El Grupo Zeta y los trabajadores de El Periódico de Catalunya han llegado en la madrugada de este jueves a un acuerdo de mínimos para desconvocar la huelga que habían convocado sus sindicatos, que ha provocado que el diario no haya salido a la calle durante los tres últimos días. Las partes han alcanzado un pacto sobre la devolución de algunos conceptos salariales que la empresa presidida por Antonio Asensio Mosbah ha descontado a sus empleados desde el pasado 1 de abril, han explicado a Vozpópuli fuentes implicadas en las conversaciones.
Los trabajadores de El Periódico aprobaron el pasado 2 de mayo un calendario de cinco días de movilizaciones (del 15 al 19 de mayo), después de que la empresa impusiera “de forma unilateral” un recorte del 16% de sus salarios.
El Grupo Zeta avanzó esta medida el pasado marzo, pocos días antes de que concluyera un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que supuso, desde 2014, un recorte del 9% “sobre todos los conceptos retributivos” de los empleados de la cabecera, incluidos los variables.
Durante la tarde del martes, la empresa y los representantes sindicales de El Periódico negociaron para intentar llegar a un acuerdo de mínimos que garantizara que el rotativo saliera a la calle durante el resto de la semana. Sin embargo, el pacto fue imposible por la distancia existente entre las partes.
En la noche del miércoles se reanudaron los contactos, que desembocaron en un acuerdo que mínimos que se firmó alrededor de las 3 de mañana. Las posturas siguen siendo lejanas en varios puntos, de ahí que se prevea otra dura jornada de negociación para este jueves.
Dura negociación
La compañía editora quiere aplicar el 16% de rebaja salarial hasta 2020, con un recorte directo del 8% de la retribución y otro del mismo porcentaje a través de un nuevo ERTE. Sus responsables se niegan a hacer extensiva este tijeretazo a su personal directivo, dado que inciden en que en los últimos años sus sueldos han caído entre el 25 y el 30%. Tampoco quieren comprometerse a no ejecutar despidos durante el próximo trienio.
Los trabajadores quieren negociar una posible suavización del recorte salarial que propone la empresa. Por ejemplo, mediante un plan de bajas voluntarias. Durante los días precedentes, el Grupo Zeta se ha negado de forma tajante a ceder ante esa petición, alegando dificultades económicas.
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