La crisis de la prensa escrita se ha recrudecido en los últimos tiempos. Los brotes verdes que el sector observó durante 2015 y una buena parte 2016 -en los que los anunciantes salieron de la cueva tras varios años de recesión- comenzaron a amarillear hace varios meses, y eso ha provocado que las cuentas de los principales grupos editores hayan empeorado considerablemente. En el caso de Prisa, los ingresos de sus periódicos se redujeron el 10,6% en el primer semestre del año, frente al crecimiento del 4,3% que experimentaron durante el mismo periodo del ejercicio anterior.
Comparar los resultados que obtuvo Prisa Noticias entre enero y junio de 2017 con los de una década atrás, cuando la decadencia del papel todavía no era tan significativa, ayuda a cerciorarse de la dimensión de la crisis del sector y a explicar la debilidad de los grupos editores. En 2007, El País facturó 212,72 millones de euros entre el primer semestre, lo que supone aproximadamente el doble de lo que obtuvo toda la división de prensa de Prisa (El País, As y Cinco Días, principalmente) durante el mismo período de este año.
En los últimos 12 meses, el rotativo dirigido por Antonio Caño ha perdido un 12,8% de difusión –hasta los 176.703 ejemplares de media-, mientras que la cabecera deportiva comandada por Alfredo Relaño se ha dejado el 10,8% -hasta 113.995-. Esto ha sido determinante para que los ingresos por circulación de Prisa hayan caído el 14,1%, a un ritmo mucho mayor que el año anterior (2,8%), según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La facturación publicitaria de Prisa Noticias cayó el 12,9% durante el segundo trimestre del año.
Especialmente preocupante resulta el dato de la facturación publicitaria, que descendió el 9,7% durante el período enero-junio y el 12,9% en el segundo semestre. Desde luego, muy por encima de la media del sector de los medios de comunicación (-1%) y del conjunto de la prensa escrita (-9%), según los datos de la empresa i2P.
Llama la atención, en este sentido, que mientras el PIB español creció el 1,7% durante el primer semestre y el consumo privado lo hizo el 1,1%, la inversión publicitaria en medios de comunicación descendiera 1 punto. Este fenómeno resulta extraño, dado que el incremento del PIB siempre había ido acompañado de la apertura de la mano de los anunciantes. “Es posible que estemos asistiendo a un cambio estructural en las inversiones publicitarias y, en consecuencia, su relación con la economía esté variando”, precisa i2P en su informe más reciente.
No se puede vivir sólo de internet
Durante los últimos ejercicios, el desarrollo de los negocios digitales de los principales editores de prensa había permitido reducir las pérdidas (que no compensar) que les reportaba el papel. Al menos, en un acto porcentaje. Eso no ha ocurrido durante los seis primeros meses del año en el caso de Prisa. De hecho, la facturación de sus portales en internet ha aumentado el 5,2%, frente al 20,4% de 2016. En este tiempo, los ingresos por anunciantes del papel cayeron el 16,4%, mientras que los relacionados con la organización de eventos, el 42,9%.
La compañía ha justificado esta caída en los buenos resultados que obtuvo durante el primer semestre de 2016 como consecuencia de la celebración del 40 aniversario de El País y de la Eurocopa de fútbol. Sin embargo, es evidente que le ha afectado de lleno el empeoramiento de la crisis del sector, que ha situado a la prensa un poco más cerca del abismo.
Antonio Caño marcó el camino hacia lo digital que debía seguir El País cuando pronunció, en una reunión con sus redactores, la siguiente frase: "El papel es como la heroína. Nos encanta, pero nos mata". Dos años después, ni la cabecera de Prisa ni sus rivales de la prensa generalista han renunciado a su edición impresa. Entre otras cosas, porque ni internet todavía no genera ni la mitad de los ingresos que obtienen sus editores.
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