Apareció Jaume Roures al rescate de Joan Laporta y lo hizo para avalarle con 30 millones de euros a través de una de sus empresas y posibilitar su regreso a la presidencia del F.C. Barcelona. Lo hizo tan sólo unos días después de que el periódico Expansión publicara que Mediapro -la empresa del magnate barcelonés- negociaba con el Gobierno una ayuda de hasta 300 millones de euros, que procedería del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.
Nadie puede negar que Roures tiene, como mínimo, un lado punk. Su trayectoria es un constante desafío a la ética y la estética; y eso ha levantado todo tipo de sospechas sobre su figura. Decía Johnny Rotten que los Sex Pistols no sobrevivieron porque hicieron lo que debían y, en esta vida, sólo quienes son falsos o saben especular aspiran a la eternidad. Buena lección para sus sucesores.
Esa actitud punk ha llevado a Roures a levantar las cartas ante órdagos en los que podía haber salido desplumado. El mejor ejemplo es su guerra contra Prisa por el fútbol. Hubo un momento en el que incumplió el contrato que había rubricado con esta empresa para explotar los derechos audiovisuales de la liga de fútbol profesional en España y eso dio lugar a un pleito que terminó en el Tribunal Supremo. Si hubiera quitado la razón a Mediapro, probablemente su gran imperio se habría desmoronado.
Roures ha avalado a Laporta -mal tiene que estar el Barça para ansiar la vuelta de este tipo- con una sociedad que se llama Orpheus Media. Según un comunicado difundido por el propio Roures este jueves por la tarde, esta empresa "ha garantizado a Banco de Sabadell una póliza concedida a los miembros de la junta directiva del FCB. Dicha garantía solo tiene vigencia durante unos meses. No se trata, por tanto, de préstamo o donación de ninguna clase".
Orpheus Media es 'patrimonial' y cuenta como apoderados con la hija de Roures y con David Godino, exdirector de Auditoría de Mediapro. Se encuentra dentro del complejo entramado societario creado o participado por el magnate, y en 2018 tenía un patrimonio de 64,6 millones de euros, según figura en el Registro Mercantil.
Su sede social se encuentra en la Avenida Diagonal 177-183, es decir, en el Edificio Imagina, donde se halla Mediapro. Este dato no es importante en realidad, pero vuelve a demostrar que Roures no es un gran amante de la estética. Mientras acude a la SEPI para obtener unas cuantas decenas de millones de euros de dinero público para Mediapro -según Expansión-, presta avales por 30 millones a Laporta con una sociedad que está domiciliada en la misma sede, pero que no pertenece a su emporio audiovisual.
Laporta y Jaume Roures
Sea como sea, la cuestión principal es que Laporta estará 'en deuda' con Roures a partir de ahora; y Roures es evidente que no es ajeno a La Liga. Entre otras cosas, porque produce los partidos de fútbol para Movistar, según se anunció en 2019. Desde la asociación de clubes rechazaron este miércoles que esto suponga un conflicto de intereses. De hecho, fuentes cercanas a Javier Tebas recordaron a Vozpópuli que, hasta 2019, Mediapro gestionaba Real Madrid Televisión.
El nexo entre Roures y Tebas ha dado mucho que hablar, aunque ambos han intentado quitar hierro al asunto en algunas comparecencias públicas. De hecho, en una entrevista concedida a este periódico en 2015, Roures afirmó lo siguiente sobre el presidente de La Liga: "Es un gran profesional al que conozco desde hace muchos años. Hemos tenido épocas buenas y otras en las que me ha denunciado ante los tribunales”.
Fue el 1 de mayo de ese año cuando el Boletín Oficial del Estado publicó el Real Decreto que modificaba el sistema de venta de los derechos audiovisuales de los equipos de la liga de fútbol. Hasta entonces, todos ellos negociaban con los operadores de forma individual, pero, desde ese momento, se organiza una subasta por lotes que se lleva el mejor postor.
El secretario de Estado para el Deporte era, en ese momento, Miguel Cadenal. Lo fue hasta el 17 de noviembre de 2016. ¿Qué fue de su vida?
El 24 de octubre de 2018, Mediapro anunció su incorporación al área de desarrollo internacional del grupo. La estética no es especialmente importante para el Ciudadano Roures.
Se puede estar o no de acuerdo con las formas y con la ideología política de este empresario -es el gran aliado mediático de Podemos-, pero lo cierto es que ha sido capaz de levantar una de las productoras audiovisuales más grandes de Europa y eso no es poca cosa. Desde hace un par de años, su gran socio es el fondo de inversión chino Orient Hontai, que cuenta con el 53% de las acciones y ha aportado el capital necesario para continuar con la expansión internacional de Imagina Media Audiovisual.
Ahora bien, a Roures y sus socios les pilló la covid-19 a pie cambiado, pues deberá devolver a los bancos antes de finales del año que viene un total de 273 millones de euros, tal y como se indica en las cuentas de 2019 de Imagina Media Audiovisual.
Fuentes de Mediapro incidían recientemente en que su actividad se resintió durante el confinamiento, dado que se paralizaron las competiciones deportivas y los rodajes. Sin embargo, niegan que en 2021 se haya declarado la alerta.
Se verá próximamente si el Ejecutivo concede un balón de oxígeno a esta empresa -que ya se acogió a los créditos blandos del ICO- o si le vuelve la espalda. En este último caso, tendrá cierta gracia comprobar si Podemos reacciona, dado que Roures es el empresario mediático más cercano a Pablo Iglesias. La cuestión podría plantearse a la inversa: Si Roures finalmente recurre al fondo para empresas afectadas por la covid-19, ¿el PSOE le negará el pan y la sal?
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