Una decena de trabajadores de El Mundo han pedido su salida del diario. Entre ellos están los periodistas Eduardo Suárez y María Ramírez, antes corresponsales en Washington y ahora en Europa, que fueron sancionados el pasado verano por asegurar en twitter que el director del rotativo, Casimiro García-Abadillo, había censurado a la informadora Ana Romero. Se da la circunstancia de que Ramírez es la hija del exdirector del periódico, Pedro J. Ramírez. Las peticiones para dejar el diario de Unidad Editorial traen causa de la última bajada salarial a los empleados. Estos tienen hasta el próximo lunes, 8 de septiembre, para reclamar la desvinculación voluntaria de la empresa.
María Ramírez y Eduardo Suárez, que recibieron la sanción disciplinaria más dura de la historia del periódico por criticar a su director, formalizaron este mismo miércoles sendas peticiones para salir del periódico, según ha podido confirmar Vozpópuli. Pero ellos no son los únicos que se marchan, puesto que entre diez y quince empleados han pedido abandonar El Mundo. Y podría haber más salidas, incluidas algunas más que sonadas. De hecho, fuentes de la redacción aseguran que muchos redactores barajan estos días apuntarse a las desvinculaciones voluntarias que ofrece la empresa. Aunque el listado definitivo de empleados que solicitan desvincularse de la compañía se conocerá el lunes de la semana que viene, cuando termina el plazo para cursar estas peticiones.
Unidad Editorial tiene reservado el derecho de veto y puede impedir la salida de cualquiera de los periodistas que la solicite
A principios del pasado julio, la plantilla de Unidad Editorial aprobó en asamblea la enésima bajada salarial de los últimos años. Votaron 1.004 de los 1.369 empleados. Hasta 673 trabajadores apoyaron la medida, frente a 275 que votaron en contra y 56 que lo hicieron en blanco. El acuerdo suscrito entre los representantes de los empleados y la compañía incluía la posibilidad de que todos aquellos que no estuvieran de acuerdo con la reducción salarial podrían solicitar de forma voluntaria su desvinculación. Eso sí, la antigua Unedisa se reservó el derecho de veto y, por tanto, puede impedir la salida de cualquiera de los periodistas que lo solicite. Por ello, entre otras cosas, no se trata de un plan de bajas incentivadas, sino de una suerte de deferencia de la empresa. Se estipularon dos plazos para apuntarse. Y el último termina, como se ha dicho, el 8 de septiembre.
El proceso estaba siendo muy tranquilo y pocos periodistas habían pedido su marcha, pero la posibilidad de una fusión con Vocento multiplica las dudas de muchos
Todo el proceso se está desarrollando con cierta calma y, de hecho, no se han apuntado demasiados periodistas del grupo. Sin embargo, en las últimas horas a muchos de ellos se les multiplican las dudas. Entre otras cosas por la incertidumbre que genera la posibilidad de una absorción de Unidad Editorial por parte de Vocento, cuyas negociaciones avanzadas ha ido revelando este diario. Asimismo, aumentan las dudas debido a las últimas informaciones sobre la posibilidad de que Pedro J. intente hacerse con el rotativo que fundó y, en su defecto, ponga en marcha una nueva cabecera.
¿Planes de Pedro J.? ¿Fichajes?
De hecho, una vez que Vozpópuli desveló este lunes que Pedro J. ha transmitido a Rizzoli sus intenciones de comprar El Mundo y después de que el interesado lo confirmase, se han disparado las informaciones sobre las posibles intenciones del periodista. Sin ir más lejos, este miércoles el diario Prnoticias publicaba que la cabecera que fundará se llamará El Universal y que será online con una edición impresa los fines de semana. Además, dicho portal asegura que suenan como posibles fichajes en el nuevo proyecto la citada Ana Romero, que dejó el diario por sus desavenencias con Abadillo, y el conocido Eduardo Inda, quien gozaba de la total confianza de Ramírez.
Hipótesis aparte, lo cierto es que existe cierta convulsión en la redacción de El Mundo. Se disparan los rumores y el ambiente no es el mejor, según algunas fuentes. No puede olvidarse que hace unos días tuvo lugar un episodio inesperado, cuando la edición andaluza del rotativo ignoró un acto de Pedro J., algo que no gustó nada ni al propio interesado ni a muchos otros en la empresa. Llovía sobre mojado después del incidente entre García-Abadillo y Ana Romero que le costó una sanción de empleo y sueldo a los dos redactores que ahora han decidido pedir su salida.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación