Fue antes del verano cuando se abrió el proceso de búsqueda de concursantes para las ediciones de MasterChef de niños (Junior) y de la tercera edad (Abuelos). Poco antes, se había aprobado su renovación en la cúpula de Radiotelevisión Española. Durante el debate previo a la firma de estos contratos, hubo consejeros que señalaron la necesidad de trasladar a la productora del programa, Shine Iberia, un mensaje: que este formato es un concurso de cocina y que convendría evitar polémicas innecesarias relacionadas con el casting o con la actitud de los jueces.
También se expresó la preocupación con que el casting pudiera dar voz a personajes relacionados con el maltrato o contrarios a la vacunación en un momento sensible para la sociedad española en este sentido.
Así lo han explicado a Vozpópuli fuentes del Consejo, que recuerdan lo que ocurrió en 2020, durante la octava edición de MasterChef, cuando una concursante llamada Saray, mantuvo un encontronazo -según su versión- con uno de los miembros del jurado por la actitud que había mantenido con ella y con sus dotes culinarias. Un tiempo después, lanzó acusaciones de "transfobia" y "racismo" contra el programa.
Fueran o no ciertas, tuvieron un efecto sobre la imagen del programa, dado que varios medios de comunicación se hicieron eco de estas palabras.
En vista de estos hechos, el Consejo de Administración de RTVE debatió la posibilidad de elevar a la productora de este espacio una advertencia para que extremara los controles sobre la selección de los participantes, pero también para que evitara esas situaciones de tensión, más propias de otros reality show de las televisiones privadas.
Estas fuentes del Consejo reconocen que MasterChef es el programa más exitoso de audiencia de Televisión Española, pero apuntan a que quizás en sus últimas ediciones se ha desviado de su objetivo inicial, pues ha pasado de ser un concurso de cocina a una especie de reality donde la polémica es un ingrediente habitual.
Verónica Forqué en MasterChef
Este lunes se conocía el fallecimiento de Verónica Forqué en la capital madrileña. La actriz se suicidó pocos días después de que se emitiera la última edición de MasterChef Celebrity, de la que se retiró con el siguiente mensaje: "Estoy regular, necesito descansar, no puedo más". En alguna entrevista anterior, había reconocido su largo historial como paciente de depresión.
Este martes, varios medios de comunicación hacían referencia a su participación en el concurso de RTVE y se preguntaban acerca del criterio de selección de la televisión pública y de Shine Iberia.
Hay que recordar que la corporación ya se ha tenido que pronunciar en alguna ocasión sobre los problemas que le ha generado este programa. El Defensor del Espectador se pronunció hace unos meses sobre "el mal comportamiento de dos de los participantes de su edición Junior y por la insistencia de los miembros del jurado en preguntar a los niños y niñas por novios y novias".
Unos años atrás, en 2017, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sancionó a RTVE con 219.342 euros por emitir publicidad encubierta de bodegas y de vinos en MasterChef, cuando la corporación tiene prohibido, por ley, ofrecer anuncios en sus canales de televisión.
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