Tres años después de que Juan Luis Cebrián y Teresa Aranda decidieran poner fin a su matrimonio, se puede decir que la firma del acuerdo sobre su divorcio está todavía lejos. Muy lejos. Este viernes, ambas partes han celebrado un acto de conciliación en el Juzgado número 1 de Alcobendas (Madrid) para intentar acercar posturas -muy distantes- y pactar el reparto de sus bienes gananciales. Como se esperaba, el careo no ha llegado a buen puerto, dado que Aranda considera que su exmarido no ha sido transparente a la hora de exponer su patrimonio. Esto aboca a la expareja a resolver sus diferencias económicas en un juicio en el que aflorarán sus diferencias.
Fuentes conocedoras del proceso han explicado a Vozpópuli que la periodista había solicitado al presidente del Grupo Prisa una relación detallada de todos los bienes que posee, con el fin de poder realizar el reparto de una forma más precisa. En opinión de Aranda, Cebrián no ha cumplido con esta exigencia, lo que ha imposibilitado el acuerdo.
Cebrián y Aranda resolverán en un juicio sus diferencias sobre el reparto de sus bienes gananciales
La opacidad de Cebrián, en este sentido, no ha sido el único motivo de discrepancia entre ambas partes, dado que Aranda también le ha reclamado información adicional acerca de una supuesta donación millonaria relacionada con una de las sociedades de Massoud Zandi Goharrizi, según exponen estos informantes.
Este polémico empresario iraní figura como el dueño de Star Petroleum, una compañía petrolera con sede operativa en Madrid y fiscal en Luxemburgo con la que pretendía hacer fortuna a través de la explotación de yacimientos en Sudán del Sur; y que contó con socios como Javier Merino y Joaquín de Arespacochaga. Este último, hijo del exalcalde de Madrid Juan de Arespacochaga.
El nombre de Massoud Zandi estuvo ligado la Fundación Atman, de la que Aranda fue vicepresidenta entre 2004 y 2007 y que aparece en los Papeles de Panamá, según reveló La Sexta el pasado abril. A esta organización también estuvieron ligados Felipe González y el propio Cebrián, según aseguró esta cadena de televisión.
Pensión de 30.000 euros y mansión en La Moraleja
El episodio que se ha celebrado este viernes en los juzgados es el último dentro del largo proceso de divorcio entre la periodista y el exdirector de El País, iniciado en 2013 y gobernado por la tensión entre ambas partes en varios momentos, fruto de sus diferencias económicas. Sirva como ejemplo la discrepancia que se produjo cuando Cebrián se negó a conceder a Aranda una pensión mensual para hacer frente a los gastos familiares y a las necesidades de los dos hijos que tienen en común.
El presidente de Prisa justificó su postura en que su exmujer es propietaria de la casa en la que residía en ese momento, que hasta su ruptura había sido el domicilio conyugal y que está situada en la lujosa urbanización madrileña de La Moraleja. Aranda no compartía esta tesis y exigió a Cebrián una paga mensual de 40.000 euros para su manutención y la de sus dos hijos. Finalmente, la juez encargada de la instrucción del caso le dio parcialmente la razón a ella y la fijó en 30.000 euros.
Cebrián percibió un sueldo de 11,2 millones de euros en 2012, procedentes del Grupo Prisa
Estos 360.000 euros anuales tiene Cebrián que descontarlos de los ingresos que percibe por su trabajo, que han sido multimillonarios durante los últimos años, pese a la muy precaria situación financiera del Grupo Prisa. En 2010, fueron de 3,8 millones de euros; en 2011, de 11,2; en 2012, de 4,6; en 2013, de 1,2; en 2014, de 1,87; y en 2015, de 2 millones de euros.
A esta cantidad hay que sumar el premio que le otorgará el Grupo Prisa -aprobado por el Consejo que preside el propio Cebrián- por su jubilación, que asciende a 6 millones de euros y que se justifica en la labor realizada por el ejecutivo durante sus 40 años de servicio para la compañía fundada por el fallecido Jesús de Polanco.
Este proceso de divorcio es el segundo que afronta Cebrián en su vida, después de que en 1988 rompiera su matrimonio con Gemma Torallas, con quien tiene cuatro hijos en común. Con Teresa Aranda tiene dos. Por un lado, Teresa, la pequeña, periodista de profesión. Por otro, Rafael, quien saltó a la fama hace unos años tras mantener una relación con la actriz Emma Watson y quien contó con la representación de su madre cuando decidió iniciar una carrera musical con su grupo de rock The Monomes. En la serie de televisión Alatriste -tan promocionada por Telecinco como obviada por la audiencia- interpretó el papel del conde de Guadalmedina.
La peor pesadilla de Cebrián y Polanco
Como representante legal en este proceso judicial, Aranda ha elegido a María Dolores Márquez, exfiscal de la Audiencia Nacional y mujer del exjuez Javier Gómez de Liaño, quien en 1997 procesó a Jesús de Polanco y al propio Cebrián por apropiación indebida en lo que se denominó "caso Sogecable".
Gómez de Liaño calificó de delictiva la práctica de Canal Plus de exigir a los abonados un depósito de 15.000 pesetas por el descodificador de la televisión de pago. A resultas de aquella denuncia, el Tribunal Supremo terminó expulsando a Liaño de la carrera judicial en polémica sentencia y por dos votos a uno: los de los jueces Gregorio García Ancos y Enrique Bacigalupo, contra el criterio de José Manuel Martínez-Pereda, que formuló voto particular.
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