Las últimas oposiciones para formar parte de la plantilla de Radiotelevisión Española se convocaron hace 15 años. Con la firma del último convenio colectivo, se abrió la posibilidad de que volviera a celebrarse un proceso de estas características, pero las turbulencias internas y los problemas burocráticos han retrasado los exámenes una y otra vez. Eso ha provocado inquietud en sus directivos y una situación compleja en varios de sus principales centros de trabajo, denuncian los sindicatos.
Hace unos días, representantes de los trabajadores se reunieron con algunos responsables de la empresa para abordar la situación de las oposiciones, entre otras cosas. Según la versión de los sindicatos, RTVE está descontenta con la forma de trabajar de la empresa Cegos, que es la encargada de la gestión del proceso de selección.
Entre otras cosas, lamentan la lentitud que ha demostrado para revelar las listas de admitidos para los diferentes exámenes, algo que ha generado incertidumbre en los inscritos, que –estiman desde UGT- ascienden a alrededor de 20.000 personas para las 1.082 plazas ofertadas.
Desde CCOO, expresaban este lunes, en una nota interna, su preocupación por la posibilidad de que el proceso se paralice y afirmaban que RTVE baraja tomar medidas contra Cegos por las anomalías del proceso.
Este periódico ha contactado con fuentes oficiales de la corporación, pero ni siquiera ha recibido una contestación al respecto.
Primeros exámenes de oposición de RTVE
La previsión es que en julio se celebren las primeras pruebas para procesos como el de especialista de prevención de riesgos; y diseño o ambientación de decorados. Sin embargo, la fecha es imposible de determinar –a estas alturas- para los procesos que más demanda han tenido. Entre ellos, el de informador, el de camarógrafo o el de realizador, explican desde los sindicatos.
Desde el sindicato USO llaman a tener en cuenta que el próximo año deben convocarse oposiciones para cubrir otras 400 plazas que quedarán vacantes. De no hacerse, los puestos que queden vacantes se cubrirán, en parte, con contratos temporales, algo que complica la situación de los centros de trabajo de RTVE.
La corporación puede disponer de un máximo del 10% de empleados con un contrato con fecha de caducidad. Sin embargo –calcula este sindicato-, actualmente hay más de 2.000. Esto sucede, entre otras cosas, por el retraso en los procesos de empleo público.
Hay que recordar que el convenio colectivo de RTVE –publicado en 2020- incluía una serie de puntos que perseguían la renovación y el rejuvenecimiento de la plantilla. Entre ellos, se encontraba un plan de jubilaciones forzosas, otro de prejubilaciones remuneradas y una cláusula que aseguraba la tasa de reposición 1 a 1 en la corporación. Es decir, que por cada trabajador que se fuera por edad, entrara otro.
Eso requería la convocatoria de concursos y oposiciones para la cobertura de esas plazas. El problema es que los dos cambios en la cúpula de RTVE –tras la salida de Rosa María Mateo y de José Manuel Pérez Tornero- ha ralentizado el proceso. También la farragosa burocracia interna y las discrepancias existentes con respecto a las categorías que debían priorizarse en el proceso para crear una radio y televisión más competitiva.
A todo esto se han unido otras complicaciones en los últimos tiempos que han enfangado todavía más el proceso. Una de ellas fue la salida del anterior director de Recursos Humanos, que obligó a buscar un sustituto, que se incorporaba este lunes a Prado del Rey.
Por otra parte, hay interesados en entrar en la plantilla de RTVE que han impugnado el proceso. Entre ellos, una mujer invidente que denunció que en las bases de la convocatoria se prohíba la participación de personas con ‘discapacidad grave oftalmológica’.
En paralelo, una plataforma de afectados anunció el pasado 9 de mayo –según recogió EFE- su intención de presentar un recurso de reposición contra las bases del concurso por no garantizar la igualdad de todos los interesados. En su texto, avisó de su intención de recurrir a los tribunales si fuera necesario para subsanar estas anomalías.
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