El ‘ascenso’ de Borja Prado en Mediaset España –donde es consejero dominical- supondrá una mejora de sus ingresos dentro de la compañía. Salvo sorpresa, el empresario será nombrado este miércoles presidente del consejo de administración de la filial televisiva española de los Berlusconi. Sucederá en el cargo a Alejandro Echevarría, quien en el último ejercicio completo recibió una remuneración de 1 millón de euros.
Tal y como se especifica en el documento que determina la ‘política de remuneraciones’ de Mediaset España para el período 2021 – 2023, Prado tendrá derecho a una retribución fija como consejero de la sociedad y a un sueldo adicional que se le asigna por “la especial dedicación que exige el cargo”. Su cuantía –no detallada- la determina el órgano de gobierno del grupo.
Durante el año 2020, Echevarría percibió un montante total de 1.025.002 euros por parte de Mediaset, de los que 75.000 procedieron de su retribución fija como vocal de Mediaset España, 52.000 de sus dietas por la asistencia a las reuniones del Consejo y 11.000 de una ‘gratificación extraordinaria’ que se le otorgó.
Su ‘sueldo’ como presidente fue de 634.649 euros, mientras que su retribución variable –ligada a objetivos-, de 252.353. Sus emolumentos fueron los segundos más altos del Consejo, por detrás de los de Paolo Vasile, el director de operaciones, que percibió 1,9 millones.
Según ha adelantado este martes El Confidencial, Prado heredará este puesto y Paolo Vasile -69 años- se mantendrá como consejero delegado. Este periódico ha contactado con fuentes oficiales de Mediaset para tratar de obtener su versión al respecto de estas decisiones, pero han declinado hacer comentarios hasta después de la reunión de este miércoles de su órgano de gobierno.
Borja Prado en Mediaset
Otras fuentes de la compañía apuntan a que Prado –expresidente de Endesa y Mediobanca, con vínculos evidentes con Italia- ejercerá de representante institucional del grupo en un momento en el que Mediaset España defiende sus intereses ‘en solitario’ tras abandonar UTECA, que es la patronal que engloba al resto de las televisiones que tienen al menos una licencia de televisión digital terrestre.
El primer frente con el que se encontrará el nuevo presidente, en este sentido, será la aprobación de la Ley General de Comunicación Audiovisual, que lleva varios meses en tramitación y que las televisiones privadas esperan que iguale en ‘obligaciones’ a las empresas tradicionales y a las nuevas formas de negocio, tanto en el terreno comercial como en el de contenidos.
En otras palabras, reclaman que las limitaciones que tienen los licenciatarios de TDT para emitir contenidos publicitarios y no aptos para menores también se le apliquen a las OTTs (Netflix, HBO, Amazon Prime Video) y a los streamers de Twitch y YouTube.
El momento también será importante para el conglomerado mediático de Berlusconi, dado que 2022 será un año relevante dentro del proceso de integración de sus negocios en Europa (Media for Europe), tanto en Alemania como en Italia y España. La sede social del grupo estará ubicada en Países Bajos.
Durante los últimos años, el líder de este grupo de medios de comunicación ha sido Vasile. El negocio de la TDT no ha sido tan boyante como antes de 2008, pero Mediaset ha obtenido beneficios millonarios durante los últimos años y ha sido el grupo de medios más rentable de España.
Desde la última parte de 2021 la situación ha cambiado sustancialmente. Entre otras cosas, porque Antena 3 ha arrebatado a Telecinco el liderato de audiencia de la televisión lineal, lo que podría afectar a sus ingresos publicitarios.
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