Yurena. Ámbar. Tamara Seisdedos. Hubo un momento en el que esta cantante se convirtió en una de las personas más famosas del país. Eran otros tiempos -los años 2000-, en los que el optimismo y el bienestar eran más abundantes por estos lares. En esa España, todavía se vendían discos y periódicos, se utilizaban las cabinas telefónicas y el elemento que mató a todos ellos, el teléfono móvil, era todavía un dispositivo analógico. Ha llovido mucho desde entonces.
Hace muchos años que Yurena desapareció de los programas del corazón. Lo hizo ante el hartazgo que le generaron las "humillaciones" y críticas injustas de quienes "quisieron comer gracias a ella". En esta entrevista, reconoce que todo aquello le hizo mella -hasta el punto de llegar a hacer "dos tonterías", pero también habla del nuevo impulso de su carrera musical y de la fidelidad de su público. Lo hace en una conversación telefónica en la que no esquiva ninguna pregunta... aunque se niega a pronunciar los nombres de quienes más la dañaron.
Pregunta: ¿Qué ha sido de Yurena?
Respuesta: Hago lo mismo de siempre: vivir de la canción. Hemos pasado una etapa complicada porque todos los artistas de este gremio no hemos podido programar ninguna actuación en dos años como consecuencia de la pandemia. Era imposible, estaba prohibido todo y, al contrario que a otros sectores, no nos han ayudado nada. El sector de los cantantes ha sido el más perjudicado y olvidado. Esperemos que llegue un punto en el que todo llegue a ser exactamente como antes de empezar la pandemia.
P: No ha dejado usted de cantar...
R: Y tanto... Mira, mi último maxi-single, titulado Maybe, auto-producido, como todo lo que hago desde 2012, lo lancé en mitad de la pandemia. Eso implicó un gasto enorme porque a mí me gusta trabajar con los mejores productores, compositores, estilistas, peluqueros... Pero bueno, tenía ganas de sacar un tema para mi público y transmitir que yo seguía ahí. Fue un éxito en ventas. Estuvo en el top-5 en las plataformas digitales. Pero era una época difícil.
P: Estaban ustedes en crisis, sin actuar, y los españoles encerrados en sus casas... y el Gobierno nos transmitía que habíamos salido más fuertes...
R: Yo creo que ningún artista puede decir que ha salido fortalecido de la pandemia. Decir lo contrario sería mentir y quedar en absoluto ridículo. Es que durante dos años no hemos podido pisar un escenario. Hemos perdido muchísimo dinero cada mes.
P: ¿Es un poco tomadura de pelo lo del 'salimos más fuertes'?
R: La verdad es que sí, así es. Tanto que hablan de la cultura y de su importancia... y a la hora de la verdad somos los más olvidados y denostados.
P: Usted comenzó a cantar en 1990, pero saltó a los medios una década después. ¿Se arrepiente de algo de esos años de proyección?
R: Voy a ser clara: yo empecé en el año 90. No tuve padrino y no era nieta de... o hija de... Fue una época muy dura en la que pasé de todo y en la que me llegaron a ayudar mis padres económicamente para poder grabar un disco. Si yo volviera a ese año 90, no me dedicaría jamás a nada que tuviera que ver con el mundo artístico. Estudiaría una carrera.
P: ¿Por qué?
R: Este mundo está repleto de envidia, de falsedad, de puñaladas... En mi caso, además, ha sido extremadamente duro porque durante unos años, a partir de que comenzó el Tamarismo, en el año 2000, sufrí un acoso y derribo que no lo ha experimentado nadie en este país.
P: ¿Cree que la gente estaba con usted, pese a las críticas de los tertulianos?
R: Había de todo. Obviamente, el fenómeno del Tamarismo no se hubiera producido si la gente no me hubiera querido. Pero yo soy una persona: tengo sentimientos, corazón y familia. Y lo que se ha hecho conmigo en el 99% de los medios de comunicación y prensa lo único que me da es vergüenza ajena. Yo a lo único que me dedicaba era a cantar. No le he hecho daño a nadie... no me he metido con la gente... y hubo auténticas campañas contra mí. Me han vejado, me han ridiculizado y humillado.
Lo que se ha hecho conmigo en el 99% de los medios de comunicación y prensa lo único que me da es vergüenza ajena
P: Duro...
R: Pero si es que, en 2006, tras lanzar un maxi-single, decidí apartarme de todo. Elegí eso porque continuar iba a poner en juego mi salud mental. Me bajé del tren de los medios y monté un pub.
P: ¿Por qué se prestó usted a participar en esos espectáculos que le perjudicaban?
