Lidia Falcón tiene dudas fundadas sobre la salud mental de una parte de la izquierda española. Aquella a la que pertenece desde hace décadas, como marxista convencida y líder del Partido Feminista, pero a la que está enfrentada desde hace un tiempo. Conversa por teléfono con este periódico pocos días después de que trascendiera la noticia de que un juez había autorizado a un niño de 8 años a cambiar su identidad sexual, al considerar que tenía la madurez suficiente para hacerlo.
En esta charla, charla con cierto tono amargo sobre los nuevos tiempos y sobre la pérdida de rumbo de los partidos progresistas en lo relativo a la 'ley trans' o a la nueva norma contra la prostitución. Lo hace con vehemencia, pero con razonamientos claros y afilados. A sus 86 años, conserva la energía y la lucidez.
Pregunta: Abro las redes sociales del Ministerio de Igualdad y veo a Irene Montero probándose un vestido con el diseño de la bandera ‘trans’…
Respuesta: Es la primera defensora de todo ese grupo. Lo hace como una maníaca. No me extraña.
P: Un ministerio concebido para acabar con la desigualdad…
R: Tendríamos que plantearnos si el nombre de ese ministerio es el adecuado. Zapatero le puso ese nombre, que es ridículo e incoherente. ¿Qué igualdad persiguen? ¿Entre pobres y ricos? ¿Entre blancos y negros? ¿Entre hombres y mujeres? ¿A cuál de estas igualdades se dedica? ¿Por qué no lo llamaron Ministerio de la Mujer?
P: También aborda la causa LGTBI...
R: Irene Montero es la ministra del LGTBIQ+… y no sé cuántas siglas más. Esa señora no se ocupa de nada más. Tenemos diferencias salariales, violencia contra las mujeres, violaciones, maltrato… y muchos temas que afectan a la mitad de la población española. ¿Por qué no se centran en eso? Esto es una tristeza y en el Partido Feminista estamos en contra de todos estos planes de Irene Montero.
P: Les han marginado…
R: No nos hacen ni caso. Mira, sobre la ‘ley trans’ les enviamos un informe muy completo. Pedimos reunirnos con ellas, pero no quisieron. Ni Montero y las suyas, ni en el PSOE. Ese proyecto es una monstruosidad. Así de claro.
P: Antes de la desigualdad se hablaba en los barrios. La izquierda marxista se centraba en las causas económicas y en las clases medias bajas. ¿Y ahora?
R: Debería ser lo más importante todavía. Las causas económicas son las que provocan la aversión y la represión física y violenta a las mujeres. El proyecto económico del capitalismo fue y será explotar económicamente a los trabajadores. Eso se hace con violencia, que es de muchos tipos además. La más grave es el asesinato, pero también están las palizas, la violación, los despidos arbitrarios… Mira, yo vivo en el centro de Madrid y está todo lleno de vagabundos. Los veo y me duele, pero no me atrevo a llamar a los servicios sociales porque muchos son negros y me temo que, si me meto en esto, los envíen de vuelta a su país. Esto provoca una enorme tristeza.
P: Pero el capitalismo genera bienestar…
R: Bienestar, bueno… Países desarrollados como España están llenos de pobreza, de niños desatendidos, de prostitución… En todos los lugares capitalistas hay una fachada y, detrás, un submundo que está detrás de los palacios y de los parques, donde hay personas que no comen todos los días, que no pueden pagar la vivienda, que viven amontonadas debajo de un puente o que no pueden llevar a los niños al colegio.
En todos los lugares capitalistas hay una fachada y, detrás, un submundo que está detrás de los palacios y de los parques, donde hay personas que no comen todos los días
P: Vuelvo a la primera pregunta. Irene Montero, probándose un vestido…
R: Esto de Podemos fue una operación contra Izquierda Unida, que estuvo liderada por Pablo Iglesias. En el año 2014 hubo elecciones al Parlamento Europeo. Izquierda Unida obtuvo 6 y Podemos, 5. Esta cercanía hizo que en IU entraran en pánico y pensaran que Podemos se los iba a comer.
