Microsoft presentó este miércoles su nuevo Windows 8 en el Mobile World Congress de Barcelona y sorprendió, sobre todo, por su cambio de estética. El sistema operativo de la empresa de Seattle se ha inspirado en versión hermana para móviles, Windows Phone, y ha creado así Metro, la nueva interfaz que pretende servir tanto para tabletas como para ordenadores con un estilo de iconos similar al de los sistemas operativos que se han comido el mercado en los últimos dos años: iOS (Apple) y Android (Google).
Los usuarios acostumbrados al Windows 7 o a versiones anteriores del sistema operativo de la compañia de Bill Gates verán un sistema que ha pretendido seguir el estilo de los sistemas operativos del iPhone y el iPad, así como de otras tabletas. Pensado casi más para pantallas táctiles que para el uso con el ratón. Si hay nostálgicos, también tendrán la opción de funcionar con el antiguo Windows 7, que se abrirá como si fuera una ventana propia. Todas las aplicaciones podrán ser ahora compartidas en la "nube" (a través de internet), continuando el modelo de iCloud que ya ha hecho popular Apple.
Precisamente una de las apuestas de Microsoft para este año es la optimización de los servicios en la nube, unos servicios que quiere dar a conocer a las pymes españolas para incrementar sus productividad y reducir sus costes. El futuro Windows 8 quiere venderse como una herramienta para optimizar estos desarrollos. Microsoft llevará a cabo esta empresa en España en colaboración con otras como Vodafone, HP, Intel o Nokia, y también con el Ministerio de Industria. El próximo lunes 5 será la puesta de largo de este nuevo proyecto.
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