Mar gruesa en la Agencia Efe. Una reciente auditoría interna ha hallado diferentes "actuaciones irregulares" que han provocado el despido de su exdirector financiero Miguel Ángel Muñoz, formalizado el pasado jueves. Los responsables de la empresa pública le acusan de "ocultar" una partida millonaria a la hora de formular las cuentas del ejercicio 2017 y de autorizar diferentes gastos de forma indebida a Carmen Gurruchaga, quien fuera contratada durante la presidencia de José Antonio Vera.
En el expediente que abrió la empresa a Muñoz, al que ha tenido acceso Vozpópuli, se afirma que el directivo presuntamente autorizó el pago del alquiler y los gastos de la comunidad de la vivienda particular de Gurruchaga durante los años 2013 a 2018, mientras era directora general de Negocios y Relaciones Institucionales en Brasil, por una cantidad total de 65.075,31 euros.
Muñoz también habría dado el visto bueno a dos viajes por un importe de 1.320,35 y 2.222,12 euros, que la exdirectiva realizó con la ruta Sao Paulo/Madrid/San Sebastián/Madrid/Sao Paulo.
La empresa también ha hallado pruebas de que permitió, "contraviniendo las normas internas (...) y las órdenes dadas por la SEPI", anticipos del complemento de productividad en seis ocasiones entre marzo de 2013 y agosto de 2018. Cada uno de ellos, de 1.750 euros y con Gurruchaga como beneficiaria.
Hay que recordar que esta periodista fue contratada para EFE en 2013 para la delegación de Brasil, poco después de que se planteara un Expediente de Regulación de Empleo sobre la plantilla. A su vuelta del país carioca y hasta su salida de la agencia, hace unos meses, desempeñó el puesto de directora de Comunicación en la capital madrileña.
Problema con las cuentas de 2017
Dentro del informe también se acusa a Muñoz de ocultar una partida de 1.106.521 euros correspondiente a una factura que realizó EFE al Ministerio de Defensa en 2012 por diversos servicios, que estaba pendiente de una resolución de los tribunales, que finalmente fue contraria a los intereses de la agencia de información.
La actual dirección de EFE, encabezada por Fernando Garea, culpa en el documento de incumplir con su obligación "de incluir esta partida como fallida, saldo de dudoso cobro o pérdida"; y de no informar en su momento al Consejo de Administración al respecto, lo que obligó a reformular las cuentas de 2018. Es decir, del ejercicio en el que la sentencia contra la agencia quedó firme.
El expediente -que probó faltas "muy graves"- también atribuye a Muñoz la firma de un contrato de trabajo en 2017 en el que se contemplaba una "retribución para gastos sin justificar de 1.800 dólares mensuales", pese a que la normativa interna no lo permite. Asimismo, también se le culpa de haber pagado anticipos durante los ejercicios 2017 y 2018 a la Agencia Europea de Foto y Prensa (EPA), sin contar con la autorización previa del Comité de Dirección de EFE, su accionista único. Estas facturas ascienden a un total de 272.728 euros.
Versión del exdirectivo
Este periódico ha contactado con el directivo expedientado -hecho adelantado por Prnoticias- y con Gurruchaga para intentar recabar su versión de los hechos; sin embargo, han declinado hacer declaraciones al respecto.
Sin embargo, en el pliego de descargos presentado por Muñoz expresa su "absoluto pesar, perplejidad y consternación" por la decisión tomada por EFE y por las irregularidades que se le atribuyen. "Considero que son el colofón de unos meses agónicos que se inician con el injustificado cese como director financiero, en noviembre de 2018, con una importante minoración salarial".
Desde ese momento -continúa-, "se me perjudicó al situarme en unas condiciones de aislamiento y de no darme actividad laboral alguna, con el consiguiente menoscabo en mi dignidad". Y expone: "Espero entiendas que desde este momento debo dejar constancia de la certeza de que la auténtica motivación de la incoación del procedimiento sancionador, en realidad, responde a causas totalmente ajenas a los artificiosos hechos que constan en el pliego de cargos".
En el documento, recuerda que desde que fue cesado como directivo, se le impidió el acceso al sistema informático, sin que la empresa le diera una explicación al respecto, según su versión. "Resultado del aislamiento al que he sido sometido, mantengo únicamente la memoria histórica o el mero y vago recuerdo de los acontecimientos que se citan", apunta.
A su juicio, ninguno de los hechos que se le imputan son constitutivos de falta laboral alguna, "mucho menos de carácter grave". Atendiendo a su antigüedad, además, estarían prescritos.
Oficialmente, desde la Agencia EFE han rechazado hacer comentarios de estos hechos.
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