La crisis del coronavirus ha dejado en el aire una decisión importante que podría modificar las reglas del juego de la televisión de pago en España. Tiene que ver con la revisión de las 'limitaciones' que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le impuso a Telefónica en 2015 cuando compró Digital Plus a Prisa. Algo que hizo para evitar que la teleco abusara de su posición dominante en el mercado de la televisión de pago.
Entonces, le obligó a compartir con sus competidores el 50% de sus contenidos premium, entre los que se encontraba el fútbol, que es el principal producto reclamo de las plataformas de televisión de pago.
Desde ese momento, las operadoras de telecomunicaciones han utilizado una fórmula -elaborada por la CNMC- que ha servido para calcular el precio que tenían que abonar a Telefónica para poder retransmitir los partidos de los campeonatos domésticos y continentales. El cálculo se realizaba, principalmente, en función del número de abonados del interesado. Es decir, cuantos más tuviera, más debía pagar.
La decisión sobre el mantenimiento o la revocación de este sistema se encuentra actualmente en manos de la CNMC, que durante las próximas semanas deberá pronunciarse al respecto, según explican fuentes internas
Ahora bien, en el camino hay dos escollos que podrían demorar la decisión: por un lado, la crisis del coronavirus, que mantiene al organismo 'en cuarentena', a la espera de dilucidar si podría celebrar sus sesiones plenarias de forma telemática. Por otro, una cuestión meramente política y es la relativa a la renovación de la mitad del Consejo del regulador, que ejerce con el mandato caducado desde el pasado septiembre. En este grupo de cinco vocales se encuentra su presidente, José María Marín Quemada; y su vicepresidenta, María Fernández, según han explicado fuentes del regulador.
La prueba final
El levantamiento de estas restricciones de mercado dependerá de que Telefónica pase tres 'test' que realizará la CNMC, en los que se comprobará, entre otras cosas, que su supuesta posición de dominio pueda perjudicar al resto de los operadores del mercado audiovisual de pago.
En caso de que Competencia considere que no existe riesgo de que se produzcan prácticas monopolísticas, Telefónica tendría la posibilidad de decidir si explota el fútbol en exclusiva, en caso de que se imponga en las subastas de derechos audiovisuales que se convocan en el futuro. Ahora bien, fuentes del mercado no lo consideran una opción cercana, dada la dificultad que implica rentabilizar en solitario un producto con un precio tan elevado.
De hecho, el coste de los derechos que explota actualmente Telefónica es de más de 1.000 millones de euros anuales. Un coste que se abarata al compartir el producto con competidores como Orange o Mediaset.
Hay que tener en cuenta que el mercado de 2020 no es el mismo que en 2015. Desde entonces, han florecido negocios como Netflix, HBO o DAZN, que compiten por los mismos productos de ficción y deportivos. Este factor deberá ser tenido en cuenta por la CNMC al evaluar los riesgos sobre los competidores.
También han contribuido a modificar las condiciones del mercado factores como que Mediapro haya renunciado a participar en las últimas subastas de las principales competiciones. O que Mediaset, operador tradicional de la TDT, haya decidido ofrecer el fútbol a través de la servicio Mitele.
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