La voz de Manu Carreño ha acompañado en las últimas semanas a los partidos de la selección española en la Eurocopa, junto con la de Kiko Narváez y José Antonio Camacho. La audiencia de estos encuentros ha sido sobresaliente, pero no ocurre igual con otros proyectos audiovisuales comandados por el locutor vallisoletano.
El pasado 6 de julio se conocían los datos de la segunda ola del año del Estudio General de Medios y trascendía un dato preocupante para Carreño: su programa en la SER, El Larguero, perdía 75.000 oyentes y se quedaba en 671.000. El espacio que durante tantos años fue líder de la radio deportiva nocturna se alejaba de esta posición, que actualmente ostenta Juanma Castaño, en COPE, con 825.000 seguidores.
Castaño llegó a las noches de COPE en 2016, con 472.000 oyentes y ha mejorado significativamente ese dato. Entonces, El Larguero sumaba 915.000 fieles que cada noche seguían a José Ramón de la Morena.
Entonces, el periodista de Brunete fichó por Onda Cero y Manu Carreño tomó las riendas del programa. La fórmula funcionó bien al principio, dado que la SER obtuvo en esa franja horaria 1.020.000 oyentes en la última ola del EGM de 2016. Sin embargo, a partir de ahí inició un declive que no se ha frenado, hasta el punto de quedarse a 154.000 oyentes de COPE en el último estudio de audiencias.
A estas alturas, se puede decir que la única gran beneficiada de la marcha de De la Morena a Onda Cero es la radio de los Obispos, dado que la SER empeoró su audiencia y la cadena de Atresmedia no la mejoró. De hecho, el citado locutor abandonará la profesión este verano con 201.000 oyentes. Un dato muy por debajo del que se esperaba tras su fichaje.
Manu Carreño por detrás de Pedrerol
Las cosas no van mucho mejor para Carreño en la televisión. Los tiempos en los que Los Manolos eran una referencia a mediodía, en Cuatro, y marcaban audiencias de dos dígitos quedaron muy atrás. Los datos de Kantar Media indican que la decadencia del programa se inició antes del despido de Manolo Lama, en septiembre de 2016.
La cuota de pantalla que registró este espacio ese mes fue de 8,7 puntos, frente a la de 9,4 que logró un año antes. A partir de ahí, con Carreño como la gran cabeza visible del programa deportivo, la audiencia se resintió y descendió progresivamente hasta el 3,9% del pasado junio.
Cuatro gozó hace unos años de un dominio absoluto sobre La Sexta en ese momento del día, pero ese privilegio lo perdió hace un tiempo. De hecho, Josep Pedrerol, con Jugones, cerró el mes pasado con el 6,4% de share a esa hora. Es decir, 2,5 puntos más que su principal competidor.
La máxima diferencia se registró en abril y mayo de 2020, cuando Pedrerol logró 6,6 y 6,2 puntos de cuota de pantalla y Deportes Cuatro, 2,9 y 2,8.
Junio fue un buen mes para Telecinco y también lo será julio, dado que su dato de audiencia estará engordado por la Eurocopa de selecciones. La voz de Manu Carreño ha narrado durante las últimas semanas algunos de los partidos más importantes del torneo.
Sin embargo, se irá de vacaciones con unos registros preocupantes en dos de sus proyectos audiovisuales, a los cuales los televidentes no han acompañado en los últimos tiempos.
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