La UEFA se ha topado con un problema importante al intentar vender los derechos audiovisuales de la Eurocopa 2016 en España: nadie quiere pagar lo que pide. La máxima autoridad futbolística europea quiso hacer caja hace unos meses con la subasta de estos partidos, pero no consiguió su objetivo, puesto que las ofertas que presentaron las empresas de televisión en abierto y de pago fueron mucho más bajas de lo que esperaba. Ahora, a pocos meses de que se celebre este torneo y con una España prácticamente clasificada, ha iniciado una ronda de negociaciones con los posibles interesados en la que les está transmitiendo un mensaje claro: si nadie quiere adquirir este producto en solitario, lo mejor será que lo compren de forma conjunta.
El lote de partidos que pretende vender el organismo presidido por Michel Platini es mayor que en anteriores ediciones del campeonato, puesto que lo disputarán 24 selecciones nacionales en lugar de 16. Eso ha llevado a la agencia encargada de la comercialización de estos derechos, CAA Eleven, a encarecer su precio (para la Eurocopa 2012 se adjudicaron por unos 40 millones de euros).
Los operadores de la gran mayoría de los países del mundo ya han rubricado un acuerdo con la UEFA, pero en España todavía queda un largo camino por recorrer en este sentido, puesto que ninguna de las empresas del mercado quiere realizar esta inversión en solitario y nadie tiene claro que hacerla de forma conjunta vaya a ser beneficioso para su negocio.
La UEFA ha vendido los derechos en la mayoría de los países del mundo, pero en España aún no hay acuerdo
Recientemente, CAA Eleven ha iniciado conversaciones con las compañías de este mercado para tratar de cumplir el cometido que le encomendó la UEFA: colocar este producto en un país estratégico, como es España. Su intención es vender un paquete de partidos a una televisión de pago y otro a una (o más de una) en abierto, según han explicado a Vozpópuli fuentes conocedoras de la negociación.
El acuerdo está todavía muy lejos de alcanzarse, puesto que la primera oferta planteada por la intermediaria de la UEFA pasaba por vender 23 partidos a una o varias de las compañías que operan en la TDT, algo que las plataformas de pago consideran excesivo, puesto que les impediría contar con la exclusividad de una buena parte de los encuentros importantes. Por eso, a partir de ahora las tres partes (televisiones en abierto, canales de pago y UEFA) tratarán de ponerse de acuerdo para determinar cuántos partidos y de qué rondas del torneo se retransmitirán gratis y cuáles sólo los verán quienes estén abonados a un servicio como puede ser el de Movistar+, el de Orange o el de Vodafone.
Las dudas de las televisiones en abierto
Estos problemas no surgieron en la Eurocopa de 2012, celebrada en Polonia y Ucrania, puesto que Mediaset tiró de talonario para comprar todos los partidos. Sin embargo, la situación actual es muy distinta para las televisiones en abierto. El mercado publicitario ha disminuido drásticamente en los últimos años y, a pesar de la remontada que ha experimentado desde el tercer trimestre de 2014 (+10% aproximadamente), el volumen de negocio es aún muy inferior al que había antes de la crisis económica.
Las plataformas de pago han ganado la mayoría de las subastas por las competiciones deportivas en los últimos tiempos
Eso hace muy difícil rentabilizar exclusivamente a través de los anunciantes la inversión que se realiza en estos derechos. Y eso explica -en parte- el porqué las plataformas de pago han ganado la mayoría de las subastas por las competiciones de varios deportes en los últimos tiempos, destacan otros informantes presentes en la negociación.
Por otra parte, desde el punto de vista deportivo, la competición resulta bastante menos atractiva que hace cuatro años. En aquella ocasión, España partía como favorita tras imponerse en el Mundial 2010 y, de hecho, ganó la competición. La selección comandada por Vicente del Bosque tiene prácticamente garantizada su participación en esta cita, pero el "bajón" que ha experimentado su juego desde entonces hace menos probable que vuelva a vencer.
"Los canales de pago no lo notarían, pero una derrota en la primera fase o en la primera eliminatoria sería fatal para las televisiones de la TDT, puesto que atraerían a menos anunciantes y sería casi imposible que recuperaran la inversión", afirman los mismos informantes, que ven "más que justificada" la prudencia aplicada por las televisiones privadas (la pública no está previsto que participe en el proceso) en esta negociación.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación