Los efectos de la crisis del coronavirus en el sector de los medios de comunicación son todavía insondables, aunque se intuye que serán muy negativos para un sector que ha sufrido las vacas flacas desde que estalló la 'gran recesión' de 2008. Los expedientes de regulación temporal de empleo que han presentado las empresas durante los últimos meses han retrasado los procesos de despido colectivo, si bien en las redacciones de los grandes grupos se teme que en los próximos meses las plantillas puedan adelgazar considerablemente, ante la compleja situación económica del sector.
Hubo un punto en la negociación de los ERTE que fue prácticamente común en todos los grupos de prensa: los sindicatos pidieron a las empresas que se comprometieran a no realizar despidos tras esta medida de ajuste temporal, pero ninguna ofreció garantías al respecto. Básicamente porque la incertidumbre que ha generado el coronavirus hace imposible determinar la magnitud del agujero que la crisis dejará en sus cuentas. Por tanto, es difícil saber si las compañías editoras podrán mantener a sus plantillas con su actual dimensión.
En este contexto, los primeros despidos no se han hecho esperar, pues, según ha denunciado el Sindicato de Periodistas de Madrid, durante las últimas semanas se han producido 16 salidas en Europa Press y 9 en el periódico La Razón.
Desde el Comité de Empresa de la agencia de noticias inciden en que, en una reciente reunión con la empresa, sus responsables apuntaron a que “la situación no requería la adopción inmediata de medidas negativas como recortes o despidos” y se comprometieron a consultar con el comité y los delegados antes de proceder con recortes para que pudiéramos plantear alternativas distintas a los despidos. Sin embargo, a la hora de la verdad no ha sido así y recientemente han rescindido 16 contratos de forma unilateral, lamentan.
En el periódico de Planeta, las salidas se han justificado por razones económicas y organizativas; y han afectado, principalmente, a algunos de los periodistas más veteranos del diario. Los representantes de los trabajadores han señalado que estos despidos se han producido tan sólo unos meses después de que su plantilla asumiera recortes salariales para garantizar la sostenibilidad del proyecto.
“La empresa nos ha comunicado que existe un plan de reorganización vinculado a un nuevo impulso para la web, con un nuevo diseño que permita que la compañía siga avanzando. Pero entendemos que esos detalles que afectan a la totalidad de los trabajadores del periódico deben ser comunicados a una plantilla que lleva cuatro meses trabajando a ciegas, desde su casa, sin contacto en muchos casos con los responsables. Una situación que genera incertidumbre y dudas sobre muchos aspectos. No sólo sobre la continuidad del proyecto, también sobre el día a día de su actividad”, lamentan en una nota distribuida entre sus empleados.
Malos augurios
Estos 25 despidos podrían ser los primeros de una larga lista dentro de los medios de comunicación. De hecho, fuentes conocedoras de la negociación de los ERTE de Prisa y Unidad Editorial inciden en que estos grupos no se comprometieron a evitar un Expediente de Regulación de Empleo antes de final de 2021.
Los datos del negocio no son especialmente buenos. Según la consultora i2P, la publicidad en el sector cayó de media el 34,5% durante el primer semestre de 2020, en comparación con el mismo período del año anterior.
En televisión, el descenso fue del 32,1%, frente a la bajada del 41,2% de la prensa, del 20,5% de los medios digitales, del 34,4% de la radio, del 39,1% de las revistas y del 52,8% de los dominicales.
Durante el pasado junio -según la misma consultora-, la ocupación publicitaria en televisión fue el 11,39% menor que en el mismo mes de 2020; la de la radio, el 12,9; la de la prensa, el 40,6%, la de las revistas mensuales, el 69,1; y la de las revistas semanales, el 59,97%. En Internet, los impactos mejoraron el 9,34%.
Por otra parte, otro de los problemas que ha generado la crisis del coronavirus en los medios -según coinciden fuentes de estas empresas- es el que ha afectado a sus nuevos modelos de negocio digitales. Esto se ha notado especialmente en prensa, donde algunas de las principales cabeceras españolas habían puesto en marcha muros de pago en sus ediciones digitales para tratar de obtener nuevas vías de ingresos.
Esta situación podría dificultar la maduración de un mercado que en España tiene pocos ejemplos de éxito.
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