Los grandes grupos de prensa escrita mantienen su búsqueda de nuevas vías de ingresos ante la evidencia de que el papel no volverá a levantar el vuelo. La transformación digital y la importante reducción del mercado publicitario -42% en medios y 60% en prensa entre 2007 y 2017- han provocado serias dificultades en una buena parte de estas empresas y les han obligado a explorar formas de facturación alternativas para mantener el negocio a flote. Por esta razón, las principales cabeceras españolas ultiman la puesta en marcha de plataformas de pago por contenidos -muros de pago-, que esperan tener a punto durante los próximos meses.
La actitud que mantiene la mayoría de los editores actualmente no es muy distinta de la que ha demostrado desde el inicio de la crisis de la prensa: tiene claro que es necesario cerrar contenidos en sus periódicos generalistas, pero nadie se atreve a dar el primer paso ni quiere mostrar sus cartas a sus rivales. Fuentes de estas compañías reconocen que han existido contactos informales entre los grupos sobre este tema, pero ven complicado que se llegue a cualquier pacto para, por ejemplo, establecer los muros de pago de forma coordinada.
Vocento lanzó en 2015 la plataforma On+, que cuenta con una serie de contenidos bajo suscripción y que actualmente aplica en El Correo, El Diario Vasco y El Diario Montañés. Su propósito es implantarlo en el resto de sus rotativos regionales antes de un año. No así en ABC, ante la dificultad que implica ser el pionero en el cierre de contenidos en el sector de la prensa generalista.
El Grupo Godó también trabaja en nuevas vías de ingresos a partir del establecimiento de un servicio de artículos premium dentro de La Vanguardia. Su director, Màrius Carol reconoció hace unas semanas, en un desayuno informativo, que la compañía trabaja en esta línea y que espera implantar un muro de pago en el medio plazo.
Modelo 'freemium'
Dentro de Prisa y Unidad Editorial también trabajan en esta línea, con el objeto de incrementar la rentabilidad de El Mundo y El País. La idea de ambos grupos -explican fuentes internas- es establecer un modelo freemium en sus ediciones digitales. Es decir, ofrecer de forma gratuita la mayor parte de los contenidos de actualidad, pero incluir una sección con artículos bajo suscripción que ofrezcan al lector un valor añadido, como pueden ser piezas elaboradas por firmas destacadas, reportajes en profundidad o análisis sectoriales.
Fuentes de estas empresas reconocen la incertidumbre que genera esta decisión, especialmente en España, donde los grupos libran una batalla por el liderato de audiencia a la que ninguna de las principales cabeceras ha renunciado hasta el momento. En este sentido, reconocen la incertidumbre sobre lo que ocurrirá con el primero que se 'lance a la piscina' y cierre a su público una parte de los contenidos que hasta el momento leía gratis.
Si la apuesta le sale bien, el periódico pionero podría tener una situación de ventaja sobre los rezagados. De lo contrario, podría perder una parte de sus seguidores y ver perjudicada su facturación, así como sembrar dudas entre sus competidores, coinciden las fuentes consultadas.
Sea como fuere, entre los miembros con más peso dentro de la Asociación de Medios Informativos (AMI) se tiene la esperanza en que el modelo de pago por suscripción tenga mejor futuro que pasado en el sector de la prensa, dentro de un contexto en el que los usuarios de internet han comenzado a invertir en cine, series o música, algo impensable hace unos años.
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