P: Izquierda contra izquierda. No es una novedad…
R: Podemos no es izquierda. Es el populismo barato que todos conocemos. Que es viejo y se presenta siempre con un rostro similar. ¡Si es que ese populismo viene de Roma! Es demagógico y oportunista. No tiene ideología, ni proyecto, ni programa; y se casa y se divorcia con quien le parece que está bien en cada momento. Pues bien, vuelvo a lo anterior… En IU había un magma de afiliados que no sabían hacia dónde tenían que ir. Entonces, cogieron a Irene Montero y la metieron ahí porque ya era la chica de Pablo Iglesias, que ya había dejado a Tania Sánchez. Éste fue el epílogo de la destrucción de la izquierda.
P: Y ahora está en un mal momento…
R: ¿Tú crees que es normal que en Andalucía se hayan presentado siete formaciones a la izquierda del PSOE? Esto es un disparate. Tomado en broma, podría hacerse una película al estilo de las de Cantinflas, pero no tiene ninguna gracia, dado que están gobernando para 47 millones de personas y están destrozando el país. Incluidas a las mujeres.
P: ¿Por qué han cambiado las causas de la izquierda?
R: Mira, son unos incompetentes. No saben de política. No tienen formación ni lecturas. Los que empezaron Podemos son profesores de Ciencias Políticas y no tienen ni idea. Yo, que soy una ávida lectora, leí los libros de Monedero y son infumables. También los de Slavoj Žižek… Si es que no se puede entender nada de lo que dicen. Además, ahora están a favor de Judith Butler, que es la referente de Montero, y a la que le dieron un premio por el libro peor escrito del año. Mira, cuando rechazas el método de análisis y de investigación marxista te vas por las nubes. ¿Qué clase de formación política tienen todos estos y qué escenarios imaginativos plantean?
P: Hablemos de la ley de la prostitución. ¿Qué opina?
R: Es una tomadura de pelo. Pero es que me saca de quicio el redactado de las leyes. ¿Pero cómo les permiten escribir las normas de esta manera? El lenguaje es flatulento y se dedican 12 páginas a la exposición de motivos. Mira, cuando haces un análisis económico de la prostitución y de la gran internacional de proxenetas, te das cuenta de la dimensión del problema. En España, todos los grandes hoteles tienen una carta con prostitutas para sus clientes. Los recepcionistas se lo susurran. Eso se sabe en el mundo entero y se hace. Pero es que en este lobby están los puticlubs, las casas de masaje…
En España, todos los grandes hoteles tienen una carta con prostitutas para sus clientes. Los recepcionistas se lo susurran. Eso se sabe en el mundo entero y se hace.
P: ¿Cómo pretenden perseguir eso?
R: No lo sé…, es frustrante. Hay una fantasía lingüística que me indigna, que es la de la ‘tercería locativa’. ¿Sabes lo que es? Es cuando un tercero ofrece un local para que se practique la prostitución. ¿Crees que con este concepto se perseguirá a los cabecillas de estos lobbies? ¡Ni hablar! Al final, esto afectará a los de siempre. A los que están abajo. A la pobre señora que tiene un piso, que cobra una pensión de 400 euros y alquila una habitación donde hay prostitución. ¿Tú crees que van a llevar esposados en un coche de policía a los consejeros de las grandes cadenas de hoteles?
P: Escribió usted que las víctimas de la trata tienen que demostrar de una forma muy evidente los hechos… y eso al final hace casi imposible que les hagan caso…
R: Claro. Tienen que ir a la policía y hacer una denuncia legible. Imagina que esa denuncia sigue adelante… y pasa al juez; y, de ahí, al fiscal... y, de ahí, el abogado del denunciado, que interrogará a la pobre mujer de forma beligerante. ¿Tú crees que la rumana, la búlgara o la africana a la que traen secuestrada, la pegan y amenazan con matar a su familia va a seguir adelante con todo eso así como así?
P: ¿Para qué servirá la nueva ley? ¿Qué mejorará y qué empeorará?
R: ¿Mejorar? Pero si es que desde el punto de vista jurídico es una monstruosidad, dado que tropieza con el Código Penal, con la Ley de Violencia de Género… Se mete en el campo de actuación de normas, que son orgánicas, y que están en vigor. Y esas leyes contemplan bastantes de los aspectos del nuevo texto legal. Y no refuerzan a las víctimas, que seguirán igual de expuestas a la trata.
P: ¿Cómo se legisla con eficiencia sobre algo que implica desde las prostitutas esclavas a las ‘escort’?
