Medios

El insoportable sonsonete mediático con el 8-M

Quien busca encuentra y, como es la semana del 8M, los medios han demostrado en los últimos días un especial empeño por mostrar a su audiencia las múltiples formas de

  • Una joven habla por un megáfono durante la manifestación en Barcelona del 8-M

Quien busca encuentra y, como es la semana del 8M, los medios han demostrado en los últimos días un especial empeño por mostrar a su audiencia las múltiples formas de practicar el machismo. La más conocida tertulia mañanera de la televisión alteró el miércoles su guión para ilustrar sobre la imbecilidad del concejal de un pueblo de Granada (de Vox) que, durante un pleno municipal, decidió tirar de argumentario de barra de bar y comenzó a lanzar 'perlas' sobre el nivel del deporte femenino o sobre la utilidad de los piropos.

Los populismos son especialistas en redactar leyes universales a partir de hechos aislados; y ya se sabe que el feminismo contemporáneo se rige por esas normas. Por tanto, si el concejal de un partido se expresa como un Neanderthal, todos los miembros de esa fuerza son neanderthales. O incluso todos los hombres. Ejemplos de esta actitud revanchista sobran en el discurso de las portavoces feministas.

Los medios ejercen de vectores de este pensamiento nocivo, que alcanza niveles esperpénticos en el debate sobre la 'igualdad'. Hay un periódico digital que tiene un blog dedicado a los micromachismos, en el que se alecciona a los lectores sobre formas tan lacerantes de discriminación como la que se produce cuando un camarero sirve al hombre la bebida alcohólica y a la mujer el refresco.

Otro caso es el de este artículo, reproducido por el diario Público, que comienza con la siguiente frase: “Sin perspectiva de género no hay justicia para las mujeres”. La firmante ostenta un cargo en el rancho de Irene Montero y llega a esa conclusión después de que el Consejo General del Poder Judicial se pronunciara en contra la la ley del 'sólo sí es sí'. Por esta razón, cabe deducir que la justicia es machista. Recapitulemos: redactar leyes universales a partir de hechos concretos.

Medios volcados con el 8M

Da la impresión de que cualquier cosa relacionada con el feminismo, la igualdad y la transexualidad sirve en estos primeros días de marzo para alimentar la maquinaria mediática, deseosa de demostrar adhesión al 8M, pese a que este año no tenga permitido mostrar su fuerza en la calle, al menos en Madrid.

Ya se sabe que en los tiempos que corren, no resulta estético ni rentable quedar al margen del carnaval morado que se organiza con motivo el Día de la Mujer, donde las reivindicaciones más razonables quedan sepultadas bajo las toneladas de propaganda del feminismo radical de Irene Montero y compañía; y bajo el manto de postureo e hipocresía de la beautiful people mediática.

Resulta inolvidable la adhesión al movimiento, hace un par de años, de Ana Rosa Quintana, Susanna Griso y demás divas televisivas. Días antes de la movilización, nutrieron sus programas con un sinfín de contenidos relacionados con el 8 de marzo y disertaron durante muchos minutos sobre la posición desfavorecida de las mujeres en la sociedad.

Los ciudadanos han perdido de vista la evidencia de que, cuando existe un apoyo tan grande a una causa, generalmente es porque está sustentada por una minoría privilegiada que quiere mantener su estatus o alcanzar unos objetivos.

Cuando el espectáculo terminó, volvieron a exponer los pormenores de la muerte de la Blanca Fernández Ochoa, de la Diana Quer o de la Marta del Castillo de turno, pues parece que las mujeres que sufren desgracias mediáticas no son merecedoras del derecho a la intimidad. Pero eso son minucias. Lo importante es prestar apoyo al 8M, que es la causa de moda de turno y genera audiencia y buena reputación. Negarse a hacer ese paripé hipócrita -que hacen todos los medios en estos días- en los medios o en las redes sociales equivale a ausentarse de una misa de domingo en la Castilla de la posguerra. Es decir, a ser señalado. Hay que participar de la farsa mediática.

Lo que han hecho algunos medios este año también ha sido patético: hasta el mismo día en que se han prohibido las manifestaciones en Madrid, que fue el jueves 3, ha habido quien ha defendido la seguridad de estas movilizaciones en las tertulias. Hace unos meses, esos mismos la emprendían contra los manifestantes el madrileño Barrio de Salamanca. Anteayer, hacían lo contrario con el 8M. Y ya, ayer, como el Gobierno había avalado la suspensión, cambiaron de parecer. La lógica y la coherencia no son importantes cuando uno ha decidido ser vasallo a cambio de ganar más dinero.

Los medios, cautivos

Pero así es el mundo de hoy. Los medios han decidido condicionar su agenda a los intereses políticos y empresariales; y los ciudadanos han perdido de vista la evidencia de que, cuando existe un apoyo tan grande a una causa, generalmente es porque está sustentada por una minoría privilegiada que quiere mantener su estatus o alcanzar unos objetivos.

El 8M es el mejor ejemplo de ello. Al feminismo radical liderado por Irene Montero le sirve para conservar su inmerecida posición; a las empresas que crean campañas publicitarias a partir del Día de la Mujer, para hacer negocio; y a los medios, para ganar audiencia.

Entre todos, han conseguido que quien cuestione ese paripé sea caricaturizado y, peor, vilipendiado. Porque las llamadas causas justas están hoy custodiadas por auténticos perros de presa. Y, claro, se alimentan de la necedad de los que aplauden sin reflexionar. Entre ellos, algunos de los periodistas a los que usted considera referentes.

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