Choque de intereses entre las cadenas de televisión y los usuarios de telefonía móvil. Parece un entuerto. Pero es muy sencillo. El Gobierno prometió que el 1 de enero de 2014 llegará a España el llamado "dividendo digital", que consiste en el traspaso de los canales de televisión a los operadores móviles para nuevos servicios avanzados. Una vez que se implante el citado "dividendo digital", la tecnología 4G permitirá a los usuarios una mayor calidad y velocidad de navegación. Pero para implantarlo el Ejecutivo tiene que cumplir antes algo que prometió: ejecutar una sentencia del Tribunal Supremo que obliga a la desaparición de nueve canales de TDT. Eliminando esos canales queda vía libre para la circulación de la tecnología 4G. Y en ese contexto, el ministro de Industria, José Manuel Soria, afirmó este lunes que el espacio radioeléctrico se liberará antes de enero pero reconoció que está en negociaciones con las televisiones privadas, a las que obviamente no les interesa perder canales.
Como ya se ha contado en este diario, los mandamases de las televisiones, como José Manuel Lara (Atresmedia), Paolo Vasile (Mediaset) y compañía, no están por la labor de perder canales. Y tratan de convencer al Ejecutivo de, cuando menos, no ser tan perjudicados como establece la sentencia del Supremo. Una sentencia que el Gobierno prometió ejecutar el pasado marzo. Más de seis meses después, nada de nada. Siguen las negociaciones y el tiempo se agota para llegar al plazo del 1 de enero de 2014, cuando Soria quiere implantar definitivamente el mencionado "dividendo digital". El bloqueo de la cuestión es evidente. Y es que, además de los grupos mediáticos, la poderosa empresa Abertis también es parte interesada en el asunto, puesto que puede perder hasta 45 millones de euros, dado que se encarga de transmitir la señal de los canales de televisión.
En este juego de intereses contrapuestos, Soria hace malabarismos. Este lunes, en los Desayunos Informativo de Europa Press, el titular de Industria afirmó que "el espacio radioeléctrico debe estar liberado antes de enero" y admitió que "no hemos dejado de hablar con los operadores". Además, reconoció que el "dividendo digital", tal y como se conoce a este proceso de liberalización, aún no se ha producido, pero quiso destacar que las operadoras ya han desplegado servicios de 4G, que ofrecen velocidades de hasta 150 megas en descarga y de hasta 50 megas de subida. Así, según su versión el Gobierno ha cumplido con su objetivo de adelantar esta tecnología. Pero, claro, al mismo tiempo Soria admitió que estos despliegues por parte de las operadoras se han realizado sobre la banda de 1800 megahercios (MHz) y no sobre la de 800 MHz, que son las frecuencias del "dividendo digital".
En concreto, dijo, según recogió Europa Press, que "es verdad que estos despliegues no se están haciendo sobre 800 MHz, que es la banda a la que antes me refería que deberá ser liberada y que permite una mayor calidad, pero ya hay 4G en España". Y claro, la clave es que la tecnología 4G tendrá mucha más calidad y velocidad cuando, eliminados los canales de TDT, discurra por la frecuencia de 800 MHz. Eso sí, el Ejecutivo es pionero con el "dividendo digital", puesto que, como también se encargó de recordar Soria, en el resto de la Unión Europea se implantará el 1 de enero de 2015, un año después.
Sin publicidad no hay paraíso
En otro orden de cosas, este lunes se presentó en Madrid un interesante estudio sobre la eficacia de las ventas en función de la publicidad en televisión. Elaborado por Atresmedia Publicidad y la consultora Kantar Worldpanel (Media Services), el informe concluye que las campañas en televisión captan nuevos compradores, ya que favorecen el incremento de las compras y de la cuota de mercado de marca en un 10% y un 7% respectivamente, y generan la disminución de la cuota de marca blanca en un 3%. Además, dos de cada tres campañas aceleran las ventas a corto plazo, puesto que aumentan la penetración un 18% en promedio, un 7% el gasto medio y genera un beneficio medio de 2,2 euros por cada euro invertido.
El estudio consiste en una integración única de la audiencia real de televisión de Kantar Media y las compras de Gran Consumo de Kantar Worldpanel con una muestra representativa de la población española formada por 8.400 hogares y 4.000 individuos. Para calcular la eficacia de las campañas se crearon dos grupos, uno de ellos expuesto a las mismas y otro grupo de control para poder aislar el efecto de la publicidad. Se han analizado un total de 42 campañas de gran consumo, realizadas a lo largo del primer semestre del año 2013, y centradas en el volumen compra, la cuota de mercado, la penetración en hogares, el gasto medio y la fidelidad, entre otras.