Medios

Algunas ideas para el "puto podcast" de Pablo Iglesias y Roures

Renovarse o morir. Anunció Pablo Iglesias hace unos días su intención de continuar con su labor pedagógica en esta España nuestra, cosa que es de agradecer, dado que quien se

Renovarse o morir. Anunció Pablo Iglesias hace unos días su intención de continuar con su labor pedagógica en esta España nuestra, cosa que es de agradecer, dado que quien se encuentra en 'el lado del bien' siempre tiene la capacidad de ilustrar al resto sobre los pecados que comete. Muchas veces, de forma inconsciente. ¡Gracias, Pablo!

El exvicepresidente del Gobierno presentará próximamente un “puto podcast-así lo definió- que se difundirá a través del diario Público. Dado que la tarea de dotar de contenido a un programa de este tipo es ardua y el tiempo es finito, en este artículo se expondrán algunas ideas que podrían ayudarle a rellenar la escaleta.

Sería una gran iniciativa que el 'tertuliano sobrevenido' vuelva a poner la mirilla sobre el sector de los medios de comunicación, pues, de esa forma, podría relatar un episodio que Pere Rusiñol ha contado varias veces con todo lujo de detalles. Sucedió hace unos cuantos años, cuando Público cerró y sus dueños dejaron a deber algún dinero a la plantilla. La cabecera se subastó y, ¡sorpresa!, Jaume Roures -su antiguo dueño- figuraba entre sus re-compradores.

Después de invertir una buena parte de los últimos ocho años de su vida en criticar a todos aquellos medios que censuran las informaciones que están relacionadas con sus propietarios, Pablo, creo que ha llegado el momento de demostrar que Roures es un empresario que permite a sus trabajadores que le canten las cuarenta. Un editor noble que considera lícito que sus empleados señalen sus pecados o que, incluso, le pregunten el porqué un fondo de inversión chino ha puesto cientos de millones de euros en Mediapro.

Pablo Iglesias y los medios públicos

Otro buen tema de conversación para el podcast podría ser el relacionado con el control político de los medios públicos. Estaría bien recordar, por ejemplo, el motivo por el que Rosa María Mateo fue designada como administradora única provisional de Radiotelevisión Española después de que Podemos tratara de imponer a Ana Pardo de Vera al frente de la corporación. La cual, por cierto, también está a sueldo de Público.

Incluso sería recomendable dedicar un capítulo de ese programa de radio a lo que ocurrió con el concurso público para elegir al Consejo de Administración de la corporación. Se presentaron 97 candidatos, de los cuales un grupo de expertos eligió a 20 finalistas, pero los partidos decidieron que, bueno..., que eso de elegir a los mejor puntuados no iba con ellos. Así que PP, PSOE, PNV y Podemos -sí, Podemos- idearon un pacto para dejar la meritocracia en agua de borrajas. Pablo Iglesias y los suyos designaron a dedo a dos vocales.

Son tantos temas interesantes que incluso su programa podría incluir una sección sobre medios de comunicación. Porque, por ejemplo, el tema de la publicidad institucional tiene su miga, Pablo. Especialmente, cuando ese dinero se gasta para echar una mano a la prensa amiga y favorecer la causa ideológica del partido político de turno.

Los ministerios de Podemos repartieron en 2021 un total de 11,5 millones de euros en este concepto, según datos de Moncloa. La campaña mejor dotada, con 3,6 millones de euros, estuvo dedicada a la siguiente temática: “Un país siempre se levanta. En el día después, más agenda 2030”. El dinero salió del Ministerio de Asuntos Sociales, que capitaneabas tú, Pablo, hasta que decidiste salir al auxilio de los madrileños y abandonar el Ejecutivo.

Azotarla hasta que sangre

No es la intención del articulista extenderse mucho más, pero otro buen asunto a abordar en este podcast sería el de las presiones que sufren los periodistas en su día a día por parte de la casta política y económica.

Ocurrió algo en 2017 que quizás se haya perdido en el olvido, cuando un grupo de periodistas que cubría la información de Podemos acudió a la Asociación de la Prensa de Madrid para denunciar la “campaña sistematizada de acoso personal y en las redes” que los líderes de la formación morada ejercían contra ellos.

Eso sucedió un poco después de que trascendiera aquel mensaje de un líder del partido sobre Mariló Montero: “La azotaría hasta que sangre”. Lo escribiste tú, Pablo.

Toda la suerte del mundo con el nuevo podcast. Habrás visto, en estas líneas, que ser periodista no es precisamente fácil. ¿Verdad? Seguro que con Roures, el productor de El buen patrón, todo es coser y cantar. Nadie habla mal de él.

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