RTVE no es un asunto menor. Los partidos son conscientes de que la línea editorial de la radio-televisión pública puede favorecer o perjudicar sus intereses, de ahí que durante toda la legislatura la oposición haya invertido tanta energía en tratar de sustituir a sus actuales directivos. El problema es que alcanzar consensos en las Cortes Generales se ha convertido últimamente en una misión imposible, de ahí que, varios meses después de iniciar la negociación, todavía no exista un acuerdo para renovar a la cúpula de este medio de comunicación.
La última iniciativa que ha surgido para intentar modificar el actual statu quo –favorable al Gobierno- pasa por elegir un Consejo de Administración provisional que tutele este servicio público hasta que se desarrolle el reglamento del concurso por el que se elegirá a partir de ahora al presidente de RTVE. Eso requeriría una nueva modificación de la ley que genera dudas en el PSOE y en Ciudadanos.
La propuesta ha surgido de Podemos, que con esta fórmula pretende que el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, abandone su cargo el próximo mayo. A partir de ahí, se nombraría a un 'Consejo de transición' que ejercería su función en un período estimado de entre seis meses y un año. Una solución complicada, pero que ha surgido como consecuencia de la parálisis en la toma de decisiones que sufre el legislativo.
Según ha podido saber Vozpópuli por fuentes parlamentarias, los diputados José Miguel Camacho (PSOE), Guillermo Díaz (Ciudadanos) y Noelia Vera (Podemos) han mantenido este jueves una reunión informal en la que la representante del partido morado ha trasladado el borrador de la propuesta a sus interlocutores. Ninguno dará su visto bueno ni lo rechazará hasta que los líderes de sus formaciones se pronuncien al respecto.
Lo que se juega cada uno
Alcanzar un consenso, no obstante, no será sencillo. Albert Rivera es consciente de que RTVE es un cañón de largo alcance que está ubicado en territorio popular. Es decir, en la trinchera de su principal rival en las encuestas, que nadie espera que le haga ningún guiño a través de la televisión pública.
Dicho esto, la sensación que existe en el Parlamento es que Ciudadanos se encuentra “solo ante el peligro” y que cualquier pacto con la izquierda o con la derecha podría ponerle en el disparadero. De ahí que la renovación de RTVE se haya convertido en un asunto espinoso para Rivera, tal y como coinciden en señalar las fuentes parlamentarias consultadas por este periódico.
Sea como fuere, en Ciudadanos han dejado claro durante las últimas semanas que sólo aceptarán que la cúpula de RTVE se renueve a través de un concurso público. El resto de iniciativas las han rechazado hasta el momento, al considerar que son contrarias a su filosofía de regeneración política. Básicamente, porque permitirían a los partidos pactar “a dedo” a los consejeros, precisan fuentes del partido.
El PSOE apoyó el concurso en septiembre, cuando se realizó la reforma de la ley de RTVE. Sin embargo, ante la incapacidad de los partidos políticos para ponerse de acuerdo y desarrollar el reglamento, apostó por renovar el sanedrín de la corporación por la vía rápida. Es decir, consensuando los candidatos y ratificándolos por mayoría parlamentaria.
En Ferraz, la situación de este medio de comunicación público resulta incómoda, como se ha demostrado en cada una de las comparecencias de José Antonio Sánchez, en las que los portavoces socialistas han denunciado, por sistema, la manipulación informativa de los telediarios.
Mientras tanto, el PP ha optado por el inmovilismo con el objetivo de alargar el actual ciclo lo más posible. De hecho, el mandato del presidente de RTVE termina en junio y, a estas alturas, ya nadie descarta que tenga que ejercer durante unos meses en funciones, ante la imposibilidad de alcanzar un pacto para sustituirle.
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