Hacer televisión es muy caro. Tanto que los operadores de este mercado no pueden encadenar muchos errores si no quieren ver comprometida su viabilidad. En el caso de Radiotelevisión Española, sus 'patinazos' resultan más dramáticos que los de su competencia, puesto que, por un lado, se pagan con dinero público y, por otro, no pueden ser suavizados con ingresos publicitarios, puesto que no los tiene. La auditoría que ha realizado la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) sobre la actividad de la corporación en 2015 revela los fracasos más costosos de los gestores de RTVE, entre los que se encuentran varios programas y series de ficción que supusieron un desembolso de más de 85 millones de euros, pero que no alcanzaron la audiencia mínima exigida en su contrato.
Entre estos espacios se encuentra Águila Roja, que en su octava temporada logró una audiencia media del 12,8%, muy inferior al 18% de ‘share de corte’ que había acordado RTVE con su productora (Globomedia). Cada uno de los 13 capítulos en cuestión costó 626.904 euros.
Una situación similar se dio en el caso de La Sonata del silencio, una mini-serie de época comprada a la productora del empresario José Frade en septiembre de 2015. Según la IGAE, Radiotelevisión Española pagó 9.380 euros por cada minuto de emisión de este producto de ficción y 656.617 por cada episodio. Su audiencia media fue del 10,2%, muy inferior a la de sus competidores y, en seis de sus nueve capítulos, peor que la media mensual de La 1.
En el grupo de las series que no alcanzaron los resultados esperados se encuentra Carlos, rey emperador, cuya producción supuso un elevado desembolso de 10,2 millones de euros para la corporación, pero que registró una audiencia media 4,1 puntos inferior a lo esperado (16%). Cada uno de sus capítulos costó 600.556 euros (8.007 por minuto), según la Intervención del Estado.
Como curiosidad, el gasto en esta serie fue superior a lo que dedican en 2017 los Presupuestos Generales del Estado a la “promoción del libro y publicaciones culturales” (8,42 millones), al Museo Thyssen (5,2 millones) o al Teatro Real (9,3 millones).
Especialmente significativo es el caso de la temporada 16 de Cuéntame cómo pasó, que registra el coste por minuto más alto de la lista elaborada por la IGAE (10.151 euros) y que supuso una inversión total de 13,5 millones de euros. Su audiencia media fue del 16,3%, frente al 20% que se esperaba. En este sentido, no hay que olvidar que los protagonistas de esta serie, sufragada con dinero público, están siendo investigados por su supuesta relación con la trama Nummaria, de evasión fiscal.
Entre los programas que tampoco alcanzaron los objetivos de audiencia predeterminados también se encuentran Acacias 38 (10,5 millones de coste total), Así de Claro (895.000 euros), El caso (7,4 millones), El hombre de tu vida (3 millones), Hit, la canción (2,3 millones), José Mota presenta (5,13 millones), Jugamos en casa (1,16 millones), La alfombra roja palace, de José Luis Moreno (1 millón) y La mañana de La 1 (14,73 millones).
En el extremo contrario figuran algunas producciones (muchas menos) que, pese a haber requerido una inversión baja o moderada, han generado buenos resultados de audiencia. Es el caso de la primera temporada de En la tuya o en la mía, el programa de entrevistas de Bertín Osborne (Proamagna), que costó 861.823 euros (1.714 por minuto), pero consiguió un share de 18,7 puntos. También entra en este grupo Masterchef Junior 3, que logró una audiencia del 15,4% con un gasto de 3,5 millones (5.899 por minuto).
Irregularidades en los contratos
A estos fracasos de audiencia hay que sumar las irregularidades que ha observado la IGAE en los acuerdos que rubricó RTVE con algunas productoras audiovisuales, detalladas por Vozpópuli el pasado abril.
Llaman la atención casos como los de Cuéntame cómo pasó, una serie cuyos protagonistas están investigados por presunta evasión fiscal, pero a cuya productora (Ganga Producciones) no se le requirió que acreditase estar al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y con la Seguridad Social. Tampoco se solicitó esta información a Globomedia por Águila Roja, a Shine Iberia por Masterchef, a Veralia Contenidos por Hit, la canción y a Producciones Nueva Línea (José Mota).
En el caso de Masterchef, Cuéntame, La Sonata del Silencio y Hit, la canción, la IGAE critica que se sellara el compromiso con sus productoras sin el obligatorio informe positivo de la Dirección Económica que sirve, por ejemplo, para comprobar si la situación financiera de la televisión pública aconseja su contratación.
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