Los congresos sobre periodismo suelen ser infumables, entre otras cosas, porque siempre participan los mismos, que se limitan a recitar unas cuantas perogrulladas y a apelar a la necesidad de respetar la libertad de información. Entre tanto, lo de siempre; lo que tanto gusta en esta profesión: besos, abrazos y húmedas dedicatorias. El caso es que el periodista deportivo Roberto Gómez participó esta semana en uno de estos simposios y se extrañó de que el nombre más pronunciado durante la jornada fuera el de Ibai Llanos. Así que durante su intervención afirmó: “Ibai, ¿quién es Ibai? Yo no le conozco”.
Gómez es uno de esos profesionales de la información que acostumbra a adelantar fichajes futbolísticos y a opinar en las tertulias televisivas y radiofónicas. Uno de los programas donde colabora es Estudio Estadio, que este jueves lograba una audiencia en Teledeporte de 51.000 espectadores (0,5% de share), que es bastante inferior al aforo del Camp Nou, el Bernabéu y el Metropolitano.
En ese preciso instante, “el tal Ibai” lograba que 500.000 usuarios de internet observaran la Copa del Mundo del deporte que se ha inventado junto a Gerard Piqué. Todo surgió hace unas semanas, cuando apareció en las redes sociales un vídeo en el que unos muchachos lanzaban un globo en el salón de su casa y hacían todo tipo de acrobacias para evitar que cayera al suelo. Si lo hacía, ganaba el último que lo había impulsado. Ibai Llanos organizó un torneo que se celebró en el parque Port Aventura, que repartió 20.000 euros en premios y en el que participaron 'selecciones' de varios países. Ganó Perú. ¿Quién es Roberto Gómez?
El vídeo mató a las estrellas de la radio
Este episodio vuelve a demostrar que las audiencias cada vez están más fragmentadas y los intereses de los espectadores, cada vez más lejos de los medios de comunicación de masas. También deja claro que hay ciertos cambios en los patrones tradicionales de consumo, puesto que muchos jóvenes prefieren actualmente ver desde su casa las partidas de videojuegos que protagonizan sus nuevos ídolos (los streamers) que sintonizar un canal de TDT o, incluso, seguir a un equipo de fútbol.
Las comparaciones son tramposas, puesto que estos streamers emiten a escala mundial, mientras que las audiencias de los partidos de fútbol son domésticas. Sin embargo, hace unos meses trascendió la cuota de pantalla de varios encuentros del campeonato liguero y, ciertamente, su audiencia no es ni mucho menos masiva. El fin de semana del 16 de mayo, el Atlético de Madrid – Osasuna obtuvo un seguimiento de 455.000 espectadores; el Athletic de Bilbao – Real Madrid, de 438.000; y el Barcelona -Celta, de 404.000. Repito: es incomparable, pero quizás un patrocinador pueda llegar a pensar que Ibai tiene mucha más audiencia que la Liga.
Durante los últimos meses, el número de abonados de Movistar Plus ha ido a la baja, mientras que el de Netflix ha aumentado de forma constante. En el cuarto trimestre de 2020, la plataforma de Telefónica perdió 100.000 abonados, hasta los 3,9 millones, mientras que, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), casi la mitad de los hogares españoles dispone de algún servicio OTT contratado (Netflix, HBO, Amazon Prime Vídeo...).
Muchachos españoles, como Auronplay, ElRubius, TheGrefg o Ibai cuentan sus usuarios por millones en Twitch. El primero aglutina 10,3 millones de espectadores, mientras que el resto, 10,1, 8,2 y 8,1, respectivamente. Auronplay realizó una emisión en directo el pasado miércoles que obtuvo 8,2 millones de 'visualizaciones'. Ese día, el programa más visto de la TDT fue La última tentación, en Telecinco, con 2,06 millones de seguidores.
Las acciones en bolsa de Mediaset España y de Atresmedia han caído el 54,4 y el 62,3% en los últimos cinco años, mientras que la de Amazon -dueña de Twitch- ha mejorado el 302%, frente al 397% de Netflix. No se puede decir que el negocio de las televisiones españolas esté hundido, ni mucho menos, pero convendría plantear una cuestión incómoda: ¿Qué ocurrirá en el futuro? Y, por otra parte, ¿tienen la misma capacidad para crear tendencias en la sociedad que hace unos años? En otras palabras: ¿La Casa de Papel se puso de moda por Antena 3 o por Netflix?
El fútbol en los nuevos tiempos
En mitad de este enorme cambio de paradigma audiovisual, en el que los consumidores migran poco a poco a las plataformas de bajo coste y enorme catálogo, el bueno de Javier Tebas deberá realizar la subasta por lotes del fútbol español, en un proceso que se iniciará el próximo 22 de octubre con la publicación de los pliegos de condiciones.
El sistema de reparto de los derechos lo creó el Gobierno de Mariano Rajoy cuando Miguel Cardenal capitaneaba el Consejo Superior de Deportes. A Tebas le encantó; y a Jaume Roures -que estaba metido en el negocio del fútbol- es de suponer que no le disgustaría si se tiene en cuenta que actualmente Cardenal es directivo de Mediapro, tras una de las puertas giratorias más bellas que se recuerdan.
El caso es que Movistar quiere pagar mucho menos por el fútbol porque su negocio televisivo flojea y porque la liga española ya no es lo que era. Como ha contado Joaquín Hernández en este periódico, la audiencia de sus equipos-reclamo flojea y las grandes estrellas de antaño hoy juegan en otros lugares, como Reino Unido (Cristiano Ronaldo) y Francia (Leo Messi). El campeonato ha perdido calidad y eso ha sucedido en un momento en el que las audiencias cuentan con otras alternativas de ocio que hacen que el 'deporte rey' tenga menos tirón.
Orange ya ha calentado el ambiente y hace unos días afirmó que los derechos de la Liga no deberían costar más de 600 millones de euros, mientras que Javier Tebas, como siempre, desliza el posible interés de operadores como Amazon por entrar en la puja. Por su parte, Telefónica sabe que, sin el fútbol, su plataforma quedaría noqueada, lo que le obliga a participar en la subasta con cierto temor a perderla.
Pero, más allá de los pormenores de la negociación, lo que flota detrás de todo esto es el fantasma de la 'era digital', que fue el que mató la prensa, los buzones y las cámaras de fotos analógicas y que se expande sin control por el panorama audiovisual. Las plataformas nativas controlarán en los próximos años la práctica totalidad del negocio y comprometerán a las televisiones, las 'telecos' y al propio Tebas, que es consciente de las amenazas que suponen para mantener su cifra de negocio las plataformas, amén de las posibles 'superligas' o de campeonatos con un gran poder de expansión, como la Premier League (aquí se puede ver lo que cuesta abonarse a Sky para ver el campeonato).
El mundo ha cambiado y hasta las torres más altas se han resentido, incluso el fútbol. Y los nuevos dominadores del entretenimiento y la comunicación son capaces de convertir en masiva una idea tan estúpida a priori, como un mundial de globos. ¿Y usted, Roberto Gómez, qué puede hacer?
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