Las últimas maniobras financieras planteadas por Prisa han aliviado sus urgencias económicas, pero ni mucho menos han corregido el desequilibrio que existe en su balance desde hace una década y media. De hecho, su deuda volvió a aumentar en 2022. Lo hizo el 12,2%, hasta los 925 millones de euros, según los resultados que ha reportado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La deuda bancaria bruta de la compañía presidida por Joseph Oughourlian ascendía el pasado 31 de diciembre a 1.011 millones (+6,6%). De esta cantidad, 980,8 millones deberán amortizarse a largo plazo y 30,8 millones, a corto.
Hace un año, los adeudos netos ascendían a 825,1 millones de euros (según el criterio de contabilidad NIIF 16), mientras que en los últimos meses han aumentado en 100 millones. De la cantidad total, está descontado el montante obtenido tras la emisión de bonos convertibles en acciones -cerrada hace unas semanas-, que ascendió a un total de 189,5 millones de euros.
El volumen del pasivo se ha incrementado, entre otras cosas, por la inversión de 32,1 millones de euros que sirvió para adquirir la participación que mantenía el Grupo Godó en la Cadena SER; o por los 20,8 millones de los gastos derivados de la refinanciación de la deuda; o los 18,3 millones que se destinaron al pago de indemnizaciones al personal, según detalla el grupo.
Hay que recordar que Prisa tuvo que lanzar el citado programa de compra de bonos a finales de 2021 ante las dificultades que le generó el encarecimiento de su deuda, como consecuencia de la subida de los tipos de interés en la zona Euro.
Los títulos del grupo cotizan actualmente a 35 céntimos. Su valor se incrementó el 30% después de que se cerrara la última ronda de financiación, pero durante las últimas semanas ha descendido el 13% ante la compleja situación del grupo.
Las dificultades de Prisa
Desde el punto de vista operativo, su 2022 fue mejor que 2021. Sus pérdidas se redujeron el 88%, hasta los 12,9 millones de euros y su facturación creció el 14,7%, hasta los 850,2 millones. Su resultado EBITDA se incrementó el 118%, hasta los 137,6 millones.
Ahora bien, el importe de la deuda de la compañía es superior a los ingresos que obtiene en un año de actividad, lo que ilustra sobre las dificultades de Prisa para hacer frente a determinados contratiempos que surjan en los mercados en los que opera a ambos lados del Atlántico.
La facturación de Prisa Media mejoró el 5,3% -403,8 millones de euros-, lo cual se debió al crecimiento de los ingresos publicitarios (+3,8%) y a la apertura de nuevos negocios en el ámbito digital. En este tiempo, los abonados a El País pasaron de 177.000 a 266.000, los cuales aportaron unos ingresos de 14,2 millones de euros (+36,5%).
Durante el pasado ejercicio, las radios de Prisa -incluida su actividad de radio digital- obtuvieron 242,6 millones de euros (+10,7%), mientras que sus periódicos, un total de 153,9 (-5,6%).
El negocio de Santillana también remontó en 2022, entre otras cosas, por el levantamiento de las restricciones que existían en los centros educativos de varios países latinoamericanos como consecuencia de la pandemia de covid-19. Los ingresos que obtuvo el grupo a través de su área de educación fueron de 447,4 millones de euros (+24,7%).
La importancia de este negocio -comandado por Francisco Cuadrado- dentro del perímetro de la compañía es fundamental, dado que aporta el 70% de su EBITDA y el 52% de su facturación.
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