No había que ser muy sagaz para anticipar que, en el debate electoral organizado este martes por Televisión Española, el tema territorial iba a ser el que más fricciones generaría entre los seis participantes. Entre otras cosas, porque en esta España empeñada en mover la linde y separar Villarriba de Villabajo, el proceso soberanista se ha convertido en el pan nuestro de cada día y en el conflicto político de cabecera. Con estos ingredientes sobre la mesa, Cayetana Álvarez de Toledo (PP) le ha preguntado a María Jesús Montero (PSOE) si Pedro Sánchez tiene pensado indultar a los políticos independentistas a los que juzga estos días el Tribunal Supremo en el caso de que sean condenados y no cambie el color del Gobierno tras las elecciones generales. De paso, le ha recordado que el Ejecutivo de Felipe González perdonó la pena al general Alfonso Armada en 1988, quien fue “otro golpista”. El tono empleado por Cayetana ha sacado de sus casillas a Montero, quien, visiblemente enfadada, ha asegurado que no iba a responder a ese ataque. De paso, ha dejado entrever -de forma inconscinente- que no tenía ni pajolera idea de lo que le hablaba la interlocutora al referirse al citado militar. O no se acordaba. Cosas de la memoria
El coloquio se ha celebrado en el día de la campaña electoral en el que más se ha hablado de los debates, después de que la Junta Electoral Central excluyera a Vox del debate a cinco bandas que había organizado Atresmedia para la próxima semana. Lo ha hecho al interpretar que la normativa vigente impide participar a una fuerza sin representación parlamentaria en un acto de este tipo, pese a que iba a celebrarse a iniciativa de una empresa privada. Resulta llamativa la vigencia de una ley que impide la participación de un partido con una intención de voto tan significativa en las encuestas. Y, desde luego, si hay un perjudicado con esta decisión es el elector, que se quedará sin ver a Abascal medirse con los cuatro principales candidatos a la presidencia del Gobierno.
A la cita de TVE han acudido Álvarez de Toledo (PP), Inés Arrimadas (Ciudadanos), Aitor Esteban (PNV), Gabriel Rufián (ERC), María Jesús Montero (PSOE) y otra Montero, en este caso, Irene (Unidas Podemos). La conclusión es la de las ocasiones precedentes de este tipo, y es que en un debate a tantas bandas resulta imposible profundizar en casi cualquier tema, lo que convierte estas citas en un intercambio de mensajes propagandísticos con los que que cada participante ataca al candidato que más le conviene desde el punto de vista demoscópico. De ahí, por ejemplo, el dardo que ha lanzado la representante del PP a la del PSOE con el tema catalán; o el fuego cruzado que han mantenido María Jesús Montero e Inés Arrimadas en el mismo bloque.
La segunda ha incidido en que los gobiernos de España han sido tradicionalmente muy permeables con las exigencias de los soberanistas y María Jesús Montero, lejos de morderse la lengua, ha recordado a su contrincante que en su partido tampoco están limpios de polvo y paja, dado que negociaron con los partidos de la Generalitat la renovación del Consejo de Administración de TV3. Que no llegó a completarse, por cierto, pero que contemplaba como consejero designado por Ciudadanos a Eladio Jareño, director general de TVE y quien este martes ha recibido a los invitados en la puerta del Estudio 1. Curiosa coincidencia.
Anhelo soberanista
La cita también ha servido para demostrar que el PNV y ERC tienen diferentes estilos en sus reivindicaciones, pero que, en el fondo, ambos no tienen un especial interés por lo que ocurre más allá de las fronteras de sus respectivos territorios, con lo que ello implica. El representante del partido vasco, Aitor Esteban, ha reconocido que en esta región existen ciertas inquietudes históricas que deberán ser abordadas tarde o temprano en un proceso de diálogo que debe estar tutelado por un árbitro neutral, que nunca puede ser el Tribunal Constitucional, dado que -a su juicio- no lo es. Por su parte, el enfant terrible del independentismo catalán ha afirmado que, hace unos días, Raúl Romeva y Oriol Junqueras le emplazaron a lograr que "el independentismo, el republicanismo gane a sus carceleros”, el próximo 28 de abril.
De paso, le ha pedido a Inés Arrimadas que contenga su entusiasmo y "modere" su tono al criticar el independentismo. Ella, le ha respondido de la siguiente forma: "yo soy más moderada que tú desde que nací, chaval". Por un momento, parecía que Belén Esteban iba a pedir el turno de palabra para replicar a ambos candidatos.
Independencia...y poco más
Quizá sea pedir peras al olmo el hecho de haber sacado muchas cosas en claro del bloque de economía, pero lo cierto es que el nivel ha dejado mucho que desear. Esteban ha hablado de la necesidad de proteger el cupo vasco -el que Arrimadas ha llamado 'el cuponazo', mientras que Irene Montero ha defendido el papel protagonista de las mujeres en la mejora de las cuentas españolas. Arrimadas ha hablado de la necesidad de eliminar “los chiringuitos” y de facilitar la apertura de negocios en España, mientras que Álvarez de Toledo ha criticado a María Jesús Montero por ser representante del “catastrófico modelo andaluz”. Sobre pensiones, lo de todos los días: una discusión sobre porcentajes que no lleva a ninguna parte y que no incluye reflexiones sobre el futuro del sistema.
La cita ha estado dirigida por Xabier Fortes, quien, con ese tono pastoral, de frases eternas y tono pausado, ha aprovechado su última intervención para pedir a Pedro Sánchez que acceda debatir en la televisión pública junto con Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Lo ha hecho mientras la realización mostraba un incomprensible plano cenital, de su calva, que no venía muy a cuento. A continuación, ha dado las buenas noches en gallego, por si no había quedado claro que el tema territorial había sido el más importante, y que aquí, en España, coexisten unos cuantos especialmente obsesionados por defender lo suyo. Algunos, sólo lo suyo.
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