Ha sucedido en los últimos días algo que se esperaba, y es que los principales accionistas de Prisa han enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) los folletos que informan del porcentaje del capital que acumulan después de convertir en acciones los bonos que adquirieron hace unos meses, los cuales ascendieron a más de 100 millones de euros y han servido para que la compañía pudiera hacer frente al encarecimiento de su deuda financiera.
Ese episodio volvió a desatar todo tipo de especulaciones sobre el futuro del grupo, cuyas acciones cotizan actualmente a 38 céntimos. Su deuda alcanza los 713 millones de euros. Fuentes del accionariado de Prisa consideran improbable que se produzcan movimientos relevantes de capital en el corto plazo, pero inciden en que Santander y sus aliados en la editora de El País -principalmente, Carlos Slim y los Polanco- mantienen una batalla soterrada con su principal accionista, Joseph Oughourlian. Por tanto, creen que no desistirán de dar un golpe encima de la mesa si se ven con fuerza.
El inversor franco-armenio llegó a la presidencia de Prisa en febrero de 2021 tras imponerse a Santander en la larga guerra que había mantenido con el banco, que se decidió dos meses antes de esa fecha, cuando Oughourlian (Amber Capital) se alió con Vivendi y con Telefónica para destituir a Javier Monzón como 'líder' del Consejo.
Vivendi había entrado en el accionariado de Prisa unas semanas antes y lo había hecho para secundar los planes de Oughourlian de controlar la compañía. Un poco antes, el principal accionista de Prisa había respaldado a la multinacional francesa dentro de su lucha por tomar el mando del grupo de medios Lagardère, del país galo.
De Telefónica a los 'aliados' de Barroso
José María Álvarez Pallete se sumó a las hostilidades, al considerar inaceptable que Prisa se devaluara hasta el punto que surgieran ofertas de tan sólo 200 millones de euros -como la de Blas Herrero- por la Cadena SER, El País y As. No obstante, Telefónica se batió en retirada hace un año, ante las sospechas de que su posición en Prisa pudiera ocasionarle alguna consecuencia política similar a la que 'sufrió' Ana Botín un tiempo atrás.
Fue ahí cuando vendió la mayor parte de su participación a Global Alconaba, una empresa conformada por un conjunto de inversores del sector audiovisual y el financiero a los que organizó Miguel Barroso -consejero dominical de Prisa, cercano al PSOE- y que mantienen su alianza con Amber Capital, lo que ha otorgado cierta estabilidad al Consejo de la compañía en los últimos tiempos.
Varios medios de comunicación han publicado en los últimos días informaciones que apuntan a que Vivendi tiene la intención de tomar una participación de control en Prisa y que eso implicaría la ruptura de la alianza con Amber Capital. Este periódico ha preguntado por este asunto a la empresa francesa y la respuesta ha sido el silencio.
Con anterioridad, había reconocido su interés en la dueña de la Cadena SER y El País, la cual es una buena puerta de entrada al mercado español y al hispanoamericano. Sin embargo, nunca se ha referido en público a la posibilidad de gestionarla. Tan sólo reconoció su satisfacción por convertirse en uno de sus socios industriales.
Fuentes cercanas a Oughourlian atribuyen estas informaciones a la intención de Santander de 'revolver el gallinero' y recuerdan que Vivendi ha sido siempre aliada de Amber Capital y no ha ofrecido ningún signo que lleve a pensar que va a traicionar su confianza.
Esta opinión no es compartida por todos los accionistas. De hecho, otras fuentes del Consejo dudan que una multinacional del tamaño de Vivendi -con una capitalización de 9.400 millones de euros- haya llegado a España para ser un mero actor secundario en Prisa. Máxime cuando en los años precedentes inició una guerra contra los Berlusconi por el control de Mediaset, como parte de su estrategia para entrar en el sur de Europa.
Hace unas semanas, Moncloa dio permiso a este grupo para rebasar la barrera del 10% de las acciones en Prisa. Eso ha provocado que su participación haya aumentado desde el 9,5 hasta el 11,79%. Eso sí, todo esto es fruto de su conversión de bonos, no de una operación de compraventa de acciones que haya pillado por sorpresa a nadie en el grupo, tal y como ha afirmado algún medio.
La permanencia del escudo anti-OPAs
En este sentido, cabe explicar que su toma del control de Prisa requeriría del visto bueno del Ejecutivo, dado que España mantiene en vigor el escudo anti-OPAs que se aprobó en marzo de 2021 tras la declaración de la pandemia de covid-19, con el objetivo de proteger a las empresas estratégicas de las maniobras de los fondos de inversión internacionales. Eso ha permitido que el Ejecutivo se reserve el derecho a autorizar o a desestimar cualquier operación relevante sobre grupos que cotizan en bolsa, como Atresmedia y Prisa.
El País y la Cadena SER mantienen una línea editorial muy respetuosa con los intereses del Gobierno, algo que nadie tiene claro si sucedería en el caso de que Vivendi estuviera el frente del grupo. De hecho, su dueño, Vicent Bolloré, es conocido por sus posiciones conservadoras. Por tanto, este empresario genera desconfianza en el PSOE.
El escenario podría cambiar si se produjera un cambio de Gobierno. La desconfianza de la cúpula del PP con Oughourlian es evidente y los ataques personales que ha sufrido el líder de los populares por parte de El País han provocado fricciones entre las partes, explican fuentes del partido.
La pregunta es: ¿mantendrá Núñez Feijóo el escudo anti-OPAs si llega al poder? Es decir, ¿tendrá la última palabra sobre las grandes operaciones mediáticas que surjan a partir de entonces? Un asesor del partido lo tiene claro: los populares no derogarán esa normativa.
La nueva estructura accionarial de Prisa
Más allá de las especulaciones que surgen habitualmente alrededor de Prisa, la realidad es que Amber Capital se mantiene como principal accionista, con el 29,56% de las acciones. Oughourlian es el presidente del Consejo y en la Junta General de Accionistas conseguirá la renovación de Miguel Barroso como vocal y la ratificación de un efectivo de su máxima confianza, Fernando Carrillo, un influyente abogado, político y diplomático colombiano con nexos en diferentes puntos de Sudamérica.
Conviene tener presente que Amber Capital es un fondo de inversión que pretende recuperar los 300 millones de euros que ha invertido en Prisa en los últimos años. Por tanto, el objetivo de Oughourlian -por encima de los encajes políticos- es el de ganar dinero. A este respecto, hay que destacar que en la documentación que en los últimos días se ha puesto a disposición de los accionistas del grupo se incluye un plan de incentivos para sus consejeros ejecutivos (2023-2025). En su contenido, se recoge un bonus especial por la revalorización y posible venta de un activo estratégico como Santillana.
Cabe reiterarlo: los fondos de inversión suelen perseguir la rentabilidad por encima de todo.
Vivendi contará a partir de ahora con el 11,79% de Prisa, mientras escucha los cantos de sirena de quienes desearían un cambio en el 'orden' establecido desde 2021 en la compañía. Por su parte, Carlos Slim ha incrementado su participación desde el 4,3 hasta el 7%; y está por ver el porcentaje de acciones que conservarán sus aliados de Santander (4,1%) y los Polanco (7,6%) cuando actualicen su participación.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación