“Es discriminación pura y dura”. Así ha definido la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) el veto que impuso Podemos a algunos medios de comunicación no afines el pasado lunes, a los que no convocó a un acto informativo en el que presentó a sus nuevos portavoces. La organización presidida por Elsa González ha difundido este miércoles un duro comunicado en el que emplaza a los partidos políticos y a las instituciones a no imitar estas malas prácticas.
Desde el punto de vista de la FAPE, esta política de comunicación es contraria a la “transparencia” y, por lo tanto, no debe ser imitada por “ninguna institución”, dado que supone una clara transgresión de la libertad de información.
La Federación lamenta que con esta decisión se privara a los usuarios, lectores y oyentes de los medios vetados de recibir una información a la que sí tuvieron acceso directo las radios, televisiones y periódicos invitados al acto informativo.
Los hechos denunciados por la FAPE tienen que ver con el desayuno informativo ‘off the record’ que organizó Podemos hace dos días, al que invitó a todas las agencias de noticias (Efe, Europa Press y Servimedia), a los periódicos impresos ABC, El Mundo, La Razón y La Vanguardia, a las radios RNE y COPE; y a numerosos diarios digitales como El ConfidenciaL, El Diario, Público, El Español, Diario Crítico y Libertad Digital.
Del encuentro quedaron excluidos este periódico, El País, la Cadena SER, El Periódico de Catalunya, El Independiente y OKDiario. La decisión, según precisaron a Vozpópuli fuentes de la organización morada, llegó "de arriba", es decir, fue puramente política; salida de la Ejecutiva de Iglesias, donde el responsable del área de Comunicación es Juan Manuel del Olmo.
La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) calificó esta “deplorable” decisión como una “grave limitación” de los derechos a la libertad de expresión y de información, que, a su juicio, son dos “pilares fundamentales” de la democracia “cuya defensa compete de forma especial a los partidos políticos”.