No es ni la primera ni la segunda vez que la autoridad audiovisual española abre diligencias contra Radiotelevisión Española por incluir anuncios ilegales en su parrilla. En esta ocasión, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha iniciado un expediente sancionador contra la corporación por emitir patrocinios no permitidos -presuntamente- en su parrilla de programación.
Los hechos se remontan al pasado verano y se produjeron durante el concurso Grand Prix. Fuentes internas de la corporación explican que tienen que ver con el anuncio de productos alimentarios. En concreto, con un fabricante de jamón ibérico que patrocinó una de las pruebas del programa.
Estos hechos han impulsado al organismo regulador a tomar cartas en el asunto, ante la sospecha de que RTVE ha podido incurrir en una conducta que tiene prohibida.
Porque cabe recordar que la actual Ley de Financiación de RTVE -aprobada a iniciativa del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa- prohíbe a la corporación emitir anuncios en la parrilla de sus canales. La norma deja cierto margen para que sus programas puedan estar acompañados de patrocinios deportivos y culturales, pero eso ha provocado múltiples discrepancias en estos últimos 13 años.
Polémica por la emisión de anuncios en RTVE
Las televisiones privadas han denunciado en varias ocasiones que la corporación se extralimita en este sentido, al ofrecer anuncios que no se corresponden con el interés 'deportivo' o 'cultural' que permite la ley.
La patronal de las televisiones privadas (UTECA) solicitó a la CNMC el pasado verano la adopción de medidas provisionales contra la radio-televisión pública al considerar que Grand Prix no es un programa cultural y, por tanto, no debería emitir comunicaciones comerciales de ningún tipo.
Competencia rechazó esta opción y aseguró que la retransmisión de publicidad en este concurso entraba “dentro de los límites de actuación que permite la normativa vigente”.
Sea como sea, conviene recordar que RTVE ha sido multada en el pasado reciente por ofrecer a los espectadores fórmulas publicitarias que están restringidas por ley. Sin ir más lejos, a mediados de 2022 le impuso una sanción de 125.581 euros por ofrecer publicidad encubierta en el programa MasterChef.
"Se describieron las virtudes de las cremas macrobióticas que ha sacado al mercado (una exconcursante) y se explicaba dónde se podían comprar, incluyendo su línea de productos dulces y la presentación de su pastel 'Chocolicius'. También se mostraban algunos de sus productos y se enlazaban con el contenido del programa", explicaba la propuesta de sanción.
Pero aún hay más, dado que, en 2017, la CNMC multó a RTVE con 219.342 euros por ofrecer publicidad encubierta de bodegas y de vinos en su concurso de cocina. En los archivos de la CNMC también puede encontrarse un requerimiento recibido por la corporación en 2016 para que cesara la emisión de comunicaciones comerciales en sus programas.
¿Cuánto recauda RTVE por publicidad?
La corporación no especifica en su informe de cuentas la cantidad de dinero recaudada en 2022 mediante la fórmula de los patrocinios, pero en el epígrafe de su balance dedicado a las 'ventas' aparece una cantidad de 32,2 millones de euros. En la nota informativa que RTVE publicó sobre su situación económica, apuntó: “Los ingresos comerciales han experimentado una reducción del 2,4%. La bajada de ingresos de patrocinios culturales y deportivos se ha compensado, en parte, por la mejora de los ingresos por venta de canales en el mercado internacional y venta de programas”.
RTVE se financia actualmente a través de varias vías. Por una parte, recibe una asignación de los Presupuestos Generales del Estado. Por otro, ingresa una parte de la tasa que se establece sobre el uso del espectro radioeléctrico. También le corresponde una parte de la facturación audiovisual de los operadores audiovisuales que prestan actividad en España.
Urenga
Una de las numerosas cosas que no perdono al estafermo es que no aprovechase su mayoría absoluta para deshacer las numerosas tropelías de ZP. Por ejemplo, no haber devuelto a TVE la capacidad de emitir anuncios y así resultar menos gravosa para los contribuyentes, algo que prohibió el solemne imbécil para comprar a las cadenas privadas.