Los periodistas y la plantilla de EL PAÍS hemos decidido mostrar ante la opinión pública nuestra reprobación al presidente del diario EL PAÍS y presidente ejecutivo de PRISA, Juan Luis Cebrián, en los siguientes términos:
Consideramos inmoral y contrario a los principios deontológicos recogidos en el libro de estilo que el presidente se embolse millones de euros mientras intenta despedir a 149 compañeros. La causa no es la gravedad de la crisis ni la bajada de ingresos. EL PAÍS no tiene pérdidas. Necesita entregar nuestras cabezas a don Nicolas Berggruen, el financiero al que ha malvendido el control de la empresa. A cambio, está recibiendo uno de los sueldos más elevados de todos los directivos europeos.
Los periodistas y la plantilla reprobamos las declaraciones de Cebrián, el pasado viernes, en las que consideró que los mayores de 50 años no pueden tener “los perfiles profesionales para el modelo de periódico que queremos tener”, así como el hecho de que haya amenazado con acusar de sabotaje a aquellos periodistas que retiren la firma de sus informaciones como muestra de protesta ante el despido de 149 compañeros.
La plantilla reprueba, por último, que a pesar de la nefasta gestión realizada en PRISA, y de haber perjudicado a los accionistas del grupo, tanto en Madrid como en Nueva York, el señor Cebrián se haya embolsado 13 millones de euros en el ejercicio de 2011, y que se haya aumentado en un 30% los bonus para 2012, según consta en la documentación enviada por la misma empresa a las Comisión Nacional del Mercado de Valores. Todo ello, tras haber llevado el precio de la acción de 19,70 Euros a 0,30 céntimos.
Por todo ello, los periodistas y trabajadores de EL PAÍS exigimos a Juan Luis Cebrián que devuelva buena parte de los millones que se ha llevado estos años con el fin de ayudar a facilitar el futuro de esta empresa y recupere un mínimo de la dignidad que se está dejando en el empeño de despedir a uno de cada tres trabajadores de EL PAÍS.
Los primeros 36 años de EL PAÍS constituyen la historia de un éxito indiscutible. Para explicarlo, hay que conocer el compromiso con este proyecto de toda la plantilla. Trabajar en EL PAÍS ha sido siempre algo más que un empleo. Es además un motivo de orgullo y responsabilidad. En los momentos actuales de dificultad económica, precisamente cuando más necesario es ese compromiso en todos los estamentos del periódico, los trabajadores comprobamos con estupor e indignación creciente cómo cada semana el presidente de EL PAÍS y consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, descalifica nuestro trabajo, denigra públicamente el periódico que debería defender con uñas y dientes y se burla de los centenares de miles de españoles que a diario acuden al quiosco para pagar por el producto que hacemos entre todos.
Nuestro compromiso con EL PAÍS no está en cuestión. Tampoco nuestra responsabilidad para sostener la empresa y seguir sacando adelante un producto informativo que ha contribuido a elevar la calidad de la democracia en España. Ahora creemos llegado el momento de que el señor Cebrián demuestre la suya.
Firmado: el Comité Intercentros en nombre de los trabajadores de EL PAÍS.
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