R: La vida es muy complicada a veces. Todos hemos conocido a gente inadecuada y hemos pensado que iban de buena fe... y nos hemos encontrado con que no era así. ¿Quién no ha conocido a alguien que pensaba que era importante y al final le ha apuñalado por la espalda?
P: Puñaladas...
R: Cuando eres una persona anónima, eso queda dentro de tu vida y no trasciende; pero cuando eres famosa, pues se entera todo el mundo.
P: Fueron sus primeros años en televisión...
R: Eso cree la gente, pero yo ya había hecho programas de televisión y, de hecho, tengo las grabaciones. En el año 95 hice tele, salí en periódicos en los años 93 y 94; soné en radios como 40 Principales y Cadena 100 de Bilbao, Radio Libertad, de Madrid; Radio Intercontinental… No ha interesado el que eso saliera porque había una campaña de desprestigio absoluta hacia mí. Yo en esos años iba a hablar de mis discos… porque soy una artista. No soy una vividora. Pero eso no interesaba. Querían tapar el sol con un dedo.
P: Le atacaban mucho…
R: Pseudo-periodistas y chupópteros que dijeron absolutas barbaridades sobre mí. En esos años, yo salía a decir la verdad y a defenderme. Sin embargo, pese a tener pruebas de todo… me acusaban y se metían conmigo. En estos años he aprendido latín, ¿sabes? Si ahora alguien se mete conmigo, yo me callo la boca o acudo a los tribunales si es denunciable. Pero, de mí, no come nadie.
Pseudo-periodistas y chupópteros dijeron absolutas barbaridades sobre mí.
P: Hablaba de las personas que nos destrozan en la vida. Nos creemos invulnerables y maduros, pero al final nos pasa lo mismo una y otra vez.
R: Mientras estamos vivos, aprendemos lecciones… y muchas cosas. Evolucionamos y crecemos. Yo he aprendido lo máximo de lo que he vivido. Y que siga siendo así.
P: Llegó usted a estar por encima de Alejandro Sanz en las listas de ventas de sencillos…
R: El maxi-single A por ti, que es el que lleva le tema No cambié, lo lanzó una discográfica independiente muy pequeñita. Es decir, no estaba en una multinacional donde invierten miles y miles de euros en promocionar a sus cantantes. Estaba sola, luchando contra viento y marea. Tenía a todo el mundo en contra porque estaba perjudicando a sus inversiones y a sus cantantes. Mi maxi-single fue número 1 durante 10 semanas. Ojo, fue y sigue siendo el más vendido de la historia. Superé en ese tiempo a Alejandro Sanz, a U2, a Madonna, a Mónica Naranjo… Eso fue así y les escoció mucho. Yo era un santísimo estorbo para las grandes compañías.
Yo era un santísimo estorbo para las grandes compañías
P: Ante el dinero, el talento a veces resulta sospechoso…
R: Así es.
P: Fue usted una de las personas más famosas de España…
R: Es que fue así. Incluso los telediarios iban a mi casa a entrevistarme. En su día, se dijo que tuve el fenómeno mediático, social y musical más importante de la España de la época.
P: Artista… y personaje televisivo. Su globo se infló porque usted y quienes le acompañaban caían bien, ¿no cree?
R: Puedes verlo desde fuera y pensar que sucedió en un tono simpático, pero yo no lo percibí así. Todo eran calumnias, ataques y mentiras. Me da pena que se viera de otra manera. ¡Se veía muy claramente lo que estaban haciendo conmigo! ¡Era vergonzoso!
P: No les contestaba…
R: Nunca. Por educación, ni me sale ni me lo podía permitir. Pero mi verdad no la difundían. Había muchos intereses por detrás…
P: ¿Cuáles?
R: Pues los del negocio musical. Escoció muchísimo que durante 10 semanas yo hundiera todo el dineral que se habían gastado en producción. Pero es que también me persiguieron por mi nombre, el de Tamara. La otra Tamara estaba apadrinada por cantantes como Nacho Cano y Alejandro Sanz… y su discográfica, que ya no existe, pertenecía al grupo mediático que en aquel momento era el más importante de este país. Ha habido muchos intereses creados que la gente desconoce. Pero un día se sabrá todo, ¿eh? Y, seguramente, no será muy tarde…
P: La televisión te absorbe, te utiliza y te escupe…
R: Eso es cierto. Ocurre con la prensa en general. ¡Pero si hasta los informativos están manipulados según le conviene a cada cadena! Si eso pasa en los telediarios, ¿qué no pasará en los programas del corazón? Ellos no miran por ti, por tu persona y por tus sentimientos. Tú eres un producto y según convenga ensalzarte o ridiculizarte lo harán… sin pensar en lo que tú sientes y en cómo te vayas a tu casa después del vapuleo.