R: Lo primero es que eso del lujo es una fantasía. Es una fantasía propia de la película de Buñuel Belle de Jour, la de la señora rica. Las prostitutas de lujo lo son por jóvenes, porque algunas son vírgenes… y los señores con dinero pagan más por sus servicios. Pero tampoco son autónomas. Tienen formas de esclavitud parecidas. Todo es una farsa. Los papeles que se interpretan son los mismos, aunque todo suceda en contextos muy diferentes. Así ocurre desde con el proxeneta hasta con el cliente. Son lo mismo, pero con distinto disfraz, distinta apariencia... Si es que todo es una farsa.
P: ¿Leyó lo de aquel juez de Orense que ha reconocido el derecho a cambiar de identidad sexual a un niño de 8 años?
R: Lo leí. ¿Qué te parece? Mira, la ley de 2007 ponía que, para cambiar la identidad sexual había que ser mayor de edad. Eso sí, el texto tenía un agujero por el que se dejaba margen a que un menor tomara esta decisión si demostraba la madurez suficiente. Esto es horroroso porque, poco después, unos papás, a los que también había que meter en la cárcel, pidieron que se cambiara el sexo de su niño de 12 años. Entonces, el juez de Primera Instancia se negó. Pues bien, el proceso siguió hasta el Tribunal Constitucional, que reconoció el derecho del menor. Dictó doctrina.
P: ¿Y cómo se demuestra la madurez de un niño?
R: Eso creo yo. Pero voy más allá: si se demuestra que un niño es plenamente maduro y autónomo para cambiar su identidad sexual a los 8 años, ¿por qué no se le deja votar o hacer su testamento? ¿Por qué no puede viajar y sacar un pasaporte por su cuenta? Ya puestos a caer en este tipo de disparates, podría reflexionarse sobre esto. ¿A ti te parece que estamos en un país mentalmente sano o en un país de locos?
P: Responda usted...
R: Hay otro caso anterior a éste, en el Registro Civil de Fuerteventura, que cambió el sexo a un niño. Nos enteramos como partido. Escribimos a esa instancia para que nos certifique que esto ha ocurrido y nos lo negaron, al considerar que no éramos parte interesada en el caso.
P: La izquierda marxista, la del materialismo, ahora defiende que se puede nacer en un cuerpo equivocado...
P: Yo tengo un artículo que se llama Las almas errantes. Es que creen que tienen alma. Un alma que vaga por el espacio, buscando donde ir, entre calle y calle, y de repente se aloja en un cuerpo que no es el suyo.
P: ¿Cabe el alma de un ángel en la cabeza de un alfiler?
R: (Ríe). Es que es disparatado, de verdad. Concluyen que hay un alma que se equivoca de cuerpo. Estamos en un mundo de locos, ¿eh?
P: A usted le han llamado fascista...
R: Bueno, éste es un epíteto que se ha banalizado y que lo utilizan personas que ni siquiera deben saber lo que es el fascismo, pero bueno..., a mí me lo llaman continuamente en los últimos tiempos. El otro día, un periodista se puso a chillarme y me lo dijo antes de cortar de golpe la conversación. Son los tiempos que nos han tocado vivir.
P: Recorro estos días las calles y veo en los comercios de Madrid una pegatina que indica: “Espacio libre de homofobia y transfobia”. ¿Qué pensar de las tiendas que no la tienen?
R: No lo sé. Lo que creo es que los fascistas son ellos. Si es que les he visto intentar pegar a las compañeras feministas en una manifestación. A mí me denunciaron por un delito de odio del que me he tenido que defender en la Fiscalía. Ahora, tenemos a una compañera en Sevilla, que se llama Carola López Moya, que hizo unas declaraciones en las que dijo que 'los niños son niños y las niñas son niñas'... ya ves qué cosa más revolucionaria y ofensiva... Pues bien, le han iniciado una acción administrativa por ello. De verdad..., nos atacan un persiguen continuamente. Si es que anunciaron que iban a prender fuego a la librería donde se iba a presentar un libro sobre la 'teoría queer'.
P: Esto es lo que defiende la izquierda actual...
R: La han destrozado. Pero esto viene de más lejos, ¿eh? Viene de la extinción de la URSS y del mundo socialista. En ese momento, el capitalismo se quedó sin techo. Lo que quiere esta ideología es fabricar en el tercer mundo, al menor coste posible, sin reconocer derechos laborales, para vender eso a los ricos de Occidente y declarar los beneficios de la operación en Islas Caimán.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación