El periódico 20 Minutos cambiará de dueño en las próximas semanas. La compañía noruega Schibsted, su propietaria, se lo venderá al Grupo Heraldo, propietario de El Heraldo de Aragón y se espera que anuncie su venta antes del comienzo del verano. Esta operación irá acompañada de una reducción de su plantilla, actualmente formada por alrededor de 150 trabajadores en su redacción central y en sus delegaciones en Andalucía, Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana, han informado a Vozpópuli fuentes del rotativo.
Desde hace varios meses, han sido constantes las informaciones que han apuntado a que Schibsted quería deshacerse de este periódico ante su imposibilidad de hacerlo rentable. El rotativo ha acumulado pérdidas cercanas a los 20 millones de euros desde 2011 como consecuencia de la aguda crisis que padece la prensa gratuita, motivada por el drástico descenso de la facturación publicitaria.
La tirada de '20 Minutos' se ha reducido en unos años desde un millón de ejemplares hasta los 325.000 actuales
La venta al Grupo Heraldo aún no se ha cerrado, pero en el periódico ya se da por supuesto, según se han hecho eco varios medios de comunicación. Sus trabajadores dan por seguro que una de las primeras medidas que llevará a término su nuevo propietario será la de despedir a una parte de los trabajadores con el objetivo de paliar el déficit de la empresa, detallan desde el periódico, donde tampoco descartan que se propongan reducciones salariales.
La larga decadencia de 20 Minutos
Los problemas económicos de este medio de comunicación comenzaron con la llegada de la crisis económica a España. En ese momento, la inversión en publicidad se redujo de forma considerable en el sector, lo que ahogó a la mayor parte de la prensa gratuita. La mejor prueba de la decadencia que ha sufrido 20 Minutos desde entonces se encuentra al analizar su tirada, que hace unos años era de más de un millón de ejemplares, frente a los 325.000 actuales.
En su redacción, temían desde hace varios meses que Schibsted decidiera cerrar su filial española, de ahí que la aparición de un comprador haya sido vista como una noticia positiva -o un "mal menor"-, a pesar de las medidas de reducción de plantilla que con toda probabilidad acompañarán a esta operación.
Las intenciones de los nuevos dueños son, de momento, una incógnita, aunque los informantes consultados por este periódico descartan que pasen por prescindir de su edición impresa. "Los costes de la edición en papel son muy elevados, pero una parte fundamental de los ingresos del periódico vienen por esa vía. Por eso, cerrarla en este momento no tendría sentido", concluyen.
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