Carlos Alsina optó por realizar una buena parte de su primer programa de pie puesto que, si se sentaba, corría el riesgo de quedarse dormido. Su repentino paso de la franja vespertina a la matinal le causó un jet lag que ha arrastrado durante toda la semana y que se ha debido, en parte, a que ha decidido incorporarse a su puesto de trabajo a la una de la mañana, con un margen de tiempo suficiente para poder controlar "cada palabra del guión". La escrupulosidad de este locutor se contrapone con la actitud de Carlos Herrera, que “llegaba a la emisora poco antes” de que sonaran las señales horarias de las seis y que dejaba mucho más espacio a la improvisación. Esta anécdota sirve como ejemplo para ilustrar el arriesgado cambio de tercio que ha efectuado la radio de Atresmedia en su franja matinal, con nuevos conductores, nuevo carácter y nuevo sonido.
Los responsables de la radio de Atresmedia nunca han sido partidarios de acometer una revolución en el buque insignia de su parrilla, una vez conocieron la intención de Herrera de cambiar de aires. Pero han concedido a Alsina el margen de maniobra suficiente para adaptar su programa a su particular estilo de hacer radio, más calmado y ceñido a la actualidad. El que ha practicado en La Brújula durante la última década y el que ahora ha decidido trasladar a la mañana.
Entre las decisiones que ha tomado el periodista, durante los pocos días que ha tenido para planificar su programa, se encuentra la de hacer una limpia en el equipo de colaboradores de Herrera. Eso ha supuesto el "dar finiquito" Nicolás Redondo, José María Fidalgo, José María Calleja, Ramón Tamames o Joaquín Leguina. Miguel Ángel Rodríguez también ha causado baja, aunque por voluntad propia.
Alsina ha prescindido de Redondo, Fidalgo, Calleja, Tamames y Leguina.
"Es curioso, porque la percepción que existe en el mundo de la radio es que con la marcha de Herrera las mañanas de Onda Cero adoptarán un carácter menos conservador, pero la mayoría de los colaboradores de los que ha prescindido son de ideología claramente progresista", aseguran a Vozpópuli fuentes cercanas al presentador.
Como número dos de su nuevo equipo ha situado al periodista Rubén Amón, mientras que ha incorporado a la nómina de contertulios al reciente fichaje de El País, Manuel Jabois. Al resto de los colaboradores que anteriormente trabajaban con Herrera los mantendrá, al menos por el momento, precisan los mismos informadores.
Un nuevo tono para el programa
La principal misión de Carlos Alsina será la de mantener su programa como el segundo más escuchado en su franja. A corto plazo, parece un objetivo plausible, pero los analistas del sector dan por supuesto que la audiencia de las mañanas de Onda Cero se resentirá de forma notable cuando Herrera se incorpore a la Cadena COPE en septiembre. Ahora bien, tampoco esperan un "dramático" trasvase de oyentes.
Durante sus tres primeros días al frente de Más de uno, el periodista ha demostrado que su apuesta es la de realizar un marcaje a la actualidad más cercano que su antecesor, "que podía perfectamente arrancar un programa con la noticia de que Enrique Ponce ha salido a hombros de la maestranza". Alsina mantendrá su monólogo, su forma pausada de exponer sus noticias y su estilo de entrevistar, "mucho más orientado a conseguir titulares sobre temas de actualidad".
Con estos cambios, los analistas del sector esperan que Onda Cero atraiga a un público más joven, aunque reconocen que la "capacidad de enganchar a nuevos oyentes" de Alsina es menor que la de Herrera, tanto por ser menos popular, como por el "deje de locutor de programa nocturno" que mantiene y del que le costará desprenderse un buen tiempo.
Juan Ramón Lucas: continuidad, en definitiva
La segunda parte de Más de uno, la dedicada a los contenidos de entretenimiento, la dirige desde el pasado miércoles Juan Ramón Lucas. Le avala el éxito que cosechó en su anterior etapa al frente de En días como hoy, el programa matinal de Radio Nacional de España del que consiguió incrementar su audiencia en un 20 %.
Ahora bien, en Onda Cero se enfrentará a la audiencia heredada de Herrera, "más veterana y más rígida en su ideología", por lo que deberá adaptar su forma de hacer radio a esta circunstancia si no quiere perder a estos seguidores, estiman los analistas del sector. Quizá por ello, ha decidido mantener en su equipo de colaboradores a rostros como el de Juan Valderrama, el de Carlos Latre o el de Josemi Rodríguez Siero.
Desde la radio de Atresmedia, esperan que esta transición se desarrolle como la que en septiembre de 2004 culminó con la salida de Luis del Olmo de la radio y la ascensión a la mañana de Herrera. En esa ocasión, la audiencia no se resintió considerablemente y, a partir de ahí, ascendió hasta alcanzar su pico, en 2012, cuando el EGM la situó por encima de los dos millones de oyentes.
Lo que parece claro es que Onda Cero no está en condiciones de alcanzar el liderato de la radio española en este horario, que está en manos de la Cadena SER desde hace muchos años y que es prácticamente incuestionable. Su lucha será otra. Hasta septiembre, la de retener a los oyentes de Carlos Herrera. Y, a partir de ahí, la de conservar la segunda posición de las mañanas. Algo que no será fácil.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación