿Y esos qué cantan?
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