Que los árboles no impidan ver el bosque. El alto mando de Radiotelevisión Española ha mantenido durante las últimas semanas una disputa por los gastos que realizaron algunos miembros del equipo directivo de José Manuel Pérez Tornero durante el mandato del expresidente. La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) considera que hay facturas por más de 12.000 euros que no han sido bien justificadas. El debate sobre ese asunto ha desviado la atención sobre la forma en la que la corporación invierte los más de 1.100 millones de euros de presupuesto anual que recibe.
En el citado informe de la IGAE se observa que la partida más cuantiosa de RTVE -equivale al 39% de su presupuesto- es la de personal. Tal y como contó Vozpópuli, asciende a 450,1 millones de euros (437 en 2020), de los que 350,2 se corresponden con los salarios de sus 6.666 empleados y 91,8 con las cargas sociales. Las aportaciones a los sistemas de pensiones ascienden a 2,1 millones, las dietas de los consejeros -lo que perciben los 10 por su asistencia a las reuniones-, a 83.960 euros y el resto de gastos sociales, a 4,89 millones.
La segunda partida más importante es la de 'compras'. Es decir, la que engorda la radiotelevisión pública cuando sale al mercado para llenar su parrilla de programación o cuando contrata servicios externos. Asciende a un total de 400 millones de euros.
De esa cantidad, un total de 99,6 fueron en 2021 a la adquisición de programas, mientras que 138,96, a la compra de derechos de emisión y 113,8, a los de retransmisión. Otra inscripción en su balance, de 26,6 millones, se corresponde con acuerdos con productoras, mientras que otra, de 14,3, a cesiones para la explotación de los derechos.
Las empresas audiovisuales son conscientes del presupuesto que maneja RTVE para llenar su parrilla de programación. También de políticas que son un secreto a voces entre sus directivos, como es la de incrementar la audiencia a través de la programación de películas que requieren elevadas inversiones para momentos concretos. Por estas razones -expresan fuentes de su alto mando-, es muy habitual que sean las propias productoras o las propietarias de los derechos audiovisuales las que acudan a la corporación para tratar de 'colocar' sus productos.
Según los datos proporcionados por la propia corporación, Shine Iberia -MasterChef- fue en 2021 la productora que más facturó a RTVE, con 20 millones de euros, seguida de Ganga Producciones (con su antiguo dueño, acusado en el escándalo de Nummaria), con 18,7 millones, Bambú, con 14,1, Plano a Plano, con 13,3; Mediacrest, con 12,1; y LACOproductora -de José Miguel Contreras-, con 9,7 millones.
A esta última -que hoy es propiedad de Prisa- se le asignó hace unos meses un contrato de 5,5 millones de euros para realizar el programa 'Días de tele', presentado por Julia Otero, y con una audiencia media en sus primeras emisiones que no ha alcanzado el share diario de La 1.
¿Cuánto cuesta hacer televisión?
Hay otros costes que son inevitables, como el que tiene que ver con el transporte y difusión de los canales de TDT y radio, que ascendió en 2021 a 71,9 millones de euros (75,8 en 2020); o las de electricidad (14,3 millones), limpieza (4,1), alquiler del servicio de satélite (3,97) o telefonía (3,1).
Las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual ingresan más de 20 millones de euros anuales por parte de RTVE. La que más facturó en 2021 fue la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), con 13,8 millones a TVE y 1,56 a RNE.
Dentro del último informe de la IGAE, se analiza de forma detallada el gasto en transporte que realizan los trabajadores 'rasos' y los directivos de la corporación, que en 2021 ascendió a 9,8 millones de euros (8,3 millones en 2020, con mayores restricciones por la covid-19).
Un total de 2,3 millones fueron abonados al personal que utilizó su vehículo durante la realización de servicios, 1,2 millones al pago de taxis y 5,4 millones a abonar a los servicios que se acuerdan -generalmente, por contrato- con las empresas de transporte.
Sobre esta partida presupuestaria, los autores del informe afirman lo siguiente: “Se ha detectado que existe una falta de rigor a la hora de cumplimentar las peticiones de servicio, además de no existir una normativa desarrollada sobre la utilización de un servicio que supone un alto coste para la corporación RTVE, dejando la interpretación y control de su uso en los directores y productores ejecutivos”.
Y añade: “Existe por parte de algunos trabajadores y directivos un uso inadecuado del servicio, aprovechando un recurso de la corporación RTVE para un uso particular”.
En lo que respecta a la parte del informe que analiza los gastos de los directivos, se apuntan 12.000 euros en comidas en restaurantes, 627 en billetes de avión, 148 en trenes, 145 en cafetería, 1.567 en peajes y 1.006 en aparcamientos. Del total de 18.671 euros que aparecen en estos conceptos, más de 12.000 no fueron justificados de la forma adecuada, según el auditor.
Uno de los párrafos que ha generado más polvareda en el alto mando de la corporación es el siguiente: “Se observa un incumplimiento de los criterios de buena gestión, en lo referente a las recomendaciones de austeridad implantadas en el sector público, como puede deducirse de varias de las comidas no justificadas en la aplicación. Se han revisado las invitaciones que superaban los 50 € por comensal, o aquellas que han llamado la atención del auditor en la información extraída del sistema. Se realizan consumiciones de productos de alta calidad y, por lo tanto, de elevado coste por comensal; en algunos casos se observan elevados cargos por bebidas alcohólicas”.
Hay directivos a los que RTVE reclamó la devolución de los gastos que fueron realizados de forma irregular. El consejero José Manuel Martín Medem tiene previsto, en la próxima reunión del Consejo de Administración, exigir la dimisión de los que todavía mantienen su cargo, según ha podido saber este periódico.
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