Gabriela Cañas no seguirá al frente de la Agencia EFE. El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido apartarla de su cargo casi cuatro años después de su nombramiento, según ha podido saber Vozpópuli a través de fuentes internas.
Los trabajadores de esta empresa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) han recibido esta mañana la noticia, después de que su director de Recursos Humanos comunicara al Comité de Empresa el cambio en la presidencia.
De momento, no ha trascendido el nombre de su sucesor, detallan estos mismos informantes.
La periodista -antigua editorialista de El País- sustituyó a Fernando Garea en el cargo en 2020. A Garea lo había designado el Ejecutivo de Pedro Sánchez unos meses después acceder Moncloa. Sin embargo, su mandato en la agencia fue corto, ante las diferencia editoriales que le separaban con el PSOE.
Su cese -cabe recordar- se produjo un sábado por la tarde en un restaurante Rodilla de la capital madrileña. Se lo comunicó el entonces secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver. Unos días después, trascendía que la sustituta era Cañas, una veterana periodista.
Desde entonces, la agencia ha cerrado todos los ejercicios con abultadas pérdidas económicas, sin que se haya producido un incremento de su asignación presupuestaria.
Cañas se ha enfrentado durante su gestión a la lentitud con la que la SEPI tramitó el programa de bajas incentivadas -aprobado el año pasado- o el plan estratégico con el que se pretende relanzar una agencia de noticias que lleva una década y media lastrada por la caída de su negocio tradicional y sus dificultades para competir en el mercado digital.
Agencia pública de noticias
EFE cuenta actualmente con alrededor de 1.100 trabajadores. Según el último informe de cuentas que figura en su web, dispone de una red de 16 delegaciones, 5 subdelegaciones y 9 oficinas permanentes en España; y 43 sedes en el extranjero.
La Comisión Europea reconoció en 2016 que EFE presta un Servicio de Interés Económico General (SIEG), lo que, en teoría, ayudaría a dotarle de una mayor estabilidad presupuestaria. En la práctica, las dificultades económicas de la agencia se han mantenido, lo que le ha restado competitividad en el complejo panorama informativo actual.
EFE ha recibido durante los últimos años una partida de 53,9 millones de euros por parte de los Presupuestos Generales del Estado. Algunos de los anteriores presidentes de la agencia han criticado en sus comparecencias parlamentarias lo escasa que es esta asignación en comparación con la que reciben algunos de sus competidores internacionales, como AP o AFP.
El año pasado, perdió 14 millones de euros, frente a los 9 millones de 2021, los 11,2 millones de 2020, los 8,8 de 2019, los 6,1 de 2018, los 13,17 de 2017, los 9,8 de 2016; y los 7 millones de 2015.
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