P: ¿Algún político le perjudicó?
R: Recuerdo que hubo uno que, en vez de dedicarse a gobernar el país y a hacer que todos estemos mejor, que dijo públicamente que no se comprasen mis discos.
P: ¿Quién fue?
R: Era del partido que nos gobierna actualmente…
P: ¿Nombre?
R: Lo diré en su momento. Pero reitero, yo no he matado a nadie, no soy una delincuente y no he robado. Esto último, suele pasar muy a menudo dentro de la política. A ver, ¿qué pasaba conmigo? ¿Qué hice yo? ¿A quién le hice daño?
P: ¿Tuvo usted algún comportamiento en aquel entonces que no quisiera haber tenido?
R: Por mi forma de ser y por la educación que recibí por parte de mi madre, que en paz descanse, no soy de ese tipo de personas. Podía haberlo hecho y haber ‘disparado’ contra todas esas personas, que muchas de ellas tienen bastante que callar. De hecho, sabía muchas cosas y, sin embargo, jamás lo utilicé en contra de nadie. Nunca lo he hecho.
P: Su madre le defendió a capa y espada en los platós…
R: Lo que más me ha dolido de todo fue lo que le hicieron a ella. Mi madre era eso… una madre. Nada más. Nunca quiso ser famosa. Era un ama de casa y una madre. Vinimos a Madrid solas. No teníamos aquí a nadie y, cuando ella veía todas esas cosas que se decían de mí, entró a defenderme. Lo hizo una vez. Eso entendieron que les iba a dar mucho juego y le picaban para que saltara. Se inventaron muchas cosas sobre ella y la imagen que dieron durante todos esos años, hasta después de muerta, fue miserable.
P: Miserable…
R: Si es que hasta después de muerta he leído que mi madre le iba a pegando a la gente con un ladrillo… ¡vergonzoso!
P: Está usted en la etapa de la vida de ‘cuidar’. Su padre vive con usted en Madrid…
R: Sí, tiene 86 años y cuando enfermó mi madre se vino conmigo a Madrid para estar más cerca de ella. Tras su muerte, se ha quedado. Pero, lo que te decía, ¿tú sabes lo que es que digan que tu madre le iba pegando a todo el mundo? ¿Sabes lo que eso significa para una hija?
P: Desde hace varios años, es usted una de las referencias artísticas del movimiento LGTBI… Le invitan a todas las fiestas del Orgullo…
R: Es así. Es un motivo de orgullo. Mira, yo quería triunfar y llegué a lo más alto, pero yo en mi cabeza no imaginaba que el colectivo LGTBI me apoyara tanto desde el minuto 1… y hasta el día de hoy sucede así. Y espero y deseo que sigan haciéndolo. Yo también apoyo a ese colectivo y espero no decepcionarles nunca en ningún sentido. Es un público maravilloso.
P: ¿El dinero de la fama televisiva merece la pena?
R: El dinero de conciertos, programas y realities es maravilloso. Pero si pudiera volver atrás, no me hubiera dedicado a esto. No quiero alargar mucho la entrevista, pero quería comentar una cosa…
P: Por favor…
R: Mira, cuando yo en 2006 me fui de la tele monté un pub. Estaba destrozada. Llegué a pensar en dos ocasiones en hacer una tontería…
Cuando yo en 2006 me fui de la tele monté un pub. Estaba destrozada. Llegué a pensar en dos ocasiones en hacer una tontería…
P: ¿Una tontería?
R: Imagínate… Pero bueno, a lo que voy. Yo dejé la tele y monté un pub. Me gasté un pastizal para intentar salir adelante. Fui emprendedora y tuve valor. Pero me intentaron hundir también. Fíjate que, teniendo el pub, se metieron en mi negocio con una cámara oculta y se inventaron en programas de máxima audiencia que mi pub estaba lleno de mierda, que había bichos, que no se lavaban bien los vasos… Intentaron destrozar mi local, mi negocio, mi pan…
P: Pero después volvió a la tele…
R: En 2012, tanto a la tele como a la música. Tenía las energías renovadas. Me sentía mucho más fuerte. Le di un giro de 180 grados a mi carrera, tanto a nivel musical, como en idioma, como en el área estética. Decir que la mayor parte de los sencillos que he publicado en las plataformas musicales desde ese año han llegado al número 1 sin ningún tipo de promoción. O, al menos, al top-3 y al top-5.
P: Concursó en Supervivientes…
R: Y fue una grandísima decisión porque ahí la gente me pudo ver de otra forma a la que me habían retratado hasta el momento, sin manipulación ni maldad. Y eso me hizo sentirme bien. Fue un gran impulso.