Otra vez con el agua al cuello, Juan Luis Cebrián consigue respirar. La Junta General Extraordinaria de accionistas de Prisa ha probado este martes la emisión de warrants, instrumento necesario para poner en marcha el plan de refinanciación de deuda de la compañía. Así, el holding de medios toma oxígeno y dispondrá de una línea de crédito de 350 millones de euros y de seis años para hacer frente a su deuda. Veintiocho bancos y diecisiete fondos de inversión forman parte del acuerdo que, según Prisa, garantiza su futuro. Eso sí, en caso de que la compañía no cumpliera sus compromisos de reducción de deuda, los acreedores se harían con participaciones en Santillana, hasta ahora la joya de la Corona que parecía intocable.
El presidente de Prisa, Cebrián, y el consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, son los artífices de este complejo plan que supone, en la práctica, que internamente la compañía cede parte de su poder a los fondos buitre, que adquirirán cien millones de euros en warrants, y a los bancos, que vuelven a inyectar dinero para la supervivencia del Grupo a corto plazo. No había otras opciones plausibles. Y, por ello, en la junta no ha habido sobresaltos ni sorpresas. Ha pasado justamente lo que se esperaba. Ni siquiera han tomado la palabra los accionistas presentes.
En cuanto a su futuro, Abril-Martorell ha concretado qué pretende hacer la empresa para mejorar sus negocios en 2014. Y, en ese sentido, ha asegurado que Santillana, la editorial de Prisa, tiene como prioridad afrontar "el reto de la nueva reforma educativa", en referencia clara a los nuevos libros de texto derivados de la polémica Ley Wert. Una ley de Educación que precisamente ha recibido durísimas críticas de medios de Prisa como El País y la Cadena Ser. Sin embargo, el negocio es el negocio. No puede obviarse que precisamente la editorial ha generado cuantiosos beneficios a la compañía desde que ésta existe.
El Grupo Prisa tiene a 30 de septiembre una deuda bancaria neta de 3.241 millones, la peor situación financiera de su historia
La empresa que edita o controla El País, Cadena Ser, Digital Plus, Santillana y otros medios tiene en estos momentos una deuda bancaria neta a 30 de septiembre de 3.241,6 millones. Es decir, la peor situación financiera en la historia del viejo imperio edificado por el ya fallecido Jesús de Polanco. El Orden del Día de la reunión incluía como primer punto la aprobación de la emisión de warrants, la obligación derivada del citado plan de refinanciación. También estaban previstas y han sido aprobadas la fijación del número de consejeros y la delegación de competencias, asuntos ambos menores en comparación con el primer punto.
El pacto, que ha sido aprobado por la enorme mayoría de los accionistas del grupo, incluye "una cantidad sustancial de nueva liquidez" para hacer frente a las necesidades a medio plazo, la extensión de los vencimientos de la deuda "consiguiendo suficiente tiempo para que los activos recuperen su valor y potencial de generación de caja y flexibilidad en el proceso de reducción de deuda y de venta de activos en cuanto a tiempo y en cuanto a valoración", destacó Abril-Martorell y recogió Efe.
La refinanciación se divide en tres tramos y finalizaría en 2019
El plan tiene como horizonte final el año 2019, cuando Prisa pretende acabar con su astronómica deuda. Concretamente, la financiación se estructura en tres tramos: el primero que comprende el dinero nuevo provisto por los fondos, 353 millones de euros, con vencimiento a dos años pero que permite un año adicional de extensión, con una comisión que podrá ser pagada entregando 'warrants' equivalentes al 17% de las acciones A de Prisa. El acuerdo impone estrictas limitaciones a la compañía en cuanto a endeudamiento adicional, adquisiciones, inversiones y necesidad de garantías.
Los otros dos tramos, a cargo de los bancos acreedores de Prisa, serán de 647 millones de euros con vencimiento a 5 años y con un interés en efectivo de Euribor de más de 260 puntos básicos, y un tercer tramo de 2.278 millones de euros a seis años, con un interés en efectivo de 10 puntos básicos y un interés PIK del 2,50%. El principal peligro para Prisa es, como se ha dicho ya, que si no cumple con sus compromisos los acreedores podrán adquirir parte de Santillana, el activo más sólido de la compañía. Este es un dato que ha sorprendido a los accionistas presentes en la Junta.
El acuerdo impone estrictas limitaciones a la compañía en cuanto a endeudamiento adicional, adquisiciones, inversiones y necesidad de garantías
Según ha resaltado el consejero delegado de la compañía, ninguno de estos métodos obliga a la venta de ningún activo en particular, ni en un momento determinado ni con una determinada valoración, "sino que permiten a la compañía asegurarse que toma las decisiones correctas y más favorables con flexibilidad temporal". El acuerdo impone estrictas limitaciones a la compañía en cuanto a endeudamiento adicional, adquisiciones, inversiones y necesidad de garantías.
Abril-Martorell ha afirmado que el acuerdo abre una "nueva etapa" en la que no habrá la presión financiera que el grupo lleva "soportando prácticamente desde 2008", año en que la deuda alcanzó su punto máximo en 5.500 millones de euros, informo Efe. Quienes pueden tener más problemas derivados de esta refinanciación son los empleados de Prisa. Y es que el plan supondrá, casi con toda seguridad, recortes de personal a medio plazo. El propio Cebrián ha destacado en la Junta que continuará la política de reducción de costes, aunque no ha detallado en qué consistirán.
Posible venta de Canal+
En cuanto a la posible venta de Canal+, el directivo ha señalado que en los próximos trimestres la compañía continuará promoviendo procesos de "desinversión de activos considerados no estratégicos, de forma particular en lo que se refiere a los activos audiovisuales", aunque siempre que las ofertas estén "en los rangos de valoración que estimemos adecuados". "En caso contrario, no tendremos la necesidad ni la obligación de destruir valor con operaciones de venta apresuradas", ha advertido. Es decir, los mandamases de Prisa envían un mensaje rotundo a los posibles compradores: la empresa marcará los tiempos y el precio.
Cebrián envía un mensaje a los posibles compradores de Digital Plus: Prisa decidiá cómo y cuándo vende
En esta misma línea, Cebrián ha indicado que el cumplimiento de las nuevas condiciones implica la venta de "activos relevantes", pero en "un plazo suficiente y realista que ha de facilitar que dichas disposiciones no se hagan con precipitación, ni presionados a la baja en los precios por el oportunismo de algunos licitantes". No puede olvidarse que la principal obligación que incluye este complejo plan aprobado es que Prisa se deshaga de "activos no estratégicos" en un plazo de tres años. Los activos susceptibles de ser enajenados son, como ha reconocido el propio Grupo, el 56% de Digital Plus/Sogecable, la participación del 17,3% en Mediaset y la participación en la portuguesa Media Capital.
Desde hace meses se especula con qué hará el conglomerado de medios con estos tres activos que define como "no estratégicos". La posible venta de Digital Plus a Telefónica sigue flotando en el aire como una posibilidad, aunque así lleva años y años. En el caso del paquete en Mediaset, gana enteros la posibilidad de que el grupo de capital italiano vuelva a hacerse con las acciones que llegaron a Prisa en 2010 fruto de la fusión entre Telecinco y Cuatro. El caso de Media Capital parece el menos importante para Prisa.
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