El gobierno de Carles Puigdemont quiso difundir la campaña publicitaria del referéndum del 1 de octubre por tierra, mar y aire. La consejería encabezada por Jordi Turull planificó una campaña publicitaria que incluía múltiples inserciones en la prensa amiga, pero también algunas decenas en los medios de comunicación que se habían posicionado abiertamente en contra de la independencia de Cataluña. Así figura en la documentación analizada por la Guardia Civil, dentro de la investigación sobre la financiación que recibió esta consulta ilegal.
El Ejecutivo autonómico cesado tras la aplicación del artículo 155 diseñó una campaña institucional -con la excusa de “potenciar el civismo”- que adjudicó en primer lugar a la agencia Carat España (2.242.466 euros) y, en segundo, a Focus Media (2.299.900 euros). Ambas empresas renunciaron a prestar este servicio después de que se cercioraran de que los anuncios que pretendía difundir la Generalitat en prensa, radio, televisión y redes sociales estaban relacionados con el referéndum.
El plan de la Generalitat preveía emitir en el programa de Carlos Herrera, en COPE, un total de 9 cuñas publicitarias que hacían una alusión directa a la consulta ("Ahora, más que nunca, el futuro de Catalunya esta en tus manos. Participa en él. El 1 de Octubre referéndum”). También contemplaba la difusión de 23 anuncios en el espacio informativo de Carlos Alsina en Onda Cero (Más de uno), 30 en el de Pepa Bueno, en la Cadena SER (Hoy por hoy) y 7 en el de Javier Cárdenas, en Europa FM (Levántate y Cárdenas).
Los responsables de la campaña -que no pudo realizarse según lo planeado por la renuncia de los adjudicatarios- pretendían publicar 3 anuncios en cada uno de los cuatro diarios generalistas más críticos con el Govern de Puigdemont: El País, El Mundo, ABC y La Razón.
Pese a la existencia de este ambicioso plan, los anuncios del referéndum fueron emitidos sólo en TV3 y en Catalunya Ràdio. Estos medios públicos lo hicieron pese a haber recibido la orden contraria"
El departamento de Presidencia también planificó varias semanas antes del referéndum la inserción de los mensajes para movilizar al electorado catalán en 185 carteles en el metro y otros 185 en la red de cercanías, así como en 179 pantallas digitales en centros comerciales. Entre los medios en los que pretendía invertir se encontraban Spotify, MSN, Outlook, Facebook, Twitter e Instagram.
Finalmente, y pese a la existencia de este ambicioso plan, los anuncios del referéndum fueron emitidos sólo en TV3 y en Catalunya Ràdio. Estos medios públicos lo hicieron pese a haber recibido la orden contraria del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Cabe recordar que, en 2014, después de que el Tribunal Constitucional declarara ilegal la consulta del 9-N, el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) inició una investigación sobre COPE, Onda Cero y Cadena SER por negarse a emitir las cuñas publicitarias que la Generalitat les remitió. Las empresas afectadas interpretaron esta maniobra como una represalia por su línea editorial, contraria al proceso soberanista y muy crítica con el gobierno de Artur Mas.
Directores de periódicos, como testigos
Dentro de la investigación sobre el gasto en la celebración del referéndum del 1 de octubre fueron llamados a declarar como testigos el delegado de El País en Cataluña, Luis Bassets, y los directores de La Vanguardia, El Punt Avui y Catmedia, Màrius Carol, Xevi Xirgo y Joan Puig.
Bassets afirmó que El País tenía "tajantemente prohibido" contratar cualquier publicidad relacionada con el referéndum y manifestó que su periódico sólo publicó un enlace al anuncio de dicha consulta dentro de una noticia. Carol incidió en que La Vanguardia tampoco difundió esos mensajes.
Xevi Xirgo afirmó que El Punt Avui publicó gratuitamente un anuncio por su simpatía con la causa independentista, pero negó haber difundido los 'spots' que prohibió el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Por su parte, Puig se negó a declarar.
Campaña maldita
El informe de la Guardia Civil ilustra las complicaciones a las que se enfrentó la consejería encabezada por Turull para ejecutar esta acción publicitaria. En un primer lugar, fue adjudicada a la agencia Carat y, tras su renuncia, a Focus Media, que también desistió de realizar este trabajo para la Generalitat.
A la vista de estos hechos, Turull y Antoni Molons –secretario de Difusión y Atención Ciudadana- decidieron publicitar la consulta exclusivamente en Catalunya Ràdio y en TV3. Un servicio por el que estos medios de comunicación facturaron un total de 277.804 euros. En este sentido, cabe recordar que la Fiscalía inició una investigación sobre los máximos responsables de estos medios de comunicación, Saúl Gordillo y Vicent Sanchís, por hacer caso omiso a la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que pedía no emitir estos mensajes.
En opinión de la Guardia Civil, la Generalitat, a través de Turull, “activó los mecanismos necesarios” para incluir estos anuncios en los medios de comunicación, “a sabiendas de que constituía una resolución injusta” lo que puede ser constitutivo de delitos de prevaricación y desobediencia.
Los investigadores también tienen indicios de que la campaña ‘Sí o no’, destinada a movilizar a los catalanes residentes en el exterior, también está vinculada al referéndum soberanista del 1 de octubre. En esta acción publicitaria, realizada varios meses atrás, la Generalitat gastó 224.835 euros.