El dueño de RCS MediaGroup -sociedad matriz de Unidad Editorial-, Urbano Cairo, ha sido citado como testigo en el juicio que se celebrará el próximo 17 de mayo en Madrid, en el que Francisco Rosell tratará de demostrar que su destitución como director de El Mundo fue irregular, al igual que la decisión posterior de la empresa de asignarle un 'puesto sin funciones' y con una retribución mucho menor.
La defensa de Rosell también ha llamado a declarar al presidente del Consejo de Administración de Unidad Editorial, Marco Pompignoli, a la consejera Stefania Bedogni y a la secretaria de este órgano, Lidia Barrero. También ha pedido la testifical de Antonio Fernández Galiano -quien encabezó el grupo hasta mayo de 2021- y de Javier Cabrerizo, el exdirectivo del grupo que firmó el contrato de nombramiento de Rosell, tal y como han señalado a Vozpópuli fuentes judiciales.
La demanda pone el foco sobre la vulneración de los derechos fundamentales del periodista, así como sobre la forma en la que se produjo su 'despido' como director de la citada cabecera y la justificación que arguyó la empresa.
Esta última fue tan indeterminada -a juicio del abogados de Rosell- que los denunciantes solicitan en la demanda las actas y las grabaciones de la reunión del Consejo de Administración de Unidad Editorial en las que se decidió el cambio de director de El Mundo, a iniciativa de su principal accionista, italiano.
En este sentido, desde la defensa de Rosell explican que la empresa se opuso en un principio a revelar las actas de su órgano de gobierno y que sólo lo hizo -el 13 de marzo- después de que el juez se lo requiriera. Ahora bien, no aportó las grabaciones, que también le han sido solicitadas, dado que los abogados del periodista sospechan que pueden contener información adicional sobre la decisión de destituir a Rosell.
Los argumentos de la defensa de Rosell
La demanda considera que el exdirector de 'El Mundo' fue apartado de esta función -entre otras cosas- por la línea editorial crítica que mantenía con el Gobierno de España, en un momento en el que los medios de comunicación se encuentran en crisis y necesitan de los ingresos de publicidad institucional para equilibrar su balance.
“No parece casual que se aparte de la dirección de uno de los grandes medios de comunicación nacionales a la persona que realizó la investigación periodística más importante en materia de corrupción política en lo que llevamos de siglo [se refiere al caso de los EREs de Andalucía], que afectó directa y gravemente al partido hoy en el poder”, expone.
A su juicio, la empresa también ha discriminado a Rosell -de 65 años- por razones de edad y le ha sometido a “un acoso constante” con el que “pretende minar el ánimo personal y profesional del actor, con el fin evidente de que abandone la empresa”. Tal es así que estas “maniobras constantes de la empresa para socavar su moral, le han conducido a un estado de trastorno ansioso depresivo que le ha obligado a iniciar el tratamiento pertinente”, apunta la demanda.
Francisco Rosell (Puertollano, 1956) inició su trayectoria profesional en 1975, en El Correo de Andalucía. En 1982 se incorporó a Diario 16 y comandó la edición andaluza de esa cabecera entre 1985 y 1996.
En este último año, se puso al frente de la recién creada edición de El Mundo en Andalucía y allí permaneció hasta 2015, cuando fue designado adjunto a la presidencia de Unidad Editorial. En 2017, sustituyó a Pedro Cuartango como director de su cabecera generalista y desempeñó su cargo hasta mayo de 2022, cuando Joaquín Manso le sucedió.
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