Carl Bernstein y Bob Woodward manejaron información extremadamente sensible durante su investigación del caso Watergate y ocultaron durante décadas el nombre de Mark Felt, su 'garganta profunda', quien poco antes de su muerte confesó su colaboración con los periodistas. Bernstein considera que ambos actuaron con responsabilidad y protegieron a sus confidentes, algo que -a su juicio- no realiza el fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien considera que es alguien “peligroso” y poco “responsable” que ha sido capaz de poner en peligro la vida de varias personas con sus informaciones.
El periodista estadounidense ha expresado sus reservas con respecto a la labor de Wikileaks, una plataforma que se creó para difundir 'material sensible' sobre los poderes político y económico de diferentes países, pero que Assange ha convertido en una herramienta para “transmitir sus prejuicios”, según ha declarado Bernstein este miércoles, en un desayuno informativo organizado por Vanity Fair.
El activista e informático australiano se convirtió hace unas semanas en uno de los principales aliados en internet de la Generalitat. Defendió el referéndum ilegal, la emprendió contra las Fuerzas de Seguridad del Estado y se puso del lado de los independentistas, a los que incitó a la rebelión, lo que suscitó diversas críticas. Para el descubridor del 'caso Watergate', Assange es una persona que se mueve sobre supuestas verdades preconcebidas y sus decisiones siempre desprenden un claro tufo anti-estadounidense.
Bernstein no se ha pronunciado sobre el conflicto que afecta a esta comunidad autónoma por desconocimiento, aunque ha definido como “dramáticos” este tipo de enfrentamientos, en los que una región quiere formar su propio Estado por razones económicas. En este sentido, ha comparado la escalada independentista con lo que ocurrió hace unos años en Italia, cuando la Liga Norte (Umberto Bossi) quiso separar la Padania del resto del país.
Enemigo Trump
Bernstein también se ha referido durante su intervención a la presidencia de Donald Trump, a la que ha calificado como “maligna” y perjudicial para Estados Unidos. “Así opina gente de su partido, de los servicios de inteligencia y del (alto) mando de las Fuezas Armadas. Creen que no es una persona ni prudente ni estable” y, por tanto, no está preparado para ostentar ese cargo, ha expuesto.
Pese al pesimismo con el que -confiesa- observa la 'era Trump', Bernstein celebra que su llegada a la Casa Blanca haya producido un resurgir del buen periodismo en Estados Unidos, algo que se nota en la puesta en marcha investigaciones como la relacionada con el papel que jugó Rusia en su llegada al poder (Russia-gate). En cualquier caso, ha recordado a los profesionales de los medios de comunicación implicados en esta tarea que su labor no es la de hacer caer presidentes o impulsar a nuevos candidatos, sino la de contar “lo que está pasando”.
Bernstein ha repetido varias veces durante su intervención una frase que lleva por bandera: “el periodismo debe buscar siempre la mejor versión de la verdad”. A este respecto, ha criticado que algunos medios de comunicación dejaran hace un tiempo de moverse bajo este precepto y cavaran una trinchera desde la que difundir sus argumentos viciados y prejuicios. “En Estados Unidos ha habido tantos años de guerra política y conflicto que a veces parece que no se está abierto a la verdad”, ha lamentado.
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