En una jornada electoral en la que las encuestas a pie de urna fallaron estrepitosamente y volvieron a dejar en evidencia los métodos empleados por las empresas que las elaboraron, las televisiones comenzaron hablando de un Gobierno de cambio y terminaron preguntando a sus espectadores si Pablo Iglesias debería dimitir. Los periodistas que avisaban a última hora de la tarde del vigor de la izquierda, cerraron sus programas, pasada la medianoche, reconociendo la fuerza de un Mariano Rajoy que, como dijo Carlos Herrera, ayer mismo no se hubiera creído estos resultados "ni harto de vino".
El líder de audiencia durante las últimas citas electorales, Antonio García Ferreras, desempolvó 'el pactómetro' que inventó el pasado diciembre y lo volvió a utilizar para imaginar pactos posibles e imposibles; y para realizar múltiples combinaciones para gobernar España: desde "las clásicas", que serían las conformadas por PSOE+Podemos y PP+Ciudadanos, hasta las más inverosímiles, en las que el Parlamento quedaría dividido entre quienes apoyarían un referéndum de autodeterminación en Cataluña y los que no quieren ni oír hablar de esta posibilidad.
Sostres: "Hay que hacer un elogio al marianismo, es el material más duro y más resistente"
Al igual que ocurrió en los anteriores comicios, ninguna de las combinaciones lógicas que efectuó con este artilugio -ni los demás medios de la competencia- deparó una mayoría absoluta, lo que llevó a una buena parte de los contertulios a concluir que, si bien es evidente que el PP ha salido reforzado de este 26 de junio, no hay que perder de vista que bien podrían los ciudadanos tener que volver a votar dentro de unos meses en unas terceras elecciones generales si los partidos se enrocan. Una actitud que han tenido durante los últimos meses y que Javier Nart, presa de la indignación, definió esta domingo, en La 1, como "patética y lamentable".
El sorpasso que no llegó
Una vez se sobrepasó la barrera de las ocho de la tarde y se publicaron las encuestas a pie de urna, los contertulios se lanzaron a opinar con más o menos fogosidad. Mientras Jaime González hablaba en Cuatro de que se había producido un “sorpasso por los pelos” y Eduardo Inda avisaba en La Sexta de que el PSOE tendrá que elegir entre morir de la mano del PP o de la de Podemos, Sergio Martín, con gesto circunspecto, llamaba a ser prudente con respecto a los datos de un sondeo en el que RTVE y la Forta se han gastado unos cuantos miles de euros. “Hay veces que las encuestas a pie de urna no salen bien”, dijo y repitió. Y vaya si acertó.
A esa hora, Ferreras hablaba del “juego de tronos” que podría iniciarse en el PSOE este lunes si los votantes hubieran castigado con dureza a Pedro Sánchez. Ponía así el título a una película en la que, al igual que en la serie de televisión, no faltarían ni personajes con ansia por medrar, ni emboscadas, ni extraños compañeros de cama.
En paralelo, en Antena 3, en una mesa de debate moderada por Susanna Griso, Ramón Espinar se erigía en una especie de portavoz del nuevo Gobierno de izquierdas y se enfrentaba con contundencia a sus compañeros de coloquio. A José Manuel García Margallo –especialmente incisivo con este tema- le trasladaba que, si por él fuera, celebraría un referéndum de autodeterminación en Cataluña durante la próxima legislatura. A Begoña Villacís le acusaba de ser “muy de derechas” y a Cristina López Schlichting (COPE), de mentir al asegurar que Podemos quiere que España salga de la Unión Europea. Para todos tenía Espinar y a todos contestaba con altivez.
Mientras Jaime González se preguntaba en Cuatro “adónde puñetas” se había ido el voto de Ciudadanos, en Twitter, varios usuarios recordaban lo que escribió Salvador Sostres recientemente sobre el partido naranja: “Ciudadanos ha sido la niña tonta en medio de una orgía, queriéndose encima quedar hasta el final de la fiesta (…). Aunque dé pereza y sea imperfecta, la vieja derecha siempre es la única que está donde tiene que estar y resuelve los problemas”.
Carlos Herrera: "Rajoy no se hubiera creído estos resultados ni harto de vino"
Sobre este tema, Ferreras y la periodista Cristina Pardo mantuvieron poco antes de las 21.00 horas una de las conversaciones más delirantes de la noche. Ella, desde Génova, enseñó a cámara, con sorna, una lata de refresco en la que aparecía la palabra “el pupas”, a lo que el presentador de Al rojo vivo, completamente serio, respondía: “Lo que pasa, Cristina, es que es una lata de color naranja, como Ciudadanos”.
Mariano Rajoy ganó y Rivera se desinfló
El optimismo de Ramón Espinar exhibía al principio de la noche se extinguió cuando, mediado el recuento de los votos, se certificó que ni Podemos iba a tener tanta fuerza como los sondeos auguraban, ni se iba a consumar el sorpasso al PSOE, ni el Partido Popular iba a perder apoyos.
Entonces, Federico Jiménez Losantos aseguró que "la gran noticia de las elecciones es que no habrá Gobierno comunista" para los próximos cuatro años; y Salvador Sostres, sorprendido por los resultados, afirmó: "Hay que hacer un elogio al marianismo, es el material más duro y más resistente" que existe. Lo mismo se preguntaba Cristina Fallarás, quien con la resignación de quien ha defendido en las televisiones las posturas progresistas, pero con deportividad, afirmó, en Cuatro: "Si Rajoy sigue ganando tanto, por algo será, oye...".
Los periódicos siguieron el mismo guión y, mientras a primera hora de la tarde El Mundo hablaba del vuelco en la izquierda, tras el recuento destacaba la victoria del PP y la capacidad de resistencia del PSOE frente al empuje de Podemos. Por su parte, ABC extrajo la conclusión de que "España ha encargado a Rajoy formar Gobierno" y La Razón defendió que el bipartidismo ha ganado fuerza y recordó que la gran coalición entre sus dos componentes es la única fórmula con la que se conseguirá una mayoría absoluta a partir de ahora.
El País, con un asepticismo sorprendente durante toda la jornada, aunque obligado por su tradicional lejanía con respecto al PP y a Podemos, eligió el siguiente título: "El PP aumenta su ventaja y el PSOE resiste como segunda fuerza política".
El tratamiento en la prensa internacional
En una prensa internacional en la que aún resonaban los ecos del brexit, las principales cabeceras destacaron la remontada de la derecha, pero también avisaron de las dificultades que tendrá a partir de ahora para gobernar. Le Monde tituló que "El Partido Popular ganó en votos y el PSOE se mantuvo frente al empuje de Podemos", mientras que Le Figaro también destacó que los dos partidos tradicionales habían conseguido mantener la primera y la segunda posición.
En Italia, La Repubblica incidió en la falta de mayoría absoluta de los populares y en la decepción de Podemos; y Corriere della Sera vaticinó que, pese la mejora de los resultados de Rajoy, el rompecabezas que se presenta en el Parlamento será difícil de cuadrar. The Guardian atisba en el horizonte serias dificultades para volver a formar Gobierno, mientras que Financial Times subrayó la "sorpresa" que había supuesto la mejora de los resultados de la derecha.
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