Las cuentas del primer semestre de 2015 del Grupo Prisa evidencian que la compañía se ha alejado unos pocos pasos del precipicio que ronda desde hace varios años, pero también que su división de prensa continúa en declive. El papel hace tiempo que dejó de ser un negocio rentable y su decadencia parece no tener freno, como se demuestra en el importante descenso que experimentaron durante los seis primeros meses del año la difusión y los ingresos de todas las cabeceras del grupo presidido por Juan Luis Cebrián. Especialmente notable es el caso de El País, cuya tirada descendió en 43.614 ejemplares, con respecto al mismo periodo de 2014.
El área de prensa del holding de medios fundado por Jesús de Polanco no ha estado exenta de los efectos secundarios de la refinanciación de la deuda de Prisa, un proceso que sirvió de salvavidas para la compañía, pero que redujo su tamaño, lo que le ha obligado a abandonar durante los últimos meses negocios otrora estratégicos, como el de la televisión de pago. Su sección de revistas ha sido prácticamente desmantelada tras la renuncia a continuar publicando Rolling Stone y Cinemanía, mientras que su rotativo económico, Cinco Días, está en venta -Vozpópuli lo adelantó y hace unas horas la empresa se lo ha comunicado a sus trabajadores- y es cuestión de tiempo que cambie de manos.
Las tres principales cabeceras de Prisa han reducido su tirada diaria en una media de 63.000 ejemplares
Durante el primer semestre de 2015, El País, As y Cinco Días han reducido su tirada en más de 63.000 ejemplares diarios con respecto al mismo periodo de 2014, lo que acentúa una crisis que ya dura más de una década y que se extiende a todas las cabeceras generalistas españolas. En 2005 El País difundió cada día 453.000 periódicos, pero ahora sólo lanza 275.000. En el último año, ha caído un 16 % y no parece que esta decadencia vaya a corregirse a corto plazo.
La crisis de la prensa que no termina
Este descenso ha afectado lógicamente a sus ingresos de explotación, que han disminuido desde los 92,98 hasta 82,96 millones de euros entre los seis primeros meses de 2014 y de 2015, a pesar de que se ha registrado un incremento de su facturación publicitaria de algo más de 1,5 millones. Los signos de recuperación económica que vive España, han hecho salir de la cueva a los anunciantes ante las buenas expectativas de las empresas sobre el consumo privado, lo que ha repercutido en la partida de ingresos de los medios de comunicación. Principalmente, de los audiovisuales, pero también de la prensa. Y de ello se ha beneficiado Prisa.
Una de las grandes preguntas que surgen sobre el futuro de esta compañía, es si conseguiría mantener vivos sus periódicos en el caso de que decidiera suprimir sus ediciones en papel y conservar sólo las digitales. La respuesta es que sería difícil, puesto que los ingresos que la empresa presidida por Juan Luis Cebrián obtiene en internet sólo representan el 35 % de los totales de esta división. Ahora bien, se han incrementado el 21,4 % en el último año, lo que da cuenta de la apuesta de los responsables de este holding de medios por estas plataformas -hecha pública por Juan Luis Cebrián en la última Junta General de Accionistas-. De hecho, la intención del director de El País, Antonio Caño, es la de alcanzar la astronómica cifra de 100 millones de usuarios únicos mensuales en 2016.
La deuda del Grupo Prisa es todavía de 1.901 millones de euros
A la espera de saber si la estrategia de Prisa para conseguir este objetivo da su fruto, lo cierto es que los datos de difusión, ventas e ingresos registrados por este diario desde la llegada de Antonio Caño a su despacho principal, han sido malos. El giro a la derecha imprimido por los responsables de la compañía en esta cabecera no ha agradado a sus seguidores tradicionales -de corte progresista-, y no ha conseguido captar el interés del público conservador, como se demuestra en su constante y preocupante pérdida de lectores y de influencia.
Leve remontada de Prisa
Más allá de los pobres resultados obtenidos por Prisa en su área de prensa en el primer semestre de 2015, cabe señalar que el grupo ha conseguido unos beneficios de 10,68 millones de euros, que la compañía atribuye principalmente a la mejora del mercado publicitario en España, a los buenos resultados de las campañas de educación (libros) en Sudamérica y al control de costes en sus negocios.
Ahora bien, el grupo arrastra una multimillonaria deuda que se ha reducido en 681 millones de euros en los últimos meses, pero que aún resulta más que preocupante. Concretamente, es de 1.901 millones de euros, lo que condiciona el presente de la compañía y siembra dudas sobre su viabilidad en el futuro.
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