“José Luis Gutiérrez está tendido y muerto en el pasillo de su casa, cerca de su dormitorio”. En estos dramáticos términos revela hoy Raúl del Pozo, en su columna diaria “El Ruido de la Calle”, contraportada del diario El Mundo, la forma en que ayer lunes se enteró del fallecimiento en Madrid del también periodista y editor José Luis Gutiérrez, amigo personal, como tantos otros, de Del Pozo. El cuerpo sin vida del periodista que fuera director de Diario 16 y protagonista relevante de la Transición apareció en su casa, situada entre el Retiro y el Museo del Prado.
Fue el sobrino de Gutiérrez y también periodista, Borja Martínez, quien, en los términos transcritos, informó a las 12,33 de la mañana de ayer a Del Pozo del fallecimiento de El Guti, como era universalmente conocido dentro de la profesión el periodista leonés, que en los últimos años firmaba una críptica columna en el diario dirigido por Pedro J. Ramírez bajo el seudónimo de Erasmo.
“La muerte le llegó súbita e inesperadamente con pasos cautelosos a su casa entre el Retiro y el Museo del Prado, donde vivía como un león enjaulado”, escribe hoy Del Pozo en su columna. Su sobrino, una de las personas más cercanas al fallecido en los últimos tiempos, no había notado nada extraño en el periodista, de 68 años de edad: “Hablé con él el sábado sobre el cierre de la revista (Leer), me dijo que llevaba un par de semanas de molestias, pero ese día lo encontré ya bien”.
La autopsia de José Luis Gutiérrez se realizó ayer lunes en el Instituto Anatómico Forense y hoy martes sus restos serán trasladados a la sala 22 del Tanatorio Norte de Madrid. El velatorio se iniciará a las 19.00 horas, y el entierro tendrá lugar a las 12 horas de mañana miércoles en el cementerio de El Pardo.
Comienzo en la metalurgia, final consagrado al periodismo
Licenciado en periodismo en 1971, Gutiérrez comenzó como auxiliar de redacción de la ya desaparecida revista SP y en 1976 ingresó en la redacción de Diario 16, periódico del que fue nombrado director en 1992. Permaneció en el Grupo 16 un total de veintiún años, dieciséis en Diario 16 y cinco en Cambio 16. Durante su prolongada trayectoria profesional trabajó durante algunos meses en la Agencia Efe y en 1972 participó en la fundación, junto con Juan Luis Cebrián, de la revista Gentleman, una publicación mensual crítica con el régimen de Franco, de la que fue director en 1973 y 1974, según la biografía de su propia página web.
Gutiérrez conoció y practicó todos los palos periodísticos, desde el modesto reporterismo hasta la dirección de un medio, pasando por las facetas de investigador, tertuliano, columnista, enviado especial, articulista y corresponsal, entre otras. En 1998, Gutiérrez adquirió la cabecera de la revista Leer, dedicada a los libros y la cultura en general, a la que estaba dedicado en cuerpo y alma. Un año después recibió el Premio Nacional al Fomento de la Lectura.
