El director de Televisión Española, José Ramón Díez, ha presentado este jueves su dimisión ante el Consejo de Administración de la corporación por “motivos personales”. El que fuera coordinador de realización de los Juegos Olímpicos de Barcelona accedió al cargo en junio de 2014, bajo la presidencia de Leopoldo González-Echenique. Con la llegada de José Antonio Sánchez, su posición se debilitó, tanto por la escasa sintonía con el equipo gestor, como por los malos resultados de audiencia cosechados por La 1.
La noticia no estaba prevista, pero no ha pillado por sorpresa en la corporación, toda vez que se especulaba desde hace varios meses con su renuncia al puesto. De todos los miembros que configuran el alto mando de TVE, José Ramón Díez era considerado como el mejor preparado para gestionar una televisión. Hombre de larga trayectoria en el sector audiovisual, ya había sido inquilino de su puesto actual en 1999, bajo la presidencia de Pío Cabanillas. En su trayectoria profesional, ha colaborado en la producción de las galas de inauguración y clausura de ocho Juegos Olímpicos. En los de Barcelona, ejerció de coordinador de realización.
Su nombramiento se produjo a mediados de 2014, poco antes de la llegada de Sánchez a la presidencia. Entonces, su poder mermó. Según han explicado fuentes de la corporación, el nuevo máximo responsable rodeó a Díez de hombres de su confianza y limitó sus funciones.
A principios de 2015, Díez perdió algunos apoyos fundamentales en la casa, como el del director de Programación, Ignacio Gómez-Acebo, que supuestamente dimitió por sus severas discrepancias con el director de informativos, José Antonio Álvarez Gundín. Poco después, presentó su renuncia Jaime Garrido, director de Imagen de Emisión, algo que se atribuyó al nombramiento de María José Bultó como directora general de Estrategia e Imagen.
Una audiencia bajo mínimos
Durante la permanencia en el cargo del máximo responsable de la programación de TVE, la audiencia de La 1 ha rozado mínimos históricos. Los resultados han sido especialmente negativos en la franja vespertina, en la que se han invertido varios millones de euros en diferentes programas que apenas si han durado un par de semanas en la parrilla de programación, dado su escaso seguimiento. El último ejemplo, Cuestión tiempo, que fue cancelado la semana pasada, pese a haberse estrenado el 8 de febrero.
Entre los éxitos que ha conseguido Díez durante su última etapa en TVE se encuentra el de programar En la tuya o en la mía, el espacio de entrevistas presentado por Bertín Osborne; o El Ministerio del tiempo, una serie que ha conseguido unos buenos resultados de audiencia. Sin embargo, en el apartado de los fracasos figuran diversos programas, entre los que resultaron especialmente polémicos el caro Alfombra roja palace, comprado a José Luis Moreno a razón de 220.000 euros por semana; y Así de claro, el debate dirigido por Ernesto Sáenz de Buruaga, que duró un mes en antena.
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