Hodor, el enorme criado de los Stark y uno de los principales protectores del joven Bran, puede que no tenga la mejor conversación (“¡Hodor! ¡Hodor!”). Pero su fidelidad y docilidad le colocan como uno de los pocos personajes bondadosos de Juego de Tronos. Aunque quizá influyan los más de dos metros del actor que lo interpreta, Kristian Nairn, y que sin duda suponen un desafío a escalar para casi cualquiera. Por cierto, ¿se imaginan a Hodor pinchando house en una discoteca? Es más que posible: Nairn también es DJ. Una cosa más: ¡Hodor Hodor!
https://youtube.com/watch?v=h5X6Qn9hQHk
Mira a tu alrededor. Probablemente estés leyendo esto en tu oficina, secretaría o gabinete de algo, sea lo que sea a lo que te dediques. Dejemos de lado el hecho de que probablemente deberías estar planeando las tareas del día o fingir interés en esa reunión de dentro de un rato. Al fondo a la izquierda, escondido entre pilas de papeles, seguro que se encuentra un tipo como Kevin, interpretado por Brian Baumgartner en la serie cómica The Office.
El bueno de Kevin -como todos los demás protagonistas de la serie- es uno de esos personajes que te observan, cuidan de ti, te ayudan cuando es necesario e impiden que destroces a cabezazos la fotocopiadora. Todo ello sin que apenas te percates o muestres interés de su presencia. Su conversación al lado de la máquina de café apenas tiene provecho, pero nada de eso importa: Kevin es un buen tipo, los buenos tipos hacen falta, y lo sabes.
Un ejemplo de ello es Adam Cartwrigth, el mayor de la familia protagonista de Bonanza, un vaquero que elevaba el nivel de bondad de la serie (aún más) sin que ésta perdiera demasiada testosterona. Interpretado por Dan Blocker, el siempre agradable Hoss era el alma de La Ponderosa y aportaba el necesario equilibrio entre los hermanos y su padre.
Blocker, que se atrevió a rechazar un papel para Stanley Kubrick en Teléfono Rojo. A punto estuvo de ponerse a las órdenes de Robert Altman, pero falleció a los 43 años de manera repentina en un postoperatorio, acelerando el final de la serie.
https://youtube.com/watch?v=AtA4kQs0Nq4
El bueno de Marshall Eriksen, el grandullón bondadoso de Cómo conocía a vuestra madre, es en realidad, el personaje más estable de la serie, ese amigo fiel en quien siempre confías y a quien estás deseando llamar. Mientras los demás protagonistas van y vienen, encadenan romances, paranoias y accidentes, Marshall sigue fiel a su novia, planeando su futuro mientras busca trabajo en una empresa con conciencia social y ecológica. Cándido, el chaval, pero no importa: él es probablemente el único tipo normal de esta lista.
Porque hablemos claro, el caso de Waldo Geraldo Faldo es de punto y aparte. Shawn Harrison, el actor que lo interpretó, apenas sumó currículum tras el final de la serie Cosas de casa, con apariciones testimoniales en varias series olvidadas.
Waldo, su Waldo, es el prototipo de secundario de las series buenroller de los noventa, el tipo que saca de quicio a todo el mundo pero que por alguna razón está ahí, esperando su turno para que le rompan el corazón en algún capítulo especial y todos deseemos achucharle. El de Waldo era un personaje con muchas capas: su sueño era cocinar, pero a lo tonto tonteó (ejem) con la resultona Laura Winslow. A su manera.
Y no, no nos olvidamos de él. Él es Chu-chu-chuli.
https://youtube.com/watch?v=h29aUf4coLI
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