Corría el mes de noviembre de 2013. El presidente de Planeta y Atresmedia, José Manuel Lara, recibió un mensaje desde Italia. El grupo Rizzoli-Corriere della Sera quería vender al empresario catalán Unidad Editorial. Una operación que hubiera sido vista con buenos ojos por el Gobierno del PP y que se tramaba al mismo tiempo que el despido de Pedro J. Ramírez. Sin embargo, Lara se negó a tomar parte. Y las relaciones entre el empresario y el Ejecutivo, hasta ese momento excelsas, empezaron a empeorar. El problema de la eliminación de canales de la Televisión Digital Terrestre (TDT) ha sido más leña para el fuego. Y ahora es evidente la crisis entre el editor y los gobernantes. Soraya Sáenz de Santamaría es su gran apoyo y José Manuel Soria es su gran enemigo.
Desde hace ya tiempo, los grandes accionistas de RCS Mediagroup están hartos de perder dinero con Unidad Editorial. La editora de El Mundo, Marca y Expansión perdió la friolera de 526 millones en 2012. Y solo perdió 60 en 2013 gracias a las ampliaciones de capital de la matriz italiana. Por ello, a finales del año pasado, los propietarios italianos pensaron en deshacerse de su ramificación española, en profunda crisis tras la compra de Recoletos por más de mil millones en 2007. En ese contexto se produjo la oferta de RCS a Lara, según fuentes de toda solvencia del sector audiovisual. Más allá del precio que pidieran desde Milán en Planeta decidieron no tomar parte porque ya tienen un periódico generalista, La Razón, y su principal negocio es la televisión.
Tal vez más adelante...
Con el "no" del empresario se esfumaron los sueños de quienes pretendían hacerse con Unidad Editorial y, de paso, deshacerse de Pedro J., en guerra con el Ejecutivo. Eso sí, un par de meses después la empresa despidió al director de El Mundo y, con ello, se allanó el camino a otras posibles fusiones de periódicos. Fusiones cuya mera posibilidad ha avivado en varias ocasiones el propio Antonio Fernández-Galiano, presidente de la antigua Unedisa. Así las cosas, no es descartable que en un futuro aquella operación entre Planeta y RCS/Unidad Editorial acabe por fructificar. Pero ahora mismo, dicen las citadas fuentes, es ciencia ficción.
Lara firmó una carta durísima contra el ministro de Industria por el asunto de la TDT, problema que más ha enturbiado las relaciones entre el Ejecutivo y el empresario
La citada crisis entre Lara y el Ejecutivo tampoco es, según todas las fuentes consultadas, una ruptura de relaciones, ni mucho menos. Sería más bien un bache que quizás pueda resolverse en fechas próximas. El editor mantiene una buena comunicación con la vicepresidenta del Gobierno, como es evidente. No ocurre lo mismo con el ministro de Industria. José Manuel Soria se ha convertido en el centro de todas las críticas provenientes de la Uteca, patronal de las televisiones que agrupa a Atresmedia, Mediaset, Unidad Editorial y Vocento. Hace quince días Uteca envió una carta durísima contra Soria. La misiva pública estaba firmada por el propio Lara y por Alejandro Echevarría, de Mediaset.
Pero los hechos son los hechos. Y el caso es que esta misma semana Lara, al que pudo verse junto al Rey el pasado martes, ha arremetido contra el Ejecutivo a cuenta de la pérdida de tres canales (La Sexta 3, Xplora y Nitro) que sufrirá Atresmedia antes del 6 de mayo. En concreto, durante la junta de accionistas de Atresmedia celebrada a mediados de semana el presidente de Planeta censuró que se obligue a la compañía "a pagar una culpa" que no es suya, sino del propio Gobierno, "tal y como señala el Tribunal Supremo", recogió EP. Y el consejero delegado de la empresa, Silvio González, remarcó una y otra vez la "responsabilidad exclusiva" del Gabinete del PP en el asunto de la TDT.
El anuncio de Atresmedia en que se culpa al Gobierno del apagón de canales no ha gustado entre los miembros del Gabinete del PP
Este ataque se suma a la ofensiva emprendida por Lara y Mediaset contra la decisión del Ejecutivo sobre la TDT. El propio Lara confirmó en la junta que, como adelantó este diario, piensan interponer demandas "que reparen en su totalidad los perjuicios derivados del apagón". Además, el anuncio de Atresmedia en que se culpa al Gobierno de la pérdida de canales no ha gustado en Moncloa y, sobre todo, ha enfurecido a los responsables de Industria. A todo ello hay que sumar las críticas de la citada Uteca a los manejos de Radiotelevisión Española (RTVE), la corporación que se sustenta con dinero público. Muchos frentes abiertos y un horizonte complicado para unas relaciones que parecían indestructibles.
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