El reparto de licencias de TDT ha estado históricamente acompañado de turbulencias. Sin ir más lejos, el Tribunal Supremo ordenó en 2013 el cierre de 9 canales por haber sido repartidos sin concurso público por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. En otras palabras, con la excusa de fomentar la televisión digital terrestre se otorgaron concesiones a dedo y los tribunales se pronunciaron en contra de las mismas.
El último proceso en el que se otorgaron permisos de emisión se desarrolló en 2015 y generó una serie de denuncias que todavía, en algunos casos, están pendientes de resolver.
Uno de estos litigios lo inició la empresa Radiodifusión Digital, cuyos socios estuvieron detrás de los procedimientos judiciales que derivaron en la clausura de nueve cadenas y pusieron en peligro a otras ocho. Este último pleito se cerró con un acuerdo extrajudicial por el cual los miembros de UTECA y Cellnex tuvieron que abonar una cantidad de 30 millones de euros a los demandantes para que accedieran a retirar sus recursos de casación.
La conflictividad judicial relacionada con la televisión comercial no es menor hoy que entonces. Según han explicado a Vozpópuli fuentes implicadas en el proceso, actualmente se estudia el recurso de apelación presentado por varios de los ganadores de licencias de TDT en 2015 sobre una sentencia que obliga al Ministerio de Asuntos Económicos a revelar la documentación del citado concurso de frecuencias.
Los apelantes son Atresmedia, Mediaset, Radio Blanca, 13 TV y Secuoya. También ha recurrido el Ministerio de Economía, lo que significa que, si se admite su alegato, el caso aterrizará en la Audiencia Nacional.
Largo conflicto
Este proceso judicial ha sido largo y ha tenido varias etapas, pero se puede decir que el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo falló hace unas semanas a favor de la parte demandante -Radiodifusión Digital- y obligó al departamento ministerial a proporcionarle el expediente administrativo del concurso de licencias de 2015. El tribunal tomó esta decisión tras constatar que la negativa a desvelar la información no está suficientemente motivada y contiene argumentación genérica. "La parte recurrente no tenía derecho a que su solicitud fuese estimada, pero sí lo tenía a obtener una respuesta motivada", apunta el tribunal.
No obstante, las televisiones consideran que en esa documentación existe información sensible sobre su actividad comercial, de ahí que hayan recurrido la decisión.
El proceso se inició cuando la citada empresa -dedicada a las telecomunicaciones- solicitó a través del Buzón de Transparencia del ministerio el acceso al citado expediente. Entonces, esa petición se rechazó debido a que el concurso había sido impugnado por algunos candidatos que concursaron por una licencia, pero no tuvieron éxito.
Poco después, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno ratificó la decisión y lo hizo por la misma razón: porque el asunto se encontraba sub iúdice.
El caso saltó de ahí a la justicia ordinaria, donde la empresa demandante obtuvo la razón en primera instancia. En concreto, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo obligó al Ejecutivo a revelar la citada documentación. Nunca la obtuvo porque varias de las ganadoras del concurso recurrieron la sentencia al considerar que no habían sido llamadas a participar en el proceso judicial, pese a ser parte interesada.
La justicia les dio la razón y el proceso se reinició y, al poco, el Juzgado volvió a fallar a favor de Radiodifusión Digital. Así consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico.
Licencia para el Real Madrid
Conviene recordar que el concurso de licencias relacionado con estos litigios fue aprobado por el Consejo de Ministros en 2015, pocos meses después de que se diera luz verde al Plan Técnico Nacional de la TDT.
El proceso tardó medio año en resolverse, dentro de un período de tiempo en el que se celebraron unas elecciones autonómicas y se convocaron unas generales. El Ejecutivo de Mariano Rajoy repartió tres licencias para emitir en alta definición y otras tantas para ofrecer la señal con calidad estándar (SD).
Las ganadoras fueron Atresmedia (Nitro), Mediaset (BeMad), 13TV, Secuoya (TEN), Radio Blanca (Dkiss) y Real Madrid TV. Entre las empresas que no consiguieron su objetivo se encontraban Prisa y Vocento.
Los candidatos tuvieron que justificar cómo sus canales “mejorarían los niveles de pluralismo en la televisión, garantizando una expresión libre y pluralista de ideas y de corrientes de opinión”.
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