Circula un vídeo por YouTube que da que pensar. Aparece una señora en el paseo marítimo de una ciudad, tomando algo en una terraza, cuando una moto de agua, descontrolada, se precipita sobre ella y la mata. El vehículo llega de repente y por la espalda, lo que significa que la pobre mujer fue aniquilada sin darse cuenta. Es fácil imaginar esa escena de El Sexto Sentido en la que Bruce Willis se percata de que ha fallecido, un buen tiempo después de haberlo hecho. “En ocasiones, veo muertos”, le dice el niño que tiene frente a él. No se me ocurre una noticia más impactante.
La muerte no es especialmente selectiva, por lo que suele elegir a reyes, dioses y mendigos. Digamos que le llega antes a quienes habitan el mundo en peores condiciones, pero hay veces que se deja ver por las villas costeras de lujo y recuerda que la parca ni negocia, ni espera, ni acepta sobornos. Eso sí, debe actuar con una normativa que no estamos preparados para entender, pues hay algunos a los que mata, pero piensan que siguen vivos. En éstas, un muchacho llamado Ibai fue criticado este miércoles por entrevistar a Leo Messi y anticiparse a las grandes estrellas -eso creen ellos- del periodismo deportivo. “En ocasiones, veo muertos”.
Fue el pasado jueves cuando el periódico Sport avanzó la renovación de este futbolista por el F.C. Barcelona con una imagen que serviría para anunciar una epopeya. Mientras tanto, en el club ultimaban el comunicado que confirmó la marcha del jugador. La exclusiva la publicó Marca, pero tras haber dado varios tumbos en este asunto. No fueron muchos quienes se preocuparon de hacer números y de comprobar que, más allá de las intoxicaciones que se vertían desde el Camp Nou, la continuidad del futbolista era imposible.
Ibai y la decadencia del periodismo
La decadencia del periodismo deportivo no puede desligarse de la de toda la profesión; y no es porque los periodistas sean peores o más interesados que hace unas décadas, sino porque el negocio es otro. Las grandes compañías tecnológicas -las que pagan a Ibai Llanos- absorben el 70% de la publicidad del mercado -según la CNMC-, mientras que la competencia en el sector de los medios es cada vez mayor. En resumidas cuentas: hay menos alimento en la olla, pero más comensales. ¿Cómo sobrevivir? ¿Alguien conoce a alguien que en una situación de vida o muerte no saque lo peor de sí mismo?
Suena rotundo, pero en esta situación hay quienes han decidido imponerse a sus competidores a base de medias verdades y noticias inventadas. No por ellos, pero sí por quienes se lo cuentan, que es evidente que intoxican. Los periodistas quedamos retratados cuando nadie -salvo honrosas excepciones- es capaz de desenmascarar a ese trilero populista llamado Joan Laporta, que ganó unas elecciones tras prometer algo que sabía que no podía cumplir. O cuando difundimos cada mañana naderías e informaciones de parte, pero no anticipamos la salida de César Alierta de Telefónica. Lo supo antes el Papa que los grandes medios.
Quizás los futbolistas hayan visto en Ibai Llanos una alternativa a ese ecosistema pútrido de navajazos y cotilleos. Por cierto, fomentado por el propio Javier Tebas
Decía el periodista Pepe Barahona en sus redes sociales lo siguiente: “¿Sabéis la diferencia entre un periodista y una persona con millones de seguidores que no lo es? Que el primero adquiere el compromiso con la sociedad de buscar la verdad con honestidad por encima de todo”. Se podrían citar tantos ejemplos de portadas que se concibieron como los fusilamientos al amanecer que empapelaríamos el Santiago Bernabéu.
A Ibai Llanos le han criticado de forma injusta quienes todavía no se dan cuenta de que el periodismo ya no tiene el monopolio de la información, cosa curiosa, pues el fenómeno se inició hace un par de décadas. Juanma Castaño -COPE- expresaba su sorpresa por la decisión de Leo Messi de concederle su primera entrevista tras su llegada a París, mientras que Matthew Bennett hacía una lista con las preguntas que le había planteado, supuestamente, porque no le gustaban.
En defensa de Ibai
Pero Llanos ha hecho algo que no ha conseguido el resto de los informadores deportivos, y es mostrar el verdadero carácter de algunos de los futbolistas más conocidos. No son extravagantes, no son chacales que atentan contra el fisco a sabiendas y no viven en una burbuja de irrealidad. Son muchachos que pasan una parte de su tiempo libre jugando a videojuegos.
Y, por cierto, son víctimas de representantes, líderes de federaciones y presidentes-constructores que dedican su día a día a intoxicar con falacias a unas cuantas estrellas del periodismo. Del "pe-rio-dis-mo", como lo llaman en la centralita mediática de algún presidente. No hace falta ni siquiera un mal partido para que les crucifiquen. Simplemente, basta con que no quieran renovar su contrato para que desde su propio club fomenten una campaña en la prensa. Estarían locos o amnésicos si, en estas condiciones, no huyeran de esa prensa corrompida.
A Ibai no le hace falta hablar con el departamento de comunicación ni con estos crápulas: las fuentes acuden a él. Es decir, el sueño de cualquier periodista. El tipo es a veces excesivo, pero a la vez simpático y trabajador. Tiene millones de seguidores y se debe a ellos. Por eso, a Leo Messi le preguntó este miércoles por la cena a la que acudieron ambos hace unos días. Porque se debe a su público, al que le interesa eso.
Algunos de los que callaron cuando Manolo Lama tuvo la fantástica idea de llenar el plato de un mendigo con la idiotez de los hinchas de un equipo de fútbol, ahora denuncian que los futbolistas opten por un comunicador, que narra los partidos mejor que ellos
Algunos de los que callaron cuando Manolo Lama tuvo la fantástica idea de llenar el plato de un mendigo con la idiotez de los hinchas de un equipo de fútbol -ante las risas de Manu Carreño, en plató-, ahora denuncian que los futbolistas opten por un comunicador -que narra los partidos mejor que ellos, por cierto-, famoso en internet, en lugar de por un periodista para hablar de sus cosas y enseñar una parte de su alma. Que, por cierto, es lo que se debe buscar en cualquier entrevista; y no la gresca.
Se ha retirado este verano José Ramón de la Morena tras muchos años acaudillando la radio deportiva nocturna. Reconozco que todavía me rechinan los dientes cuando recuerdo la entrevista, a cara de perro, que le hizo a Vicente del Bosque tras uno de los partidos de un Mundialito de Clubes que jugó el Real Madrid. Puro revanchismo. Unos años antes, él y José María García invertían las mismas fuerzas en torpedearse que en hablar de deporte.
Quizás los futbolistas hayan visto en Ibai Llanos una alternativa a ese ecosistema pútrido de navajazos y cotilleos. Por cierto, fomentado por el propio Javier Tebas, quien, dentro de su inmensa torpeza y codicia, todavía no ha sido capaz de caer en la cuenta de que arrebatar las imágenes de los partidos a los medios de comunicación fomenta el chau chau y mata su negocio a largo plazo. Entre ellos e Ibai, no hay duda: Ibai. Entre los vivos y los muertos, disfrutemos de los primeros y dejemos tranquilos a los segundos.